Intentar lo más difícil todavía es la seña de identidad de esta rama aventurera de Red Bull que de vez en cuando deleita con las más arriesgadas de las peripecias. Aunque algunas de ellas las han realizado en España, el último vídeo publicado se ha rodado en el hotel de siete estrellas Burj Al Arab emplazado en una isla artificial en los Emiratos Árabes Unidos.
Este establecimiento cuenta con un helipuerto situado en las alturas y es allí donde el piloto de acrobacias polaco Luke Czepiela ha aterrizado su avión. En lugar de emplear una pista tradicional, ha conseguido frenar una aeronave Carbon Cub, basada en el mítico avión PiperJ-3 Cub, antes de caer por el otro extremo.
La improvisada zona de aterrizaje se encuentra suspendida a 212 metros de altura en la planta 56 del icónico hotel árabe y los 27 metros de diámetro han sido suficientes para detener a la Cub. Esta aeronave cuenta con la certificación STOL (Short Take Off and Landing) que le confiere la propiedad de aterrizar en distancias muy cortas.
Además, se trata de una versión modificada por CubCrafters junto a la propia Red Bull para exprimir al máximo las capacidades. "Este proyecto, de dos años de planificación y ejecución, realmente supera los límites de lo que puede lograr un avión STOL de primera clase y un piloto extremadamente capaz y dedicado", ha declarado Brad Damm, vicepresidente de CubCrafters.
Según se puede ver en el vídeo publicado, Czepiela había estado realizando pruebas de aterrizajes cortos en una pista convencional antes de lanzarse a por el helipuerto. Ya en el Burj Al Arab, ejecuta un primer intento donde apoya la rueda izquierda del tren principal pasada la mitad del helipuerto. El piloto da potencia y tira de la palanca para ganar altura y vuelve a colocarse en la senda rumbo a la plataforma.
Ejecuta un segundo intento en el que se queda alto y decide no descender. Y, por fin, el tercero y último. El piloto regresa a la senda de aproximación y toca con las ruedas del tren principal al principio del helipuerto y frena con el suficiente margen como para detenerse antes siquiera de llegar al borde blanco.
Con el equipo celebrando la hazaña, Czepiela vuelve a meter gases y despega del helipuerto en unos pocos metros. Reanudando de esta forma el vuelo de vuelta hasta el aeropuerto desde donde despegó.
Hace casi 4 años, Czepiela junto con su avión de Red Bull aterrizaron en el muelle de un puerto en Sopot, Polonia. La improvisada pista de aterrizaje era algo más estrecha que el helipuerto pero bastante más larga de lo que necesita —según se ha podido comprobar— para detener el avión con seguridad.