El programa de rearme de Marruecos es uno de los temas que preocupa tanto a España como Argelia. Los dos países más próximos ven cómo Rabat invierte en la modernización de su ejército con continuas compras y cierres de contratos multimillonarios.

Una de los sectores estratégicos por los que más ha apostado Marruecos son los drones, de los que actualmente tiene 4 modelos diferentes. Algunos de ellos especialmente enfocados en la adquisición de información para labores de inteligencia mientras que otros incluso pueden disparar misiles o actuar como kamikazes.

Tener constancia de la posición y el vuelo de estos drones es más complicado que hacer lo mismo con otras plataformas como pueden ser aviones o helicópteros. De ahí que sean necesarios radares y sistemas muy específicos como los que acaba de adquirir Argelia, según Menadefense, y que ya habrían incorporado a su arsenal militar.

Escudo argelino

Este complejo escudo antidrones se vio por primera vez a finales del año pasado dentro del las filas de la Armada Nacional Popular (ANP) —como se conoce al ejército argelino— y supone un impulso importante a las capacidades de guerra electrónica del país africano.

Para esta tarea tan complicada y esencial, han comprado un sistema de guerra electrónica integrada LDK-190 a las compañías chinas Elinc y Ceic. El arma cuenta con capacidad para detectar en un radio de 600 kilómetros el vuelo de drones al otro lado de la frontera con Marruecos. Para ello cuenta con sensores de emisiones de radio y un radar muy avanzado.

Esas emisiones son las que usan los drones para las labores básicas de navegación. Al tratarse de aeronaves no tripuladas, un operador debe estar al otro lado de la línea de comunicaciones al mismo tiempo que el radar integrado dentro del propio dron escanea las inmediaciones. La radiación emitida sirve para que el sistema pueda determinar la posición del dron mientras lo identifica y clasifica como amenaza.

Otra función esencial de esta nueva arma argelina es la de proteger los radares y los sistemas antiaéreos de un tipo de misil específicamente diseñado para detectarlos y destruirlos. Estos misiles, conocidos como antirradiación, pueden identificar fuentes de radiación enemiga (sensores, radares...) y acabar con ellos. El escudo chino de Argelia crea una cortina de interferencias que ciega a estos misiles.

La segunda capa de protección llega a un radio de 300 kilómetros en los que el escudo antidrones bloquea las comunicaciones de la aeronave ni tripulada al mismo tiempo que detiene el uso de sistemas de posicionamiento por satélite. De esta forma, los enemigos situados dentro del rango de acción no podrán utilizar GPS, Galileo, Baidu o GLONASS.

Las funciones se completan con un detector de aeronaves y barcos furtivos, también de ofrecer información sobre aviones de guerra electrónica a 500 kilómetros de distancia y la eliminación de equipamiento eléctrico de las amenazas al incorporar un emisor de radiación direccional de 500 kW. Esta última característica es la que emplean algunos escudos antidrones y consiste en quemar a distancia los componentes electrónicos de los drones aplicando una radiación de alta energía.

Casi al mismo tiempo y al otro lado de la frontera, Marruecos desplegaba nuevos misiles —también chinos— en su particular escudo antiaéreo. Una nueva batería que llega para completar la primera capa de protección con misiles capaces de derribar aeronaves militares tripuladas como cazas o y no tripuladas, solo que en lugar de recurrir a la guerra electrónica como Argelia, utiliza misiles con ojivas explosivas.

El dron kamikaze

La adquisición de Argelia de este escudo antidrones llega como respuesta a los planes anunciados por Marruecos de desarrollar drones kamikazes junto a Israel y a las recientes adquisiciones directas de drones de ataque.

En cuanto a los primeros, los últimos reportes apuntan a que Marruecos ya habría recibido las primeras unidades del dron Elbit Hermes 900, uno de los más avanzados del mundo y cuya labor es doble: recabar información y, en un momento dado, convertirse en dron kamikaze.

El Hermes 900 puede permanecer hasta 36 horas en vuelo y acarrear una carga de 350 kilogramos. Según los últimos reportes, Marruecos cuenta con 4 unidades de este modelo de dron.

"Si estos drones demuestran sus capacidades operativas, Marruecos comenzará la producción", comentó Mohammad Shkeir, experto en temas militares, a Defense News. "Dentro de su estrategia militar, Marruecos suele recurrir a la diversificación de su equipamiento [...], por lo tanto, la producción no se limitará a un modelo de estos drones, sino que incluirá otros formatos para su uso en varios campos militares".

Dentro de la flota de drones de la Fuerza Aérea Real de Marruecos se puede encontrar unidades de Predator estadounidenses sensiblemente más avanzadas que las del Ejército del Aire y con capacidad de ataque. También israelíes IAI Heron designados para labores de inteligencia y los turcos Bayraktar TB2 con misiles a bordo y sensores de vigilancia.

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