Nubes de hidrógeno en el Sol, aerogeneradores girando a toda velocidad en una aurora boreal o imponentes campos de cerezos iluminados por las estrellas son algunas de las mejores fotografías astronómicas de este año, un trabajo en el que España también destaca. Son más de 20 imágenes que han requerido de alta tecnología y mucho trabajo para lucir tan espectaculares
[15 fotógrafos ‘lucharán’ por captar la mejor foto del cielo nocturno de La Palma]
Los finalistas han recurrido a telescopios o cámaras modificadas. Algunas se han tomado en cuestión de segundos, mientras otras han implicado horas de observación y de posterior edición.
La Royal Museums of Greenwich es la encargada de organizar este concurso internacional que recoge el trabajo de fotógrafos de todo el mundo. Este año se han enviado imágenes de 67 países. Se trata de la 14º edición que se celebra y en ella se pueden observar fenómenos y astros espaciales, al mismo tiempo que se disfruta de las vistas del cielo nocturno desde la Tierra.
Los finalistas
Ciencia y tecnología se unen en esta competición, ya que los astrofotógrafos deben saber de cámaras y telescopios tanto como de la naturaleza de los objetos espaciales que fotografían. Entre las explicaciones que dan de cómo tomaron estas instantáneas se puede ver el meticuloso trabajo que requiere cada toma.
Lionel Majzik, por ejemplo, explica como consiguió esa espectacular fotografía de un cometa. En plena Navidad de 2021, el cometa solo era visible en el hemisferio sur y los astrofotógrafos debían hacer uso de los telescopios de esa región, consiguió una reserva de solo cuarto de hora para el telescopio robótico más popular, el telescopio de 200 mm de Skygems Remote Observatories en Namibia. Las condiciones climáticas no eran las mejores esa noche, pero valió la pena.
A la derecha Carl Gallagher presenta una imagen también impactante, pero que requirió menos tecnología. La aurora boreal se fusiona con un barco abandonado en Islandia con una sola exposición en la cámara. El único retoque que ha sido necesario para dar con ese resultado consiste en pintar ligeramente el primer plano del barco. "Nunca apilo, mezclo ni combino imágenes; es solo un momento simple, único en el tiempo", explica Gallagher.
Las imágenes que compiten en este concurso pueden ser fruto de una simple toma conseguida con años de experiencia por parte de su autor, pero otras implican un proceso de composición exhaustivo. Infierno solar de Stuart Green es una buena muestra de ello. La superficie del Sol en constante movimiento queda plasmada en esta fotografía.
Para conseguirla Green aisló la conocida como línea H-alfa con un refractor de 150 mm que funciona a f/34 con filtros. La imagen muestra la Región Activa 12907 del Sol y para capturar ese movimiento de las manchas solares se filtra selectivamente todas las longitudes de onda de la luz excepto una estrecha banda roja de 656,28 nm, la llamada línea H-alfa. Fue necesario apilar 2.500 marcos separados, después "se descontorsionaron, se afilaron y se colorearon para crear el resplandor ardiente", explica.
Otra imagen compleja de montar fue esta otra de la Luna tomada por Andrea Vanoni en Italia. Más que una fotografía se la puede describir como mosaico, pues se compone de 32 paneles de la Luna creciente. El fotógrafo tardó dos horas en filmar la superficie de esta gran luna. Durante ese tiempo el satélite se fue desplazando, es lo que se conoce como libración lunar y supone una vacilación de la Luna vista desde la Tierra. Compensar durante el montaje este fenómeno fue lo más complicado.
Las 22 fotografías finalistas tendrán que esperar al 15 de septiembre para conocer quiénes son los ganadores definitivos de este concurso, que se llevarán 10.000 libras, más de 11.600 euros al cambio.