El precio de los carburantes en España está al alza, es por ello que hoy entra en vigor la bonificación de 20 céntimos con la idea de aligerar el repostaje. Mientras tanto los conductores buscan las gasolineras más baratas para llenar el tanque del coche por menos dinero; aunque implique tener que aguantar una larga cola de vehículos, como sucedió en Madrid. Las estaciones de servicio 'low cost', que se han quejado de la medida, se han vuelto muy populares y, para evitar que nadie salga engañado, existe una tecnología que permite conocer la calidad de su combustible, además de si ha sido modificado o no.
SICPA, una empresa suiza especialista en sistemas antifraudes, cuenta con una herramienta que permite saber en todo momento si el carburante que se puede encontrar en las gasolineras 'low cost', y en cualquier otra, es de calidad o no; y que ayuda a que al usuario no le den gasóleo y alquitrán en lugar de gasolina refinada de 95 octanos. Incluso permite rastrear los camiones que la transportan para proteger los barriles de los robos por parte de las mafias.
"Para evitar fraudes, contamos con una serie de moléculas que llamamos 'marcadores' que ponemos con precisión suiza en unas proporciones exactas de partes por millón en los oleoductos o en los camiones cisterna para saber el tipo de combustible que transportan y su calidad. Una gasolina de la que podemos sacar todo tipo de información y seguirla el rastro en todo momento", explica Fabián Torres, director de desarrollo de negocio de SICPA, a EL ESPAÑOL - Omicrono.
Un marcador y laboratorio
El proceso es bastante sencillo. La compañía coloca con cuidado y precisión las moléculas en los jumbo tanques o directamente en los oleoductos o en los tubos de transporte. "Estos marcadores son amistosos con la gasolina y son invisibles a la vista e imposibles de lavar o manipular, y están adaptados a todos los tipos de hidrocarburos. Además, son inocuos, inoloros y no perjudican al motor ni al medio ambiente", señala Fabián Torres.
La principal ventaja de utilizar estos marcadores es que con ellos la compañía puede "detectar si un determinado hidrocarburo lleva el marcador que le corresponde, si es legal y si ha sufrido alguna dilución o mezcla con alguno otro. Es decir, se puede saber si es de calidad o si te están engañando". Para conocer toda esa información la compañía ha fabricado un laboratorio de alta precisión, "un poco más grande que una caja de zapatos", que analiza una muestra y que se transporta en un vehículo, normalmente, una furgoneta.
"Anteriormente las tomas de muestra se llevaban a un laboratorio central y se analizaban, mientras que 'los malos' ya habían robado, vaciado o manipulado el tanque. Gracias a este analizador portátil que está en la furgoneta podemos tener los resultados de la muestra ahí mismo y en apenas dos minutos. Esa información es la que permite saber si la gasolina es legítima o no y si ha sido adulterada y en qué proporción. Incluso sirven como prueba de carácter probatorio ante tribunales", informa el directivo.
Rastrear la gasolina
Además de los marcadores y del laboratorio portátil, la compañía también incorpora otros dispositivos para rastrear los barriles de gasolina y protegerlos para que no sean robados. Concretamente, disponen de "varios sensores y chips de Internet de las cosas (IoT) instalados en el vehículo que tienen una pila y transmiten información de cómo está viajando un determinado camión. Obtenemos una gran cantidad de datos", indica Fabián Torres.
El chip ofrece detalles en tiempo real como la velocidad del camión, sus coordenadas o por dónde está pasando en un determinado momento. "Si lo roban o si hay alguna parada extraña en ruta, entonces sabemos que puede estar ocurriendo algo", afirma el directivo. Con la subida del precio del carburante se están dando más ataques de este tipo, porque "los malos, cuanto más caro es el producto, mayor es el lucro que obtienen; y más en estos productos que tienen una alta tasación fiscal y se quitan el pago de ese impuesto".
El directivo también señala que la compañía se ha dado cuenta de que hay nuevos usos que se le puede dar a la gasolina modificada desde una perspectiva de seguridad. "Con la guerra de Rusia y Ucrania, si se adultera el combustible de un avión, éste despegará, pero se vendrá abajo enseguida. Por lo que nuestra herramienta podría controlar que no se perturbe el carburante de los cazas, por ejemplo".
Diferentes fraudes
El uso de esta tecnología no es otro que el de evitar fraudes y el comercio ilícito de cualquier forma en el petróleo o gasolina, y derivados. En la actualidad existe una gran variedad de estafas, incluso algunas de ellas tienen lugar en España. "Por ejemplo, se pinchan oleoductos de transporte para robar el combustible, sobre todo en la zona de la costa, como Huelva, Sevilla y Cádiz. Y esto deriva también en contrabando de esa gasolina que viaja en camiones", explica Fabián Torres.
Otra estafa que la compañía ha detectado es "el fraude fiscal y de alguna forma de venta de gasóleo modificado en gasolineras. Los gasóleos que están subvencionados llevan unos colorantes y los 'malos' lo que hacen es lavarlo, cambiarle el color echándoles algún tipo de compuesto. Esto al final contamina más y es perjudicial tanto para el medio ambiente como para los motores del coche. Y esto está sucediendo en España".
También existen otro tipo de estafas, como el bunkering, que "consiste en buques que se arriman a la costa y desde ahí introducen gasóleo o la gasolina en barcazas para su distribución haciendo comercio completamente ilegal de estos productos". Incluso hay macro fraudes que se dan en relación con las gasolineras 'low cost', como defraudar el IVA de los hidrocarburos. Estas herramientas serían capaces de terminar con todas ellas, según señala el directivo.
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