Las dudas ante la nueva era de los vuelos supersónicos: ni rentables ni tan rápidos
El Boom Overture, uno de los aviones supersónicos más importantes, tiene delante grandes retos técnicos y económicos para levantar el vuelo.
21 agosto, 2022 02:02La vuelta de la aviación supersónica es uno de esos sueños que algunas compañías aéreas y fabricantes de aeronaves llevan persiguiendo desde que el Concorde dejara de surcar los cielos. Esta nueva tecnología podría unir cualquier ciudad de España con Nueva York en poco más de 3 horas y media, un recorte temporal —prácticamente a la mitad— que algunos viajeros seguro aprovecharían. Pero como en toda gran revolución, existen grandes inconvenientes y problemas de ingeniería por resolver.
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Algo que no ha impedido a las grandes aerolíneas estadounidenses posicionarse con vistas a la nueva era supersónica. La última de ellas ha sido American Airlines que anunció el pasado día 17 que adquiría 20 unidades de la aeronave Boom Overture con opción a 20 más. "Los viajes supersónicos serán una parte importante de nuestra capacidad de oferta a nuestros clientes", según indicó Derek Kerr, director financiero de American Airlines, cuando se anunció la compra.
En junio de 2021 hizo lo propio United Airlines —otra de las aerolíneas más importantes de Estados Unidos— anunciado la compra de 15 aviones Overture con opción a 35 más. En total, la cartera en firme de la compañía fundada en Denver (Colorado) asciende así a 35 aeronaves. El mayor número de Concorde volando fue de 14 unidades.
Escepticismo
A pesar de la apuesta de grandes aerolíneas de talla mundial por esta tecnología, el viento en cola con el que marcha la cartera de pedidos puede que tan solo sea un espejismo. Algunos analistas apuntan a los grandes desafíos económicos y técnicos a los que Boom Supersonic se tiene que enfrentar —y resolver— a corto plazo para cumplir con los tiempos.
El Overture comenzó a desarrollarse en 2014 y habrá que esperar hasta los últimos meses de este 2022 para que un modelo a escala levante el vuelo como bando de pruebas. Por otro lado, la aerolínea United espera poder tener sus primeros aviones supersónicos operativos para el 2029. Los plazos están muy ajustados en una industria donde los procesos de validación y certificación pueden llevar incluso años.
Además de la compleja cronología, The Times apunta a otros aspectos claves del Overture que todavía no han sido rematados. Uno de los más importantes son los propulsores en los que Boom Supersonic está trabajando con Rolls-Royce y que prometen un gran rendimiento con un consumo muy bajo. Y sin recurrir a los postquemadores tan característicos en los Concorde que le servían de empujón en los primeros compases del vuelo.
El fabricante aprovechó la Feria de Farnborough del pasado julio para mostrar un nuevo diseño que elimina los tres motores —uno bajo cada ala y otro en el estabilizador vertical— por un diseño más limpio. Ahora dispone de 4 motores —2 a cada lado— integrados en un esquema de ala delta mucho más similar al del Concorde original que a cualquiera de los aviones comerciales que ahora mismo vuelan.
"Con un avión supersónico, no diseñas un avión, primero diseñas un motor", comentó Richard Aboulafia, analista aeroespacial de la consultora estadounidense AeroDynamic Advisory, a Archyde. "Esto [el Overture] no es más que una colección de dibujos a mano alzada hasta que se produce ese motor".
La conocida explosión sónica que se produce al traspasar la barrera del sonido también será un impedimento para la aeronave. Algunos gigantes de la aviación como Lockheed Martin y la NASA están investigando nuevas formas de evitar estos estruendos diseñando morros más afilados. Pero, por el momento, la operativa del Boom Overture le relegará a cubrir rutas oceánicas debido a las restricciones de ruido sobre zonas pobladas donde deberán volar a una velocidad muy similar a la que ya lo hacen los aviones comerciales.
Algo que no frena las ambiciones de la compañía que, según anuncian, su avión podrá cubrir 600 destinos en la mitad del tiempo. Algunos de ellos tan importantes como las rutas de Madrid a Nueva York o desde Los Ángeles a cualquier isla de Hawái. "Hay decenas de millones de pasajeros cada año que vuelan en clase ejecutiva en rutas en las que Overture dará una gran aceleración y las aerolíneas podrán hacerlo de manera rentable", según explica el fundador y cabeza de Boom Supersonic Blake Scholl.
