Una de las donaciones de material a la Fuerza Aérea rusa

Una de las donaciones de material a la Fuerza Aérea rusa Rob Lee / Twitter Omicrono

Tecnología

Drones de combate para los ucranianos, taladros para los rusos: el crowdfunding entra en guerra

Varias campañas de financiación colectiva están aportando fondos y todo tipo de material de manera muy desigual a los dos bandos.

14 junio, 2022 03:51

La guerra de Ucrania y Rusia ha entrado en una fase especialmente delicada. Mientras los ucranianos resisten en Azot para impedir la toma total de Severodonetsk, sus altos mandos siguen solicitando armamento pesado a los países de la OTAN, entre los que se encuentra España. Según aseguraba ayer en Twitter Mykhailo Podolyak, asesor de Volodímir Zelenski, Ucrania necesita al menos 1.000 obuses, 500 tanques, 300 sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple y 2.000 vehículos blindados para equilibrar la balanza en el campo de batalla.

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Pero hay otra vía por la que Ucrania y Rusia están recibiendo refuerzos cada día: a través de campañas de crowdfunding organizadas por empresas y ciudadanos particulares. Cada uno desde sus posibilidades, tratan de apoyar a su bando con ayuda financiera y envío de material militar a los distintos frentes abiertos desde el inicio de la contienda.

Lo que más sorprende es el desigual éxito de estas iniciativas, que para los soldados ucranianos se están materializando en todo tipo de armamento avanzado y dispositivos como las conexiones con satélites Starlink y en el caso de los rusos da para poco más que comida, ropa, material médico y herramientas básicas.

Una ayuda desigual

En la última semana, han aparecido en redes sociales decenas de imágenes mostrando walkie-talkies comerciales, prismáticos y artículos de bricolaje donados a las unidades de aviación de combate rusas que están participando en la guerra contra Ucrania. El surtido, que cualquiera podría comprar en una ferretería, incluye llaves inglesas, desbrozadoras, taladros eléctricos e incluso un hacha.

Otro escuadrón de las Fuerzas Aéreas de Rusia se llevó el premio gordo al recibir un par de carretillas elevadoras, como las que se pueden encontrar en cualquier almacén industrial, para ayudarles a mover las bombas que deben cargar en sus aviones Su-34 Fullback

El ejército estadounidense, entre otros, también emplea este tipo de vehículos para trasladar armas en las bases aéreas, pero normalmente no como parte del proceso de carga de municiones directamente en los aviones, como muestran las recientes imágenes provenientes de Rusia. 

Según denunciaban los propios soldados rusos desde el inicio de la contienda, muchas unidades entraron en combate sin el material necesario y mal preparadas. Desde entonces, cientos de ciudadanos y empresas rusas han tratado de suplir sus carencias, enviando gran variedad de artículos como radios, ópticas de visión nocturna, suministros médicos y alimentos. Las tropas rusas también han recibido algunos drones comerciales de DJI, que están desempeñando un papel vital en el conflicto.

Un soldado ruso mostrando material procedente de una campaña de crowdfunding

Un soldado ruso mostrando material procedente de una campaña de crowdfunding Rob Lee / Twitter Omicrono

Según recoge el New York Times, una asociación de oficiales rusos retirados publicó el 19 de mayo una carta abierta en la que anunciaba que estaban recaudando fondos urgentes para equipar al ejército "aunque el gobierno tiene mucho dinero". Una crítica bastante explícita a Putin, en la que también se calificaba de “tibio” el esfuerzo bélico y se instaba al presidente ruso a declarar el estado de guerra para capturar toda Ucrania.

Hay muchos ejemplos de la terrible escasez de material de los batallones rusos. Por ejemplo, un grupo de mujeres que recoge donaciones para el esfuerzo bélico se enteró de que algunas de las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia estaban tan mal equipadas que utilizaban bolsas de la compra para transportar sus pertenencias. En su cuenta de Telegram, el grupo hizo un llamamiento urgente para conseguir mochilas, zapatos, calcetines, linternas, mecheros, azúcar y pilas, entre otros productos de primera necesidad.

