Los esports generan más interés que nunca. Cuentan con una comunidad más grande de seguidores en España y la cobertura en torno a ellos ha crecido especialmente gracias a los streamers y a Twitch. Ahora, el ocio digital ha dado un paso más allá gracias a la tecnología, llevando a los gamers a levantarse de la silla y a competir en una cancha del mundo real gracias a Hado, un deporte de realidad aumentada.
Ideado en Japón en 2014, Hado ha ido extendiéndose a más de 26 países, incluyendo España, donde cuenta ya con un club. Se practica como un deporte que utiliza la tecnología para cultivar una nueva comunidad. Los jugadores utilizan un casco de realidad aumentada y un brazalete que actúa como sensor para interactuar con diferentes opciones virtuales del juego.
"Hado comenzó como un deporte pequeño, pero ha ido creciendo exponencialmente. En 2014 se convirtió en un deporte electrónico de realidad aumentada en el que los jugadores pueden ver elementos visuales añadidos al mundo real e interactuar con ellos", explica a OMICRONO Joe Ayari, director del club Hado Baleares, ubicado en Palma de Mallorca.
Con el paso de los años Hado está cobrando cada vez más fuerza, incluso se está planteando la posibilidad de incluirlo como deporte olímpico en un futuro. De momento cuenta con su propio torneo internacional que se celebrará en Japón próximamente. Actualmente, Ayari tiene el objetivo de preparar un equipo para competir oficialmente.
Cascos y brazaletes
Hado es el primer deporte de realidad aumentada. Lo hace mezclando el clásico balón prisionero con un videojuego de peleas. Un juego de realidad aumentada en el que los usuarios utilizan una serie de dispositivos portátiles para intercalar imágenes reales con las del juego, y al que se juega en equipos de tres.
"Se juega solamente en equipo y los jugadores están equipados con un casco de realidad aumentada y un brazalete conectado que detecta el movimiento. Hado es la frontera entre lo virtual y lo real", señala Ayari. Un deporte apto para todos los públicos cuyas partidas tienen como objetivo sumar la mayor cantidad de puntos posibles en el límite de tiempo establecido.
Hado es un juego físico que requiere de un gran juego de pies, velocidad y agilidad; y que utiliza una variedad de tecnología. "Todo funciona con iPhones e iPods; los primeros de ellos se encuentran en el casco y los otros en los brazaletes. Al comprar la licencia, desde Japón mandan todo el material preparado. De esta forma, cuando enciendes el ordenador se conecta al módem, que a su vez se conecta automáticamente con los brazaletes y los cascos", explica el directivo.
Unos dispositivos que están conectados vía WiFi y que se pueden utilizar en cualquier parte, como un club, un hotel o un teatro. Sin embargo, Ayari señala que es importante seguir las medidas oficiales del terreno de juego (10 metros de largo por 6 de ancho) y "utilizar unas telas que actúan como un código QR para jugar, que también se conectan al módem y que sirven para diferenciar a los equipos. Si no se tiene esa decoración, no se puede jugar".
Durante las partidas puede haber espectadores que pueden presenciar tanto físicamente como de forma virtual todo lo que sucede en el terreno de juego. "La gente puede ver una retransmisión, como si fuera la televisión. Esto es posible ya que también se incluye un iPhone llamado 'Eye' que graba las partidas y que se puede conectar a todo lo que se quiera, como un televisor, un proyector y hasta a internet para emitir en la web una partida", indica el directivo.
Cómo se juega
Hado es un juego altamente físico en el que los jugadores compiten contra otros usuarios y un reloj de 80 segundos que marca el timbre final. La mecánica es sencilla, gana el equipo que más puntos tenga al sonar la campana. En caso de empate, los equipos compiten en un tiempo extra en el que gana el primero en anotar.
Hado es un deporte que combina habilidad física, estrategia y juego en equipo. "Es muy simple. Se juega al mejor de tres sets, por lo que gana el equipo que venza en dos de ellos. Es un deporte virtual, pero muy completo, ya que no se para quieto y se queman muchas calorías", informa Joe Ayari. Para empezar a jugar a Hado tan solo hace falta colocarse el casco y el brazalete, con el que se puede personalizar las habilidades.
Cada jugador puede personalizar la bola de energía y el escudo mediante el sensor del brazo, y en total pueden asignar hasta seis puntos en cuatro habilidades diferentes según el estilo de juego. Por ejemplo, "se puede aumentar al gusto la velocidad de la bola de energía o su tamaño; y la velocidad de carga y la reserva de escudos. Todo ello antes de comenzar las partidas".
En ataque, los jugadores deben apuntar y disparar bolas de energía a las células de vida de sus oponentes, que se muestran con forma de pétalos. Para crear una de estas bolas hay que levantar el brazo para cargar el medidor de energía y estirar el brazo para dispararlas.
En cuanto a la defensa, hay dos opciones. La primera de ellas es moverse hacia los lados para evitar las bolas y proteger así a las células de vida. La segunda opción es crear escudos, y para ello "basta con bajar el brazo para cargar el medidor de escudos para luego mover el brazo hacia arriba para levantarlo. Eso sí, tras varios golpes el escudo se rompe". Del mismo modo, también hay disponible una app para móviles Android e iOS llamada 'Hado Connect' que permite explorar y analizar las estadísticas de cada partido.
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