Desde el primer momento que nacieron los smartphones, hemos sufrido el gran inconveniente de tener una pantalla que ocupe todo el frontal del dispositivo: que cuando se cae, se rompe.

Es cierto que se han conseguido muchos avances en protección de pantallas y otras piezas de los móviles modernos. Por ejemplo, este mismo año se presentó Gorilla Glass Victus, la nueva versión de la protección de pantalla con el doble de resistencia a los arañazos.

Pese a todo, siempre que se usen los materiales actuales, cabe la posibilidad de que se rompan con un impacto en el ángulo adecuado, al menos por ahora. Por eso, la solución puede estar en un nuevo tipo de material desarrollado por investigadores del Forest Products Laboratory, la Universidad de Maryland y la Universidad de Colorado.

La madera transparente

Usando madera de balsa como material de partida, los investigadores han ideado un método que permite crear finas capas de material casi completamente transparente; al menos, lo suficiente como para ser comparado con una capa de cristal.

El proceso implica meter la madera en un baño oxidante, para a continuación inyectar un polímero llamado alcoholo de polivilino, o PVA; como resultado, el material se vuelve transparente, dejando pasar la luz, pero lo realmente interesante es que mantiene muchas de las propiedades de la madera.

Como resultado, este material es sorprendentemente resistente pese a parecer una fina lámina de cristal, que podría romperse con cualquier golpe.

Para ventanas

Pese a sus similitudes con el cristal, este material es más resistente porque no se rompe con el golpe, sino que se dobla, permitiendo recibir impactos más fuertes y otros tipos de fuerzas, como la torsión, fácilmente.

En el peor de los casos, si recibe un impacto lo suficientemente fuerte este material no se romperá en mil pedazos como un cristal, sino que se astillará como un trozo de madera cualquiera. Eso tiene la ventaja de no generar piezas pequeñas y peligrosas, y probablemente será más fácil de cambiar.

Otra ventaja es que su producción en masa se puede conseguir con el equipamiento actual y por lo tanto, es muy barata, lo que hace mucho más probable que lo veamos en dispositivos en el futuro cercano. También es ecológico, con bajas emisiones de carbono y basado en una fuente renovable como es la madera.

Sin embargo, sus creadores creen que se centrarán primero en crear ventanas de este material, aprovechando su alta eficiencia térmica. Además, también podría ser usado en coches como sustituto del cristal del parabrisas