Los relojes inteligentes se están convirtiendo en el asistente capaz de saber si se ha sufrido una caída, un accidente de coche o si se necesita asistencia médica por un posible infarto. El Apple Watch ya han salvado más de una vida gracias a sus sensores, pero sin cobertura es complicado que pueda pedir ayuda a familiares o servicios de emergencia, algo que sí consigue el reloj O-BOY creado por una start-up belga.
Mediante conexión satelital, este dispositivo promete asistir a deportistas amantes de los retos más extremos y mandar ayuda allí donde no hay cobertura, en pleno mar o en la grieta más profunda de la montaña. Una tecnología que se rumoreaba que Apple incluiría en los iPhone 13 en 2021 por la seguridad que aporta en situaciones de emergencia.
O-Boy nace en 2015 cuando el fundador de LifeLineSat sufrió un accidente practicando windsurf. Esa idea inicial se materializa hoy en un reloj de rescate satelital, gracias a la ayuda de la Agencia Espacial Europea (ESA), que se promociona en la web Kickstarter en busca de financiación por todo el mundo. Su precio de partida es de 265 euros más la suscripción a los tres programas de rescate que ofrece.
Así se ha creado O-BOY
Hadrien Drochy decidió fundar una empresa en Bélgica y crear este dispositivo, un día de 2015 cuando haciendo windsurf en la costa de Cabo Verde perdió la aleta de su tabla, lo que la convierte en inutilizable, o como dice él:"como un tronco flotante". Varado a kilómetros de la costa, viendo la puesta de sol, pensó "Oh, chico... ¡Me he metido en un gran lío!".
Tuvo la gran suerte de encontrarse con un bote lleno de buzos que le rescataron. De vuelta en casa, ya a salvo, buscó alguna solución para reforzar su seguridad en casos de este estilo, pero no encontró nada, así que decidió crearlo él mismo. Un aparato que le permitiera comunicarse desde cualquier punto del planeta y que pudiera llevar en la muñeca.
"Un faro de luz en la oscuridad. Una esperanza en el desierto. Un San Bernardo en la montaña. Un delfín en el mar", con este poema, Hadrien presenta O-BOY en 2022. Dejó su carrera de abogado y fundó LifeLineSat para, junto a Antonin, PhD en Física Matemática, investigador académico del MIT diseñaron este reloj sólido como una roca y con certificación IP68 para resistir al polvo, al agua y a cualquier caída o golpe.
Su diseño es sencillo, cuenta con una correa ajustable, un botón lateral rojo para pedir rescate y una pantalla digital protegida con Gorilla Glass. La esfera digital muestra las manecillas del reloj que marcan las horas en una superficie analógica.
Para que sea cómodo de usar en plena actividad deportiva, el reloj solo pesa 40 gramos y tiene un diámetro de 50 mm. Todo el dispositivo resiste a una profundidad de algo más de 9 metros en el agua y cuenta con conexión bluetooth y una batería que dura hasta siete días y permite enviar hasta 48 mensajes o rastrear puntos con una sola carga, según sus creadores.
Frente a la dependencia a los datos móviles de un smartphone que tienen muchos de los relojes del mercado, O-BOY se ampara en su propia comunicación por satélite para poder operar desde el rincón más remoto del planeta. Para ello, LifeLineSat se unió a ESA BIC Bélgica en 2021 con la intención de explorar qué tipo de tecnología espacial o datos satelitales podrían ser útiles.
El resultado es un dispositivo con una antena satelital omnidireccional y un gran botón de emergencia que según se utilice puede marcar tres tipos diferentes de mensaje: Búscame, Rescátame, Sígueme. El mapa muestra las zonas en las que el sistema de esta empresa puede atender a una llamada de rescate conectado la ubicación del reloj y la señal satelital con los servicios de emergencia más cercanos o con las personas designadas para cuidar del deportista.
Búscame, rescátame y sígueme
Apretando el botón de rescate 5 veces seguidas se activa la función de Búscame. La pantalla se vuelve naranja y se escucha un audio para confirmar que el sistema ha enviado un mensaje con las coordenadas a los contactos más directos del deportista para que ellos estén tranquilos o pueda salir en su busca. "También puede adaptar el mensaje a través de la aplicación O-BOY usando Bluetooth incluso si no tiene una red móvil", explican en LifeLineSat.
En cambio, si se presiona el botón 8 veces, el color de la pantalla será el rojo para indicar que se ha solicitado un aviso de rescate a los servicios de emergencia más cercanos. Con la suscripción a Recátame, se incluye un seguro que cubre hasta 50.000 dólares de la operación de búsqueda y rescate para cubrir cualquier coste de la operación, en muchos casos un descuido puede volverse en contra de la persona.
En tercer lugar, pulsando el botón hasta 10 veces servicio de seguimiento para tranquilizar a los familiares o permitir que el entrenador monitoree a distancia la ruta que se sigue. Los mensajes se mandan en varios intervalos de 5, 20 o 60 minutos. Esto también permite después revisar los detalles de la aventura y compartirlos en redes sociales.
Cada uno de estos servicios cuenta con una suscripción con precios que van desde los 9,95 dólares por 50 mensajes en Búscame, hasta 28,95 dólares al mes en el caso de Rescátame. Desde la compañía belga sugieren que se contraten los servicios solo cuando se vayan a necesitar si se está preparando un viaje de riesgo para escalar alguna montaña, por ejemplo.
Desde Kickstarter, Hadrien Drochy y su equipo están consiguiendo financiación para lanzar al mercado el O-BOY durante el segundo trimestre de 2022. Por 265 euros, cualquier persona puede colaborar con ellos y reservarse una de las primeras unidades de este reloj que llegarán en julio de este año.
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