Así es el caza J-20, el 'Dragón Poderoso' que lidera la potente fuerza aérea china ante Taiwán
La aeronave, fabricada en China, se encuadra dentro de las de quinta generación para no ser detectada ante los radares enemigos.
15 agosto, 2022 03:20Entrar en el exclusivo club de países con cazas de quinta generación no es nada fácil. China fue el segundo tan solo por detrás de Estados Unidos y el ejército comandado por Xi Jinping no ha dudado en movilizarlos en las maniobras militares que está realizando alrededor de Taiwán. Este tipo de aeronaves —de las que España no tiene ninguna— lideran los ataques y defensas aéreos con tecnología tan puntera que en muchas ocasiones es secreta.
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La versión pekinesa de quinta generación la protagoniza el Chengdu J-20, apodado Dragón Poderoso. Con una apariencia que bien podría recordar al Eurofighter Typhoon, rivaliza directamente con los cazas F-22 estadounidenses como aeronaves de superioridad aérea con una amplísima carta de sistemas de guerra electrónica y convencional.
Aunque el aspecto más importante del caza chino es su propiedad furtiva que le permite pasar desapercibido ante los sensores y radares enemigos. Esto lo convierte en un arma mucho más letal que otras aeronaves más fuertemente armadas pero fácilmente identificables y rastreables. Es, además, una condición indispensable para considerarse como un caza de quinta generación que actualmente tan solo está presente en los F-22 y F-35 estadounidenses, en el J-20 chino y el Su-57 ruso.
Chino furtivo
El Chengdu J-20 es la joya de la corona del Ejército Popular de Liberación chino. Su desarrollo está basado en un programa experimental iniciado en los años 90 que consiguió salir adelante a principios de los 2000. Realizó su primer vuelo en enero de 2011 para entrar en servicio en 2018 cuando la fuerza aérea del gigante asiático inauguró el primer escuadrón que empleaba este modelo de caza.
China se encuentra actualmente en pleno desarrollo de una segunda versión con un par de asientos dentro de la carlinga posicionándolo como el primer caza de quinta generación en disponer de este tipo de característica. También se encuentra inmersa en pruebas para adaptar un nuevo motor al J-20 con capacidades vectoriales, que consiguen dirigir la tobera para conseguir cierto ángulo de propulsión según las necesidades.
Actualmente, según el último reporte de World Air Forces, China cuenta en activo con 19 unidades de J-20. Por su parte, algunos informes provenientes de la Universidad de la Fuerza Aérea de Estados Unidos indican que en 2021 ya estarían en servicio más de 50 unidades. Los datos oficiales sobre las aeronaves operativas son desconocidos, así como el número de unidades fabricadas que analistas apuntan a más de 150. Todo ello para uso nacional, ya que Pekín no exporta este aparato.
El J-20 cuenta con una longitud de 21 metros con una envergadura alar de 13. Dispone de un par de alerones delanteros similares al modelo Typhoon de Eurofighter que le proporcina una gran maniobrabilidad en enfrentamientos contra otros cazas.
Tiene un peso máximo al despegue de 37 toneladas impulsadas por un par de motores firmados por Shenyang —modelo WS-10C— producidos en la propia China y con sistema de postquemador. El modelo con el que tienen planeado reemplazarlo corresponde con el WS-15 fabricado por Xi'an y con el que, según South China Morning Post, habrían estado realizando algunos ensayos el pasado marzo.
Dispone de un par de motores que le catapultan a 2 veces la velocidad del sonido (algo más de 2.000 km/h) a una altitud máxima de 20.000 metros. En cuanto a la autonomía, se estima que podría recorrer unos 2.000 km en modo combate y más de 5.000 en modo ferry con un par de tanques de combustible extra.
Misiles a 400 km
El apartado del armamento es otro de los puntos fuertes de este J-20 chino. Como buen caza furtivo de quinta generación, se limita a guardar las municiones en la gran bahía central situada en la panza de la aeronave. Este método de acarreo es esencial para reducir al máximo la huella radar que tendría si llevara los misiles o las bombas debajo de las alas.
Al ser un caza de superioridad aérea su armamento también está adaptado para poder derribar a otras aeronaves enemigas, de ahí que su ataque a tierra esté muy limitado. Dispone de la gama de misiles PL —de desarrollo nacional— que van desde municiones para el corto hasta el largo radio con hasta 11.000 kilogramos de capacidad.
Los misiles PL-10 y PL-12 son los encargados de ejecutar ataques aire-aire a corta y media distancia, respectivamente. El primero tiene una masa de 105 kilogramos acompañado de un sistema de guiado por infrarrojos y un alcance de 20 kilómetros. Por su parte, el PL-12 va un paso más allá alcanzando los 100 kilómetros de rango efectivo a una velocidad que supera los 4.000 kilómetros por hora.
Los más grandes que puede equipar el Chengdu J-20 son los misiles PL-15 y PL-21. Ambos encuadrados dentro de los de largo alcance con radios que van desde los 300 hasta superar los 400 kilómetros. La particularidad del PL-21 es que puede lanzarse sin tener prefijado el objetivo, es capaz de obtenerlo y seguirlo tras el lanzamiento.
La lista se completa con pequeñas bombas guiadas de 50 y 100 kilogramos y de misiles antirradiación capaces de dejar fuera de juego los sensores enemigos como los radares. También dispone de un radar AESA y aviónica dedicada a la monitorización y seguimiento de objetivos aéreos.