Los drones de DJI, que se venden para uso recreativo y otras funciones en España, son un tema candente también en la guerra entre Ucrania y Rusia. A principios de semana el fabricante chino anunciaba la paralización de las ventas en ambos países para evitar que se usen en el conflicto y negaba las acusaciones de las autoridades ucranianas sobre la colaboración con Rusia, pero ahora se han visto obligados a rectificar en un detalle clave que también afectaría al resto de usuarios.
DJI ha reconocido ante The Verge que las señales de su sistema de rastreo de drones AeroScope no están encriptadas. Esto significa que es mucho más fácil acceder a esos datos y localizar los drones y sus pilotos, lo que encajaría con las acusaciones del viceprimer ministro de Ucrania, Mykhailo Fedorov, que dice que DJI permite que Rusia use libremente su sistema de seguimiento para identificar la ubicación de los pilotos ucranianos y, supuestamente, matarlos con ataques de mortero y misiles.
Ante un artículo del medio estadounidense, la compañía defendió la seguridad de sus sistemas alegando que estaban encriptados, información que ahora ha tenido que corregir después de que el hacker Kevin Finisterre advirtiera que ese detalle era falso. Aseguran que es el único dato que han dado erróneo.
¿Qué es AeroScope?
Este sistema se diseñó con la intención de fortalecer la seguridad pública. Cada dron DJI transmite una señal que solo deberían recibir los receptores creados para descifrarla y recoger la posición de ese dron y su piloto. De esta forma, si un dron se acerca a un aeropuerto o zona restringida como la ciudad, la policía puede monitorear la señal y detener al piloto que está infringiendo la ley que regula el uso de estos dispositivos.
DJI asegura que solo vende este sistema a agencias de seguridad y fuerzas del orden válidas, con la intención de que los ciudadanos no puedan utilizar AeroScope para localizar y perseguir a los pilotos cuando estén concentrados volando el dron. Claro que el fabricante no tuvo en cuenta el uso que las autoridades gubernamentales podrían darle al sistema en tiempos de guerra.
Drones en guerra
Muchos ciudadanos ucranianos han recurrido a drones de recreo como los de DJI y otras marcas para ayudar al ejército de su país en la contienda. Motivo por el que el viceprimer ministro de Ucrania, Mykhailo Fedorov, ha pedido a su población que deje de usarlos ante la posibilidad de que las tropas enemigas pudieran localizarlos con el sistema de rastreo.
La falta de cifrado en la señal de Aeroscope facilitaría la localización de los drones y los pilotos por parte de otros muchos receptores. En plena guerra, saber donde se encuentra un piloto utilizando un dron para vigilar la zona puede dar ventaja táctica al otro bando y atacar directamente a ese piloto. No obstante, lejos de la guerra esto también puede ser un problema para la seguridad de los usuarios.
El político ucraniano también ha acusado a la compañía de ayudar a Rusia provocando fallos en el funcionamiento de los drones. DJI lo niega, aunque reconoce haber detectado fallos en el funcionamiento. El fabricante chino ha decidido retirar sus productos de ambos países alegando que no quieren que se usen para el combate y especificando que no lo hace por apoyo a ninguno de los dos países en guerra.
DJI es una empresa financiada, en parte, por el gobierno chino, el cual mantiene su neutralidad en este conflicto. En contraposición ha sido sancionada por Estados Unidos con anterioridad, donde se han vetado sus dispositivos por considerarlos una amenaza.