Lidiar con la sequía que azota España es, sin duda, el gran desafío de los ingenieros agrícolas que, con cada investigación científica, buscan exprimir al máximo cada gota de agua. En el sureste español, huerta hortofrutícola de Europa, estas tecnologías se vuelven todavía más relevantes pues de ellas depende conseguir una buena cosecha.
El último de los proyectos presentados en ese sentido es el realizado por unos investigadores de la Escuela Industrial de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Ellos son los principales responsables de varias herramientas de la llamada Industria 4.0 que permiten conocer cuándo se puede ahorrar agua y aprovechar cada mililitro del líquido elemento.
El trabajo realizado consta de un software que utiliza e interpreta los datos de múltiples sensores instalados en la plantación, permitiendo al agricultor tomar las mejores decisiones para ahorra agua. Los ensayos, según indican desde la Universidad, se han realizado en la finca experimental de cultivo La Majada, ubicada en la vecina localidad de Mazarrón, y en la que se instalaron 130 sensores.
Ahorro de agua
Los investigadores que han llevado a cabo los trabajos académicos han desarrollado una plataforma sobre código libre que automatiza la descarga de los datos de los sensores de IoT (Internet de las Cosas, en castellano) instalados en las parcelas agrícolas. Tal y como explican, el sistema es capaz de procesar la información, analizarla y ofrecer los indicadores apropiados para que el agrónomo gestione mejor la plantación.
Por ejemplo, puede decir si la planta está estresada y necesita agua. De esta manera "optimizamos los recursos y minimizamos los errores en la interpretación de los datos", aseguran a EL ESPAÑOL-Omicrono Ana Toledo y Miguel Jiménez, directores del trabajo fin de máster, del departamento de Automática, Ingeniería Eléctrica y Tecnología Electrónica de la UPCT.
Este tipo de sensores han vivido una auténtica revolución en los últimos años con el impulso del IoT. Pueden medir desde aspectos básicos como la temperatura o la humedad, a otros más sofisticados como la presencia de insectos dentro de los invernaderos o incluso cruzar datos con las previsiones meteorológicas para afinar todavía más el riego.
Los investigadores españoles han empleado el servicio de mensajería Telegram, uno de los más utilizados en todo el mundo, como centro de información para el agricultor. La herramienta creada en Cartagena permite "enviar avisos automatizados mediante bots en caso de incidencias, como un nivel de estrés hídrico perjudicial para la planta o el fallo de un sensor".
"El software reduce considerablemente el tiempo que necesita el agrónomo para capturar la información, realizar cálculos matemáticos, analizar los datos y extraer la información de los sensores instalados en las fincas", ha declarado Roque Torres, investigador responsable del grupo PRISMA (Sistemas de Precisión para la Sostenibilidad Agroalimentaria, Medioambiental y Social).
El grupo PRISMA, según explican desde la UPCT, está especializado desde hace varios años en la instrumentación y automatización de los sistemas agrícolas y medioambientales, con el fin de gestionar de forma óptima los recursos hídricos. "Los resultados de sus proyectos se están utilizando en numerosas fincas agrícolas de la Región de Murcia para la optimización y ahorro del agua".
Infiltrador español
Desde la Universidad de Granada, otro grupo de científicos ha creado un invento para que toda el agua llegue directamente a la raíz del árbol. "La problemática es conocida por todos: cada vez que llueve se pierde agua y el terreno se hace menos fértil. Por tanto, debíamos conseguir un sistema capaz de retenerla", comentaron sus creadores, Jesús Galindo Zaldívar y Raúl Riojano Cruz, a EL ESPAÑOL - Omicrono.
Se trata de un depósito formado por una envoltura permeable con una forma cilíndrica que está rellena de biochar para asegurar la infiltración en profundidad del agua de lluvia, de riego o de escorrentía. Pese a que está compuesto por varios materiales, el carbón activado es el que permite absorber hasta 5 veces su peso en agua y realizar la simbiosis con la raíz de la planta.
La raices se introducen de forma natural dentro del infiltrador en busca del líquido elemento. Y una vez se integran es cuando se consigue extraer el máximo rendimiento al infiltrador granadino.
El objetivo es regar directamente a la raíz de la planta sin que haya pérdidas por evaporación. Supone un cambio en la forma de suministrar el agua a la planta. Anteriormente, agua y nutrientes se suministraban directamente al suelo, pero dependía de éste que el riego llegara a la planta. "Si el suelo 'no quería', el agua se perdía en forma de secuestro, capilaridad y evaporación", explica Riojano.