El ingenio de Ucrania para derribar más helicópteros rusos: sus camionetas se convierten en lanzamisiles
Una fundación ucraniana ha equipado pick-ups con sistemas de misiles Mistral para que los soldados puedan desplazarse y ser más efectivos.
10 mayo, 2022 03:51Noticias relacionadas
La necesidad de material militar en Ucrania ha despertado el ingenio de los soldados adaptando las armas que actualmente disponen a vehículos cotidianos. La última de estas combinaciones tiene como protagonista a un lanzamisiles antiaéreo Mistral —que el Ejército de Tierra de España cuenta en su poder— y una camioneta Fullback de la marca italiana Fiat. Los ucranianos han colocado el MANPAD en la parte trasera del todoterreno y han creado una nueva plataforma desde donde poder ejecutar ataques tierra-aire.
La idea proviene de la fundación Regresad Vivos, quienes han adaptado el espacio de los Fiat para albergar una pequeña estación de disparo. Con camuflaje incluido. "Los grupos de fuego móviles con MANPADS [armas antiaéreas] y ATGM [armas antitanque] deben ser rápidos", comenta Andriy Rymaruk, presidente del departamento militar de la fundación.
"Están destruyendo drones y helicópteros enemigos y, en el futuro, también lo harán con aviones de combate rusos", prosigue. Rymaruk detalla que los soldados están trabajando actualmente con los sistemas de misiles tierra-aire guiados Stinger y 9K38 Igla. De diseño estadounidense y soviético, respectivamente. "Este tipo de trabajo necesita realmente movilidad; Por esa razón estamos donando vehículos nuevos, no usados".
Noruega envió en abril unas 100 unidades de lanzadores Mistral y, de ellas, un número desconocido se encuentran acopladas a las pick-up de Fiat. Desde la fundación tampoco informan si los inventos han conseguido derribar a algún carro o aeronave rusa.
Misiles Mistral
Esta gama de misiles se desarrolló en los a mediados de los años 70 en la por entonces compañía francesa Matra Defence, posteriormente fusionada con otras compañías europeas para dar como resultado el fabricante de misiles MDBA. Entró oficialmente en servicio en 1988 y estuvo presente en la Segunda Guerra del Congo dentro de las filas de Ruanda en 1999, cuando consiguió derribar un caza de Zimbabue.
El Mistral se encuadra dentro de las armas de defensa aérea de corto radio especialmente diseñadas para derribar helicópteros y aeronaves volando a baja cota. Desde que se lanzó, la compañía ha ido adaptando el sistema de misiles para que pueda emplearse tanto por un soldado en tierra firme como ejecutar lanzamientos desde otras aeronaves o embarcaciones.
Dispone de un sistema que evita los señuelos que normalmente lanzan los helicópteros y aviones cuando se internan en una zona enemiga. Lo consigue con un sistema de guía por inerciales —similar al que emplean los aviones— y no por un sensor de infrarrojos, en cuyo caso el misil quedaría inutilizado con los señuelos.
También dispone de un buscador diseñado para evitar las contramedidas electrónicas que permite al misil rechazar las interferencias emitidas por estos sistemas. El fabricante ha desarrollado puestos de mando en camiones a los que ha añadido radares para trabajar juntamente con los sistemas portátiles Mistral y otros ecosistemas de defensa aérea.
Tiene una longitud de 1,86 metros, un diámetro de 90 milímetros y un peso de misil de 13,5 kilogramos. De sistema de propulsión emplea un cohete de combustible sólido que le confiere un alcance de hasta 7 kilómetros —para el modelo más moderno— y 3.000 metros de altitud. Puede acarrear ojivas de 2,95 kilogramos de explosión con metralla de bolas de tungsteno de alta densidad.
Otros MANPADS
Los Mistral no son, ni mucho menos, los únicos sistemas de misiles antiaéreos que campan a sus anchas en territorio ucraniano desde que comenzó la invasión. Estados Unidos fue uno de los primeros países en posicionarse a favor de Ucrania y también se convirtió en pionero en el envío de su modelo Stinger.
El FIM-92, como se conoce comercialmente al Stinger, lleva operativo dentro de las fuerzas armadas estadounidenses desde 1981 y, desde entonces, es el misil tierra-aire portátil por excelencia. Está fabricado por Raytheon y dispone de un sistema de guiado por infrarrojos que le permite alcanzar aeronaves y algunos modelos de drones.
El misil tiene aproximadamente metro y medio de longitud y un peso de 15 kilogramos con la ojiva montada en los que se incluye un sistema de propulsión de dos etapas. La primera para alejarse unos metros del artillero y la segunda para impulsarse hasta 2.700 kilómetros por hora. Dispone de una alcance máximo efectivo de 5.500 metros y una altitud de 3.800 metros.
También antiaéreos son los polacos GROM que actualmente se encuentran en una cantidad indeterminada dentro de Ucrania. Estos misiles entraron en servicio a mediados de los 90 y cuentan con un cohete alimentado por combustible sólido.
Gracias a él, tiene un alcance similar al Stinger con 5.500 metros efectivos y una altitud máxima de 3.500 metros a una velocidad de 2.340 kilómetros por hora. Al igual que el modelo estadounidense, el guiado se realiza gracias a un sensor infrarrojo. A Polonia se unen países como Indonesia, Georgia o Lituania como operadores del GROM.