Radios donadas a las fuerzas aéreas rusas

Radios donadas a las fuerzas aéreas rusas Fighterbomber Omicrono

Este tipo de necesidades dice mucho del deficiente estado del ejército ruso y su equipamiento. Casos como el de la transmisión de información a través de radios no codificadas son una buena muestra de cómo han tenido que improvisar sobre la marcha debido a la escasez de fondos y el coste que eso puede tener a nivel militar. Este tipo de deslices ha permitido a los ucranianos interceptar las comunicaciones y geolocalizar a comandantes y batallones enteros, lo que ha costado severas derrotas en el campo de batalla.

Campañas exitosas

En el bando ucraniano, las campañas de financiación colectiva han tenido bastante más éxito consiguiendo drones de combate, visores nocturnos y rifles de asalto. Iniciativas como la del presentador de televisión y político ucraniano Serhiy Prytula, que ha lanzado una fundación para ayudar al ejército con material como conexiones con los satélites de Starlink, han recibido cuantiosas donaciones de todo el mundo.

Dron Bayraktar TB2

Dron Bayraktar TB2 Bayraktar Omicrono

Otra reciente campaña de crowdfunding en Lituania consiguió recaudar casi 6 millones de euros para comprar un dron de ataque TB2 de fabricación turca equipado con munición de precisión. El propio fabricante Bayraktar decidió apuntarse el tanto donando una de estas aeronaves no tripuladas al gobierno lituano, para que luego sea transferido a las fuerzas armadas ucranianas.

Con los 1,5 millones de euros que se recaudaron originalmente a través de donaciones directas y un sello especial puesto a la venta en Lituania, Bayraktar y el gobierno lituano llegaron al acuerdo de que esos fondos se destinen a comprar ayuda humanitaria para las regiones ucranianas más golpeadas por la guerra.

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Muchas de estas campañas tienen nombre y apellidos. Serhiy Zhadan, un conocido novelista, poeta y músico ucraniano, ha puesto su fama al servicio de la recogida de donaciones a través de PayPal para apoyar al ejército de su país. En su página de Facebook publica fotos de los soldados a los que ha financiado nuevos vehículos para defender su ciudad natal, Jarkov.

No es el único. Desde Holanda, el empresario aeronáutico Farid Bekirov lleva gestionando la web eyesonukraine.eu desde 48 horas después de la primera agresión rusa del 20 de febrero. Ya han conseguido enviar un primer convoy de ayuda, compuesto por un vehículo todoterreno y 86 drones de vigilancia para, entre otras cosas, registrar en vídeo los posibles crímenes de guerra de Rusia.

Una de las furgonetas donadas por Serhiy Zhadan

Una de las furgonetas donadas por Serhiy Zhadan Serhiy Zhadan / Facebook Omicrono

Los propios oficiales ucranianos reconocen “la importancia crítica” que están teniendo estas campañas en el transcurso de la guerra. Uno de ellos, a cargo de una batería de artillería en el Donbás, asegura al medio alemán DW que sin los fondos conseguidos a través de crowdfunding “la unidades más pequeñas ni siquiera tendrían ordenadores con los que trabajar”. 

Tampoco es algo nuevo. Antes de 2014 y la revolución del Maidán, las fuerzas armadas ucranianas no contaban con dispositivos de imagen térmica ni sistemas avanzados de vigilancia, algo que trataron de solventar a través de campañas de micromecenazgo. Finalmente, consiguieron comprar algunos de estos equipos, así como centenares de chalecos antibalas y cascos. 

Frente a las grandes cifras de las donaciones de países como EEUU, cuyo último paquete de ayuda asciende a 40.000 millones de dólares, la labor de cientos de iniciativas de recaudación de fondos sigue siendo crucial. Las armas occidentales están tardando en llegar y el dinero no siempre se dedica a lo más urgente, mientras las donaciones a pequeña escala llegan sin filtros a quienes lo más necesitan en el frente. Les va la vida en ello.

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