En España cada vez es más habitual ver a gente que utiliza relojes inteligentes y pulseras de actividad en su día a día. Unos dispositivos portátiles que permiten monitorizar diferentes actividades físicas o diversos parámetros de salud, como la saturación de oxígeno en sangre. En un futuro estos wearables podrían dar un paso más y predecir infecciones antes de que una persona presente síntomas, según un estudio.
Si investigaciones anteriores sugirieron que estos dispositivos podrían evitar las recaídas de las personas con adicciones y hasta la Covid; ahora un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open afirma que, gracias a la monitorización de ciertos signos vitales, los relojes y pulseras inteligentes podrían avisarte si has cogido una gripe o un resfriado común antes de que presentes síntomas.
Esta investigación también apuntó que el principal problema que ha lastrado otros esfuerzos para estudiar los wearables como detectores de infecciones está en el tamaño reducido de muestra. Con estudios en los que no quedaba claro cuándo las personas infectadas contrajeron un virus por primera vez, lo que limitaba la capacidad de predicción de los aparatos.
Detección precisa
En esta ocasión, los investigadores registraron datos biométricos de 49 participantes jóvenes antes y después de que fueran inoculados con H1N1 (conocido en general como gripe porcina) y con rinovirus humano.
Posteriormente compararon a cada uno de ellos con sus métricas de referencia no infectadas y, gracias a los wearables, los investigadores pudieron detectar infecciones con hasta un 92% de precisión. Además, los relojes inteligentes también distinguieron entre una enfermedad leve y moderada con hasta un 90% de precisión.
Para realizar este estudio los participantes utilizaron una pulsera E4, fabricada por la empresa Empatica. Este wearable destaca por su capacidad para registrar información sobre la frecuencia cardíaca, la temperatura y la actividad eléctrica de la piel, y el movimiento.
Una vez que los participantes se expusieron a los virus, debían informar de los síntomas diarios para que los investigadores calculasen su diseminación viral. Luego, un algoritmo de aprendizaje automático podía predecir la presencia de la infección y su gravedad en función del cambio de los datos biométricos de cada participante
Al combinar los datos, dicho algoritmo pronosticó la presencia de infección 12 horas después de la exposición al virus y con una precisión del 78%; mientras que la media de aparición de los síntomas fue de 48 horas para la gripe y de 36 para el rinovirus humano.
Una precisión que en el caso de la gripe fue del 92% pasado un día y del 88% para el rinovirus tras 36 horas. El algoritmo también predijo si la enfermedad era moderada, leve o asintomática, con una precisión del 80% tras 12 horas después de la exposición viral.
También la Covid-19
La investigación resultó ser particularmente útil para estudiar casos presintomáticos y asintomáticos, y se podría convertir en una herramienta eficaz para enfermedades como la Covid-19. De hecho, la pulsera E4 forma parte de un sistema de detección del coronavirus llamado Aura que utiliza el ejército de los Estados Unidos y que combina el wearable con un algoritmo y una aplicación que brinda a los usuarios una evaluación de riesgo diaria.
Sin embargo, los investigadores señalan que aún se necesita más trabajo para evaluar cualquier wearable como detector de la Covid-19, ya que los relojes inteligentes comerciales usan luces para recopilar datos biométricos que se ha demostrado que funcionan peor en personas con piel más oscura y no todo el mundo puede hacerse con uno de ellos. Hay que destacar que estos dispositivos no reemplazarían a un método de diagnóstico clínico, sino que se complementarían a ellos.
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