Tanto los drones como los rovers o robots han demostrado sus capacidades para realizar tareas de vigilancia, inspección o búsquedas en emergencias, allí donde los humanos pueden estar en riesgo. En los últimos años se ha visto al perro robot de Boston Dynamics trabajar de vigilante en la central de Chernóbil. Al mismo tiempo, en España, los drones han salvado vidas en las playas. La fusión de ambas soluciones promete llegar más lejos, por aire o por tierra, allí donde el ser humano no puede o correría peligro.
Hybrid Mobility Robot (HMR) es un dron instalado dentro de un esqueleto esférico con el que puede rodar por el suelo cuando volar no es una opción. Esta propuesta de la empresa Revolute Robotics se ha presentado recientemente para misiones de inspección y vigilancia, pero con la intención de servir en más escenarios en el futuro.
"Los avances de los drones y los rovers han hecho realidad la inspección remota, pero la complejidad de cada inspección requiere que los equipos implementen múltiples soluciones robóticas (drones, rovers, rastreadores, PIG) según la necesidad", explica Taylor, director ejecutivo y fundador de Revolute Robotics, al medio Offshore.
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Esta combinación entre rover y dron, que sus creadores comparan con la navaja suiza, facilita el acceso a zonas complicadas, además de ser una solución más barata de implementar que el uso de varios equipos. Sus creadores hablan de tres principales casos de uso: operaciones de vigilancia, en misiones de defensa o ante inspecciones.
HMR, 2 en 1
El HMR se desenvuelve mejor por tierra al ser capaz de rodar distancias cinco veces más largas que cuando hace uso de sus 'alas'. Su diseño basado en los giroscopios, permite que el dron se mantenga estable dentro de la esfera mientras esta rueda y choca contra la superficie. Como si se tratara de un videojuego clásico, la bola se desliza por la superficie y en espacios estrechos, pero cuando se encuentra con obstáculos los salta volando.
Cuatro hélices dobles le elevan en el aire para saltar obstáculos, mientras su esqueleto exterior le protege de golpes. Llega "donde ningún robot ha llegado antes con movilidad omnidireccional pura", explica la compañía. Las pruebas han demostrado que, mientras rueda, sus misiones pueden ser entre 10 y 20 veces más largas.
Hasta llegar a este modelo, la compañía ha desarrollado una amplia variedad de prototipos de esta máquina entre los 25 y los 76 cm para valorar cuáles eran las dimensiones más óptimas en la mayoría de circunstancias. Al final se decantaron por un tamaño de 50 cm por ser el modelo que mejor integra baterías de larga duración siendo todavía lo suficientemente pequeño para pasar por la mayoría de los espacios.
Sus sentidos
No solo basta con poder deslizarse por diferentes terrenos, un objetivo que la mayoría de robots exploran con diferentes diseños inspirados en pelotas, ruedas de tanques o hasta los animales como perros o serpientes. Después toda demostrar su utilidad como observadores en remoto, ofrecer imágenes y datos de la zona que se está inspeccionando.
En este aspecto, la carga de HMR es personalizable. Se pueden instalar cámara y sensores, dependiendo de la tarea que se le asigne. Por el momento, la compañía se limita a usar este dispositivo para inspecciones visuales. Pero con estas primeras prácticas pretenden identificar nuevos casos de uso y posibles modificaciones.
Su intención es integrar, más adelante, sensores térmicos/IR, escáneres LiDAR y detectores de gas. Todo lo necesario para poder ser los cinco sentidos de los especialistas a distancia, pero sin que el peso de esta carga merme la movilidad del equipo.
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Además, en el futuro, el dron-rover HMR aspira a ser autónomo durante más tiempo, para lo que se está planteando la creación de una base de carga portátil. El dispositivo regresaría a la base como hacen los robots aspiradores que se usan en muchos hogares. Cuando la batería vuelva a estar lista, retomaría las tareas de observación.
Futuras misiones
Con estas y otras herramientas, el HMR podría usarse para reconocer fugas de gas y monitorear emisiones de metano o CO2. Precisamente sus dimensiones están pensadas para que pueda acceder a espacios como tuberías donde estas incidencias son frecuentes, aunque también serviría como herramienta de vigilancia para equipos militares.
Otra posibilidad que valoran sus creadores es su utilización para identificar grietas que requieran ser reparadas antes de que una infraestructura colapse. Para esto se le podría también dotar de instrumentos con los que crear mapas en 3D y compararlos con gemelos digitales. Esta técnica es habitual cuando se pretende evaluar la salud de edificios u otras instalaciones, como pueden ser puentes o incluso, aerogeneradores o granjas solares. Los gemelos digitales facilitan conocer cómo va a reaccionar la estructura ante diferentes cambios sin poner en peligro a los empleados o en entorno.
No se habla, sin embargo, de la posibilidad de equiparlo con brazos o herramientas para realizar las tareas de reparación a distancia. Otros drones si se está equipando con ganchos o garras que les permiten operar y hasta posarse como pájaros o capturar objetos en el vuelo.