Las constelaciones de pequeños satélites para llevar internet a cualquier rincón de la Tierra son ya una realidad de la órbita de este planeta. Desde el cielo nocturno en España, es posible observar los satélites de SpaceX, a los que se van a sumar próximamente los de Amazon, que ya tiene fecha para las primeras pruebas y más adelante llegarán los de Boeing.
Esta última, acaba de conseguir el permiso de la Comisión Federal de Comunicaciones en Estados Unidos (FCC). Con esta aprobación, Boeing ya puede avanzar en la construcción y lanzamiento de su propia red de conexión de banda ancha desde el espacio.
El proyecto que se acaba de autoriza lo presentó la compañía en 2017. La sección espacial de Boeing, que también trabaja con la NASA, tiene seis años para poner en órbita la mitad de una constelación de 147 satélites, y otros tres para completar el proyecto. Aún así, no todo el mundo está de acuerdo con que haya espacio para más satélites.
147 satélites
El plan de Boeing consiste en colocar sus satélites en una órbita terrestre baja, es decir, a una altitud de 1.056 kilómetros. A esa distancia se colocarán 136 máquinas, pero otras 15 se lanzarán a una altitud entre 27.355 y 44.221 km, lo que se conoce como "orbita no geoestacionaria".
La tecnología de Boeing se transmitirá en la banda V, una frecuencia más alta que las bandas Ka y Ku en las que operan los satélites Starlink de SpaceX y los de Amazon que están por llegar. Al ser más alta, será la conexión más rápida, pero podría tener más dificultad para atravesar objetos, otras empresas como SpaceX están planteando sumar esa frecuencia en futuras ampliaciones de sus constelaciones.
En esa frecuencia, Boeing ofrecerá servicios de comunicaciones e internet de banda ancha a consumidores, gobiernos y empresas en Estados Unidos, Puerto Rico y las Islas Vírgenes. Se limitarán a esa zona del continente americano hasta que su red esté construida y puedan ampliar la oferta a nivel mundial. Algo similar está haciendo SpaceX que este año ampliará su oferta a países como España.
Una órbita saturada
Aunque Boeing y Amazon han recibido autorización por parte de las autoridades de Estados Unidos para desplegar sus propias redes de comunicaciones, SpaceX ha expresado con antelación su preocupación por la propuesta de Boeing. La empresa de Elon Musk considera que la órbita baja que busca la otra compañía ya está muy abarrotada.
Según Reuters, SpaceX llegó a hablar con la FCC para recalcar el peligro de interferencia que el proyecto de Boeing podría ocasionar. Los 1.800 satélites Starlink de SpaceX (aspiran a ser 42.000) orbitan la Tierra a una altitud de alrededor de 550 km, cerca de donde circulan los de OneWeb y dónde pretenden estar los de Amazon. Las dos compañías que ya ocupan este espacio casi chocan a principios de año.