Mientras en España se espera que llueva de forma natural, en algunos países ya se trabaja desde hace años para crear lluvia artificial. Uno de los mejores ejemplos es el de Emiratos Árabes Unidos que se ha hecho viral en los últimos días a través de las redes sociales. Allí, en mitad del desierto de Dubái, consiguen crear precipitaciones a demanda empleando drones y combinados con otras tecnologías.
La usuaria de TikTok @yourcareerbestie ha compartido en la conocida red social un vídeo en el que muestra desde la ventana de su casa un día de lluvia en Dubái, y que se ha vuelto viral. En la publicación señala que el agua que cae del cielo no es natural, sino que es artificial, ya que está creada gracias a un sistema elaborado por la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos.
En el desierto de Dubái la temperatura puede alcanzar los 50 grados Celsius y la posibilidad de que llueva en esa zona árida es poco probable. Para conseguir lluvia artificial, el Centro Nacional de Meteorología de Emiratos Árabes Unidos cuenta con un particular método: envían drones que realizan descargas eléctricas en las nubes para generar así precipitaciones.
Una técnica denominada 'siembra de nubes' y consiste básicamente en lograr que las nubes descarguen toda el agua posible, incluso en condiciones que no son las más adecuadas, como en días de mucho calor. Una tecnología que ayuda a aumentar sus escasas precipitaciones anuales y que en España sería ideal para combatir la sequía a la que se enfrenta. Pero ¿cómo funciona realmente este invento?
Los drones están fabricados por científicos de la Universidad de Reading, en Reino Unido, y son capaces de volar de forma autónoma hacia las nubes para, con láseres, generar cargas eléctricas para que las nubes se agrupen y produzcan lluvia. Un método que los científicos británicos consideran menos intrusivo que verter químicos para provocar que caiga agua del cielo.
La siembra de nubes no es una técnica nueva, sino que existe desde hace años y cuenta con varios métodos. Por ejemplo, países como China o el propio Emiratos Árabes Unidos también utilizan aviones cargados de yoduro de plata, sal u otras sustancias químicas para favorecer que llueva o que caiga nieve.
Esto se debe a que las nubes, que están formadas por diminutas moléculas de agua suspendidas en el aire, suelen precipitarse si se estimulan con químicos. Sin embargo, estos métodos resultan más agresivos y menos efectivos que lo que los Emiratos Árabes Unidos está consiguiendo con los drones, la electricidad y la tecnología de última generación.
Unir las gotas
Esta tecnología se está probando en Dubái, país que ha invertido alrededor de 15 millones de euros en este proyecto y donde se han realizado varias pruebas para comprobar su funcionamiento con vistas a su lanzamiento oficial, como muestra el vídeo compartido por el Centro Nacional de Meteorología de Emiratos Árabes Unidos en Twitter. En las pruebas, los científicos construyeron cuatro drones no tripulados de aproximadamente 2 metros de ancho que lanzaron desde una plataforma especial.
Unas máquinas capaces de volar durante 40 minutos y que incorporan sensores para medir la temperatura, humedad y carga eléctrica de una nube. De esta manera, se puede conocer cuándo y dónde se deben dar las descargas eléctricas, como una especie de rayo falso, para que las gotas pequeñas de dentro de las nubes se unan y tengan el tamaño adecuado para caer a la tierra en forma de lluvia.
"Si lanzas una descarga en una nube, esta se llenará de gotas de agua con rapidez. Nuestra teoría muestra que cargar estas gotículas eleva la probabilidad de que se junten por electroestática, lo que favorece que se conviertan en lluvia", explicó el pasado mes de diciembre la doctora Keri Nicoll, experta del Departamento de Meteorología de la Universidad de Reading.