A pesar de la pandemia mundial que tan fuerte azotó a España, el segundo trimestre del 2020 fue un momento histórico para la exploración espacial mundial. En mayo del año pasado, SpaceX envió por primera vez una cápsula tripulada a la Estación Espacial Internacional e inauguró una nueva era en esto de los viajes más allá de la atmósfera terrestre. Para ello se utilizaron cohetes y éstos a su vez emplean oxígeno líquido para su despegue.
Pero el oxígeno líquido también se usa para más aplicaciones. Algunas elementales para los tratamientos con respiradores de los pacientes más graves de Covid-19. Debido a esto, la demanda de oxígeno líquido está en aumento y los productores no consiguen satisfacer las necesidades de los hospitales y de las compañías de lanzamiento de cohetes a la vez. Una de las afectadas es la mencionada SpaceX, quien ya ha hecho públicas sus preocupaciones.
"Este año nos veremos afectados por la falta de oxígeno líquido para el lanzamiento [de cohetes]", comentó Gwynne Shotwell, presidenta y directora de operaciones de SpaceX, en el 36º Simposio del Espacio celebrado hace una semana en Colorado (Estados Unidos). Como aperitivo de un problema que puede retrasar algunos lanzamientos claves de los próximos meses.
En busca de oxígeno
En ese mismo turno de palabra, Shotwell anunció que "ciertamente nos aseguramos de que los hospitales tengan el oxígeno que necesitan, pero para cualquiera que tenga oxígeno líquido de sobra, que me envíe un corre electrónico". Este anuncio al aire es la muestra perfecta de la escasez del gas molecular criogenizado que también es utilizado en la industria aeronáutica o en la química.
Y es que, en las últimas semanas, los casos de Covid-19 se han incrementado considerablemente en Estados Unidos debido a la variante Delta del virus. Más casos significan más ingresos y por estadística una mayor demanda de oxígeno en los hospitales.
El estado líquido del oxígeno en los cohetes tiene un papel fundamental como comburente que actúa como elemento oxidante en combinación con combustibles como hidrógeno líquido, queroseno o metano. En el caso particular de SpaceX, se emplea una combinación de combustible y comburente denominada Kerolox. Un juego de palabras que une keroseno (queroseno, en español) y LOX, la denominación química del oxígeno líquido.
En la misma comparecencia, Shotwell no ofreció más detalles sobre los posibles retrasos que ha podido causar la escasez de oxígeno líquido a sus planes de lanzamiento. Lo que sí se ha podido comprobar es que SpaceX estuvo prácticamente 2 meses sin lanzar un solo cohete Falcon 9 que usa este tipo de oxidantes.
El penúltimo lanzamiento fue el 30 de junio y el último de ellos ocurrió el 28 de agosto, cuando envió una CrewDragon de carga a la Estación Espacial Internacional. Algo bastante inusual en la compañía de Elon Musk. SpaceX también está experimentando algunos retrasos en la fabricación de los nuevos satélites de Starlink que equipan el nuevo sistema de comunicación vía láser con sus compañeros de órbita.
La falta de oxígeno líquido también ha afectado a United Launch Alliance (ULA), una de las compañías más grandes de lanzamientos espaciales del mundo. Tras la conferencia en el simposio, Tory Bruno, director ejecutivo de ULA, publicó un tuit haciendo referencia a la escasez del químico debido a los cambios en la línea de suministro que ahora se dirigen a los hospitales.
"El contratista del gobierno que transporta nitrógeno a VAFB [Vandenberg Space Force Base, el centro de lanzamientos de ULA en California] está ayudando con el esfuerzo del oxígeno líquido relacionado con la Covid-19 en Florida". Lo último que se sabe de ULA es que hace unas horas realizaron la primera prueba del tanque de oxígeno líquido de su propulsor Vulcan Centaur.
No solo cohetes
El estado sureño de Florida está siendo uno de los más afectados por la variante Delta y ya se ha empezado a notar en otras industrias y sectores mucho más esenciales que el espacial. La Comisión de Servicios Públicos de Orlando (OUC) anunció el pasado 20 de agosto que el aumento continuo de los pacientes con Covid está provocando que la cadena de distribución deje de proveerles del 50% del oxígeno líquido necesario para la purificación de aguas.
El oxígeno líquido se usa para producir ozono, una molécula que se emplea para eliminar el sulfuro de hidrógeno del agua corriente. El alcalde de Orlando, a través del mimo comunicado, ha pedido a la población reducir el gasto del agua todo lo posible para que la cantidad de oxígeno líquido sea suficiente como para abastecer de agua de calidad a toda la población.
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