La impresión 3D se está convirtiendo en un apoyo incondicional para la investigación médica. En España hemos visto fabricar piezas clave para cirugías complejas y ahora sirve como método de producción de un parche inteligente capaz de curar heridas crónicas de forma personalizada que ha sido desarrollado por equipos de investigación de Estados Unidos y Corea del Sur.
Son muchas y muy variadas las patologías que provocan que una simple herida no termine de cicatrizar, la diabetes y los trastornos circulatorios son un buen ejemplo. Estas heridas acaban convirtiéndose en crónicas, un problema de salud para el que ahora mismo no existen muchos tratamientos eficaces.
La unión entre la ciencia de materiales y la impresión 3D podría dar con la clave. Un equipo formado por diferentes instituciones médicas de Estados Unidos y Corea del Sur han desarrollado un parche que permite personalizar el tratamiento para cada paciente y mejorar las opciones de curación de estas heridas.
Reacciona a la luz
El parche impreso en 3D tiene propiedades antibacterianas, suministra oxígeno y humedad a la herida para favorecer la formación de tejido nuevo. Las propiedades que cada paciente necesita se pueden modificar y controlar con irradiación.
La base de este parche es hidrogel médico que está formado en un 90% por agua, es especial para las heridas crónicas secas que necesitan más hidratación para regenerarse. Después del agua el componente más importante de este material son las micropartículas de óxido de zinc antibacterianas, que reaccionan a la luz.
La Universidad de Kiel, junto con un equipo de Harvard y el Hospital Brigham encontraron una forma de aplicar proteínas especiales a las micropartículas. Estas proteínas se activan con la luz verde y estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos, que se traduce en tejido nuevo para cerrar la herida.
"Al controlar los efectos del parche con luz, podemos adaptar el curso y la dosis del tratamiento a las necesidades individuales de los pacientes", ha explicado Rainer Adelung, profesor de nanomateriales en Kiel.
Materiales inteligentes
En la ciencia de materiales se denomina a estos compuestos que reaccionan con los estímulos externos y pueden ser controlados como materiales inteligentes. Este no es el primer parche de hidrogel inteligente que se desarrolla, los demás diseños utilizan señales eléctricas y calor. Sin embargo, como explica Adelung, estos sistemas calientan la herida y el parche se acaba desintegrando.
El estudio se ha publicado en la revista científica Advanced Functional Materials y lo firman un buen número de instituciones que han colaborado a nivel internacional en el proyecto: la Universidad de Kiel (CAU), el Centro Médico Universitario de Schleswig-Holstein (UKSH), la Escuela de Medicina de Harvard y la Universidad de Dankook en Corea del Sur, son los principales.
Las pruebas demuestran que el parche mejora la cicatrización de la herida y presenta un buen nivel de tolerancia. "Es un ejemplo tangible del potencial prometedor de la colaboración entre la medicina y la ciencia de los materiales, que será cada vez más importante en el futuro" ha dicho a la revista Phys el profesor Fickenscher, especialista en medicina de infecciones en la CAU.
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