El mundo de los yates aúna el máximo lujo con el diseño y la tecnología punta. Sólo así pueden seguir sorprendiendo los conceptos y modelos que cada vez resultan más llamativos, como el Nautilus, el superyate que se sumerge a más de 150 metros de profundidad, o el de Fernando Alonso, plagado de paneles solares. Las costas de España en verano son un verdadero escaparate para este tipo de embarcaciones, que también tienen una ineludible cita anual en el certamen World Superyacht Awards.
Este encuentro organizado por Boat International, que en su 18ª edición se ha celebrado en Estambul (Turquía), ha tenido este año un claro vencedor: Kenshō, un yate con un diseño disruptivo que se impuso en la categoría de yates de motor. El exterior es el resultado de la colaboración entre las firmas Azure Yacht Design y archineers.berlin, además de las necesidades e inquietudes del propietario, que también influyó en el diseño interior, obra del estudio francés Jouin Manku.
Llamado así por el término japonés que significa estar en armonía con la naturaleza, el Kenshō destaca por su casco de hierro reflectante de color turquesa, las líneas orgánicas y sinuosas de todo el conjunto y una original distribución en cuatro cubiertas.
Un diseño único
Las líneas limpias y elegantes del casco se complementan con una superestructura aerodinámica en aluminio, que llega a los 75 metros de eslora y una manga máxima de 12,8 metros. La combinación de vidrio y detalles en madera de teca en la cubierta principal añade un toque de calidez y estilo. Las cuatro cubiertas cuentan con zonas de descanso con tumbonas y mesas para disfrutar del sol y de las impresionantes vistas panorámicas del océano.
De la propulsión, que es mixta diésel-eléctrica, se encargan tres motores, dos acimutales de 1.400 kW cada uno y otro de proa de 220 kW. Eso permite que el yate viaje a una velocidad de crucero de 13,6 nudos (el equivalente a 25,1 km/h), mientras su velocidad máxima alcanza los 15,4 nudos (28,5 km/h).
En cuanto al interior, el yate Kenshō es todo un derroche de lujo y ostentación. El diseñador de interiores Sanjit Manku ha creado espacios sofisticados y acogedores, donde la atención al detalle es evidente en cada rincón. Los materiales de alta calidad, como la madera de nogal, el mármol o el ónice se combinan armoniosamente con elementos decorativos exclusivos, como obras de arte contemporáneo y esculturas personalizadas.
El Kenshō puede alojar cómodamente hasta 16 invitados en 8 lujosas suites, todas ellas equipadas con baños privados. El camarote principal, situado en la cubierta superior de proa, donde normalmente estaría el puente de mando, es un verdadero refugio de tranquilidad y elegancia, con su propia sala de estar, oficina privada y acceso directo a una terraza privada con jacuzzi.
La inmensa suite del propietario consta de 4 habitaciones interconectadas al estilo japonés, con paneles bordados en seda y puertas divisorias de estilo shoji. También cuenta con una llamativa bañera esculpida en un único bloque de mármol de Carrara, detalles náuticos y una sorprendente decoración en forma de medusas luminiscentes.
Además, el yate cuenta con alojamiento separado para una tripulación de hasta 20 miembros, garantizando el máximo confort y privacidad para los invitados. Uno de los elementos que el propietario solicitó a los diseñadores es la gran altura de los techos, algo muy poco habitual en los barcos. También apostó por una distribución de planta abierta en los camarotes, con los cuartos de baño a la vista y una puerta corredera para proporcionar privacidad adicional cuando es necesario.
También te puede interesar:
- Así es Plectrum, uno de los yates más rápidos del mundo: 'volará' a más de 135 km/h
- Este superyate es en realidad un hotel de lujo flotante y modular de 207 metros de largo
- Nautilus, el increíble yate que también es submarino y se sumerge a 200 metros
- Así es el superyate ecológico de 120 metros de eslora inspirado en los tiburones