De forma paulatina, Apple está tratando de independizándose de los fabricantes con los que ha colaborado tradicionalmente. Igual que se separaron en 2020 de Intel, para crear sus propios procesadores de ordenador, resultando en los procesadores de la gama M, su intención es seguir el mismo procedimiento con Qualcomm para los módems 5G de los iPhones. Sin embargo, estas dos marcas seguirán colaborando durante tres años más. Una noticia que se ha conocido 24 horas antes del evento de presentación de los iPhone 15.
Apple seguirá dependiendo de los chips de conectividad de Qualcomm en sus futuros iPhones. Qualcomm ha confirmado este lunes la ampliación de su acuerdo de suministro de módems que proporcionan conectividad inalámbrica. Este contrato debía expirar este año, pero ahora se alargará hasta 2026, formando parte de tres nuevas generaciones de móviles de Apple.
El comunicado es escueto, pero deja claro que el acuerdo cubrirá los "lanzamientos de teléfonos inteligentes en 2024, 2025 y 2026". Este retraso en la separación definitiva de ambas empresas sugiere que Apple sigue experimentando retrasos en el desarrollo de sus propios chips 5G.
Son buenas noticias para Qualcomm, ya que como indican en Bloomberg, Apple supone casi el 25% de las ventas del fabricante de chips. Además, el anuncio ha provocado una subida del valor de las acciones de Qualcomm en la bolsa: hasta un 8% más del cierre del pasado viernes.
El analista de Bloomberg, Mark Gurman, afirma que esto no implica que Apple no vaya a lanzar su chip personalizado durante estos próximos tres años, la compañía ha estado planeando un lanzamiento gradual del nuevo componente. Para 2026, Qualcomm espera suministrar el 20% de los chips utilizados en los teléfonos Apple. No obstante, esta cifra ya se propuso para 2023 cuando se firmó el acuerdo original en 2019.
La estrategia de Apple supone controlar todo el proceso de creación de sus dispositivos, por completo. Incluso, según indicaron algunos rumores este año, aspira a controlar todas las comunicaciones de su propio teléfono inteligente. Para ello estaría trabajando en un chip conjunto, que englobase Bluetooth, WiFi y tecnología móvil para gestionar toda la cuestión inalámbrica de los iPhones. El beneficio es claro, se ahorrarían importantes costes en tarifas de licencias de uso.
La relación entre Apple y Qualcomm no ha sido siempre de colaboradores amistosos. Apple demandó a Qualcomm por su modelo de licencias, aunque perdió esa batalla legal y acabó licenciando su tecnología. Además, la empresa de Cook contó con la ayuda de exempleados de Qualcomm para poner en marcha la creación de sus propios chips. Un golpe que Qualcomm le acabaría devolviendo al contratar a exingenieros de Apple para desarrollar su rival para los chips de ordenador M1.