Mientras en España se apuesta por la energía solar y eólica, las necesidades de otros países y regiones pasan por disponer de soluciones más económicas y a corto plazo. Una de las fuentes de energía más olvidadas es la mareomotriz, un sistema que utiliza el desplazamiento de la masa de agua para hacer girar unos generadores.
Un método que no ha tenido una especial incidencia en las costas españolas por la necesidad de disponer de unas instalaciones que estropean el paisaje y pueden causar daños a la flora y fauna marina. Aunque históricamente sí se ha empleado la fuerza de las mareas para, por ejemplo, hacer girar molinos.
La primera derivada de la generación mareomotriz es el empleo de olas para generar electricidad, también conocida como energía undimotriz. Una técnica que tampoco ha logrado establecerse, pero que cuenta con algunas propuestas muy interesantes.
Olas de energía
Uno de los proyectos más interesantes en este sentido es el que está llevando a cabo la empresa australiana Wave Swell a través del Uniware. Un sistema basado en la oscilación de la columna de agua (OWC, de sus siglas en inglés) que se produce con el paso de las olas y que consigue transformarla en energía eléctrica.
El OWC que propone Wave Swell consta de un respiradero formado por una cámara que está abierta por debajo de la línea de flotación. A medida que las olas pasan por ese sistema, el agua sube y baja hacia el interior, lo que obliga al aire a pasar por una turbina en la parte superior de la cámara.
Esta turbina, por tanto, gira gracias al aire que se desplaza con el movimiento de las olas y es la que genera la electricidad. "Las tecnologías anteriores de OWC ha sido todas bidireccionales. Sin embargo, la tecnología de Wave Swell funciona de forma unidireccional", según recoge la propia compañía.
Gracias a ello se consigue un mecanismo más sencillo y fiable al tiempo que consigue una mayor eficiencia de conversión en energía eléctrica. "No hay partes móviles dentro del agua", afirman. Por lo que todos los sistemas más delicados se encuentran a salvo de la siempre problemática corrosión.
Uno de los grandes potenciales del sistema de Wave Swell es que se puede desplazar. Al igual que la central nuclear embarcada, el OWC de esta compañía con sede en Melbourne también puede acudir allá donde se le requiera. Una vez instalado cerca de la costa, comenzará a generar electricidad al tiempo que se convierte en una planta desalinizadora y produce hidrógeno, que luego puede emplearse para alimentar a coches de pila de hidrógeno.
El último de los proyectos que se están llevando a cabo empleando OWC se encuentra en Australia. Más concretamente en la isla King, situada a unas millas al sur de Melbourne. La planta eléctrica se instaló el pasado 10 de enero frente a una paradisiaca playa y está en pleno proceso de integración con el resto de la red de la pequeña isla, de poco más de 1.700 habitantes.
La apuesta Wave Swell es capaz de generar alrededor de 200 kW, aunque tienen proyectos para crear sistemas más grandes de hasta 1.000 kW (1 MW), según recoge The Guardian.
También en España
Aunque el sistema OWC australiano no tiene participación en España, dentro de nuestras fronteras sí hemos podido comprobar cómo es esto de generar electricidad empleando el movimiento de las olas. Además, con un funcionamiento basado en el mismo principio físico del 'vaivén' de la masa de agua y del desplazamiento del aire que ello implica.
Además de un proyecto que terminó por no llevarse a cabo en Santoña (Cantabria), el único referente español de la energía undimotriz lo encontramos a poco más de 100 kilómetros al este, en la localidad guipuzcoana de Motrico.
En el 2011 se instaló la planta que usa la misma tecnología OWC que la de Wave Swell. La principal diferencia es que la de Motrico es una central fija y situada principalmente bajo la superficie del agua, mientras que la australiana se encuentra embarcada. Y también en el empleo de una turbina bidireccional, en lugar de la unidireccional, como ya indicamos antes.
Según un estudio publicado por la Universidad del País Vasco en el periodo del 2014 al 2016, la centra de Motrico contaba con 14 turbinas operativas de las 16 que tenían planeadas funcionar. Debido principalmente a defectos que se han encontrado una vez instaladas. En febrero de 2020, la planta alcanzó los 2 GW acumulados desde su puesta en marcha, siendo la undimotriz más longeva del mundo.
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