Otra de las patas de la nueva era supersónica liderada por Boom es la total apuesta por conseguir el resultado de cero emisiones netas en la operativa. Algo que la compañía de Colorado espera conseguir quemando en los motores Rolls-Royce el denominado combustible sostenible de aviación (SAF, de las siglas en inglés). Este nuevo queroseno se consigue a partir de plantas y desechos que consumen carbono, lo que compensaría los gases de efecto invernadero producidos en la combustión.
Por el momento, la cantidad producida de este tipo de combustible es tan escasa como cara. Se estima que las aerolíneas tienen que pagar 5 veces más por un kilogramo de combustible SAF que por uno de combustible tradicional, relegando su uso a un testimonial 2%.
"Los aviones de hoy no son más rápidos que los de cuando mis padres eran niños", apunta Scholl. "No hay una buena razón para eso. Podemos arreglarlo. Quiero estar en cualquier parte del mundo por 100 dólares. No es ahí donde empezamos, pero es el objetivo". Donde empieza Boom Overture es en los viajes más exclusivos enfocados para aquellos que no tienen ni un minuto que perder, como los ejecutivos de grandes compañías, que realmente son los que estarán dispuestos a pagar —mucho— más por llegar antes al destino.
Según recoge The Times, también existen dudas desde el punto de vista económico por la complejidad de conseguir los billones de dólares necesarios para desarrollar cualquier avión de pasajeros. Algo que se acentúa debido a la complejidad y revolución que promete el Overture y a no basarse en ninguna plataforma anteriormente desarrollada, algo muy común entre los fabricantes de aviones más importantes.
La compañía ha recaudado unos 300 millones de dólares de los 6.000 u 8.000 millones que la propia Boom dice necesitar para lanzar el Overture. Unas cuentas que no coinciden realmente con la opinión de algunos expertos que aseguran que se necesitarán hasta 15.000 millones para que la aeronave supersónica sea una realidad.
Si los cálculos de los ingenieros se cumplen, el Overture será capaz de volar a 1,7 veces la velocidad del sonido sobre el agua y justo por debajo de la velocidad del sonido cuando lo haga sobre tierra firme. Está diseñado para transportar hasta 80 pasajeros en su versión con la mayor densidad de asientos a una distancia máxima de 7.800 km con un precio de unos 200 millones de dólares por unidad.
Versión militar
En la misma feria aeronáutica de Farnborough, Boom Supersonic aprovechó para anunciar su alianza con el contratista de material militar estadounidense Northrop Grumman. "Juntos podemos asegurarnos de que nuestros clientes militares tengan variantes de Overture para misiones donde la capacidad y la velocidad son críticas", aseguró Tom Jones, presidente de Northrop Grumman Aeronautics Systems.
La propuesta de ambas pasa por cubrir el transporte de personal en situaciones crítricas en las que la velocidad de desplazamiento es esencial. "El tiempo es una ventaja estratégica en escenarios de alto impacto, desde operaciones militares hasta respuesta a desastres", comentó Scholl en la ocasión.
Los detalles sobre la colaboración no se han revelado ni se ha indicado qué tendrá el avión supersónico militar que le diferencia del hermano civil. Lo único que comentan es que, si se adaptan capacidades especializadas, el avión podría usarse para realizar entregas de suministros médicos, proporcionar evacuación sanitaria de emergencia o vigilar vastas áreas más rápido que los aviones convencionales.
De esta última aplicación se puede extraer que Northrop Grumman incluirá sensórica de todo tipo en el Overture. Convirtiéndolo en un avión espía supersónico que podría relevar a las plataformas aéreas más antiguas que datan de los años 60 y 70 y que continúan realizando este tipo de misiones para Estados Unidos.
El acuerdo con esta compañía es la segunda aproximación a la rama militar de Boom Supersonic. En enero, anunciaron que la Fuerza Aérea de Estados Unidos había invertido 60 millones de dólares como parte de un programa de impulso tecnológico.