Aunque Marte lleva siendo objeto de análisis varias décadas, las nuevas tecnologías permiten recabar cada vez más información sobre cómo es el planeta más cercano a la Tierra. Mientras que a buena parte de los españoles llegar a Marte les parece casi un cuento de ciencia ficción, ya hay en marcha varios proyectos a medio plazo -como en el caso de SpaceX de Elon Musk- que quieren establecer una colonia en Marte en menos tiempo de lo que pensamos.
Para ello se necesita obtener la máxima cantidad de información posible a la vez que ir creando la tecnología apropiada para poder vivir en las condiciones climáticas del planeta. Con este objetivo se acaba de lanzar la sonda Hope, la primera firmada por los Emiratos Árabes Unidos y que ya está rumbo a Marte.
Se espera que alcance la órbita del planeta rojo a lo largo del mes de febrero del próximo año 2021 tras 495 millones de kilómetros de viaje. Una vez establecido y si todo va según lo previsto, se espera que comience a recopilar datos meteorológicos para estudiar a fondo el clima.
Primer satélite meteorológico
"La sonda Hope estudiará los sistemas meteorológicos de Marte, monitorizando por primera vez los cambios climáticos durante el día, en todo el planeta y durante todas las estaciones. Simultáneamente, la sonda Hope medirá la distribución de hidrógeno y oxígenos en las partes más externas de la atmósfera de Marte", según publican en la web oficial de la Emirates Mars Mission, en la que está incluida la sonda Hope.
Estos datos servirán a los técnicos y científicos para conocer mejor la atmósfera del planeta rojo al tiempo que buscan conexiones entre los cambios meteorológicos en las capas bajas de la atmósfera con la pérdida de hidrógeno y oxígenos en las capas más altas.
Comprender estos cambios podría arrojar algo de luz al proceso responsable del cambio extremo de la atmósfera de Marte. Que, según las investigaciones, hace millones de años era capaz de albergar agua líquida en suspensión y pasó a ser una "atmósfera fría, delgada y árida; como la que vemos hoy".
"La sonda Hope será capaz de estudiar la atmósfera en una órbita comprendida entre los 20.000 y 43.000 kilómetros de distancia, con un periodo orbital [tiempo que tarda en dar una vuelta completa al planeta] de 55 horas con una inclinación de 25º".
¿Qué medirá la sonda Hope?
Para llevar a cabo esa medición, a bordo de la Hope nos podemos encontrar 3 instrumentos. El primero es el Emirates Mars Infrared Spectrometer (Espectrómetro Infrarrojo) que será el encargado de estudiar la banda de radiación infrarroja de Marte. Medirá la distribución global del polvo, nubes de hielo, vapor de agua y perfiles de temperatura.
"Comprender el balance energético ayudará en la identificación de las fuentes y sumideros de energía a nivel planetario y cómo la atmósfera inferior responder a la radiación solar diurna y en cada estación".
El segundo instrumento instalado en la sonda Hope es el Emirates Exploration Imager que tendrá como objetivo el estudio de la atmósfera baja del planeta en el espectro visible y en el ultravioleta. Para ello, capturará fotografías en alta resolución, medirá la profundidad óptica del hielo en la atmósfera, medirá la abundancia de la columna de ozono y proporcionará imágenes visibles.
Para ello, se vale de una cámara de 12 megapíxeles que "mantiene la calibración radiométrica necesaria para un análisis científico detallado". Según detallan en la página web, la cámara puede obtener hasta 180 frames por segundo a máxima resolución, lo que puede traducirse en la grabación de vídeo en 4K.
El tercero y último es el EMUS o Emirates Mars Ultraviolet Spectrometer (Espectrómetro Ultravioleta, en español) que servirá para recoger la radiación en la longitud de onda del ultravioleta. Determinará la abundancia y la variabilidad del monóxido de carbono y del oxígeno y servirá para calcular la estructura tridimensional y la variabilidad del oxígeno e hidrógeno en la exosfera.
Huella de EEUU y Japón
Por si no fueran pocos los casi 500 millones de kilómetros que separan la Tierra y Marte, la sonda Hope de los Emiratos Árabes Unidos ha recorrido unos cuantos miles de kilómetros más en nuestro planeta. La sonda se ha fabricado en la Universidad de Colorado en Boulder, una ciudad pequeña ciudad a 40 kilómetros de Denver, capital del estado de Colorado.
Aunque construida en Estados Unidos, la sonda Hope fue planteada, diseñada y desarrollada en la Agencia Espacial de Emiratos Árabes Unidos en el año 2013. El presupuesto total asciende a unos 200 millones de dólares. Una cifra realmente baja teniendo en cuenta cubre todas los gatos de construcción, transporte en la Tierra y lanzamiento.
Tras finalizar el montaje, la sonda Hope viajó hasta Emiratos Árabes Unidos para después partir hasta la base de lanzamiento espacial de Tanegashima, al suroeste del país, a bordo de un avión Antonov An-124. Allí fue montada dentro del cohete número 42 de la serie H-IIA, fabricado por la empresa japonesa Mitsubishi Heavy Industries para la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA, de sus siglas en inglés), mismo organismo que se encargó del lanzamiento de la cámara española a la Estación Espacial Internacional hace unas semanas. El lanzamiento ha sido todo un éxito y el programa Emirates Mars Mission sigue su curso.
Esta dependencia de terceros pone de manifiesto la gran complejidad que rodea a todo lo que tiene que ver con la exploración espacial y la posición poco aventajada de los Emiratos Árabes Unidos respecto a otros competidores con muchísima más experiencia acumulada.
Objetivo: colonizar Marte
Uno de los sueños más recurrentes de Elon Musk y por el que lleva trabajando prácticamente desde que fundó SpaceX es que el ser humano pueda poner un pie en Marte. El último gran éxito de la compañía es el haber mandando una nave a la Estación Espacial Internacional con un par de astronautas proclamándose como la primera empresa privada en lograrlo. A la vez que rompía la racha de 9 años sin que una nave tripulada despegara desde Estados Unidos rumbo a la Estación Espacial.
Aunque el propio Elon Musk haya dado muchas pistas sobre cómo será la vida en Marte, Dubái también tiene su particular propuesta en el horno. El país, que forma parte de los Emiratos Árabes Unidos, tiene actualmente un proyecto que busca diseñar cómo será una ciudad cuando los humanos lleguen a Marte.
Su planteamiento pasa por construir habitaciones bajo tierra empleando además impresoras 3D que se transportarían hasta el planeta rojo. El proyecto se está llevando a cabo en el desierto de Dubái con una dotación de 135 millones de euros para la construcción de la Mars Science City, como así la han llamado. Una partida presupuestaria que no dista mucho -relativamente- de los 200 millones que ha costado a los Emiratos enviar el satélite a la órbita de Marte.
Para llevar a cabo el proyecto de ciudad ,han recurrido al estudio de arquitectura sueco Bjarke Ingels Groups. Que basa su idea en la construcción de cúpulas interconectadas donde se construirán laboratorios, jardines, museos, centros técnicos y demás espacios comunes. Para las zonas privadas, la propuesta pasa por la excavación de habitaciones bajo tierra con el objetivo de proteger a los humanos de la radiación. El proyecto es a largo plazo y espera que se haga realidad en Marte para el año 2117, mucho después de que SpaceX y los primeros astronautas pongan un pie en el planeta, si todo va como se espera.