El Boeing F-15 es uno de los míticos aviones militares que sobrevuelan nuestros cielos desde los años 70. El caza favoritos de muchos pilotos que destacan de él la excelente maniobrabilidad y flexibilidad en el campo de batalla aéreo. España, por su parte, está apostando muy fuerte por la tecnología europea con el Eurofighter Typhoon e incluso recientemente ha adquirido varios radares de nueva tecnología.
El F-15 ha sido, además, uno de los pilares más importantes de ejércitos tan poderosos como el de Estados Unidos que, prácticamente 50 años después, sigue apostando por este particular modelo. Desde que levantara el vuelo en 1972, el entonces fabricante McDonnell Douglas -adquirido por Boeing años más tarde- no cesó en continuar desarrollando nuevas tecnologías y versiones específicas.
Boeing tomó el relevo años después y continuó el largo camino de soporte de esta aeronave. La última gran actualización, denominada F-15EX, comenzó a cocerse hace tan solo un par de años gracias a un acuerdo entre la Fuerza Aérea de Estados Unidos y el fabricante de la aeronave como reemplazo de algunas de las versiones más antiguas del mismo caza.
La actualización del 'abuelo'
La baza que juega Boeing con el F-15EX es su probada plataforma que se ha ido desarrollando a lo largo de las últimas 5 décadas. La propia compañía lo sabe y lo anuncia en su página web como "inversiones en tecnología de bajo riesgo". Tan bajo riesgo como que es uno de los aviones más probados y con más horas de vuelo en el campo de batalla.
También apuntan a una mejora sustancial de la maniobrabilidad, aceleración, durabilidad, del poder de computación y del equipamiento de armamento. El F-15EX equipará una suite completa de guerra electrónica que se completará con una cabina de mandos totalmente renovada para adaptarse a los estándares "del siglo XXI", según publica la compañía.
Los paneles de información de vuelo ofrecerán acceso en tiempo real a todos los datos disponibles del campo de batalla reduciendo la carga de trabajo del piloto; lo que se traduce en una toma de decisiones más rápida y precisa. Según informa Boeing, "el F-15EX proporciona la arquitectura de conexión Open Mission System para una integración tecnológica rápida y completa que permita la mayor flexibilidad e interoperatibilidad" entre aeronaves y con los puestos de mando.
La nueva versión tampoco podía olvidarse de los misiles hipersónicos como una de las revoluciones aeronáuticas de las últimas décadas y de los que el ejército de Estados Unidos tiene varios proyectos en desarrollo.
Hace tan solo unos días que Boeing publicó en sus redes sociales la primera foto de los F-15EX listos para ser entregados al ejército de Estados Unidos como parte de un calendario de entregas que arrancará este mismo año con las primeras 5 unidades. La propia Air Force hizo público el día 13 de julio el contrato por un valor total de 23.000 millones de dólares dedicados a adquirir 76 unidades de F-15EX pudiendo llegar a comprar un total de 144 en futuras ampliaciones presupuestarias.
Adaptación instantánea
"El F-15EX es la forma más inmediata y asequible de actualizar las capacidades proporcionadas por nuestra vieja flota de F-15C/D", ha declarado el General Mike Holmes, jefe del Air Combat Command. "El F-15EX estará listo para luchar tan pronto como salga de la línea de montaje".
Esta última frase es más importante de lo que pueda parecer. Porque, aparte de toda la integración tecnológica, bastarán tan solo unas pocas semanas para que las tripulaciones se adapten al nuevo caza. "Los pilotos y mecánicos que operan actualmente los F-15 podrán hacer la transición en días en lugar de años", según publica Boeing.
El uso de la misma plataforma durante décadas tampoco es algo inusual en la aviación comercial. Salgo algunos aviones modernos, muchos modelos que todavía salen de las líneas de montaje de los fabricantes están basados en diseños de los años 70. Tanto en el caso de la aviación civil como la militar, se eleva a la máxima expresión la regla de si algo funciona, mejor no tocarlo. O si no que se lo pregunten a la misma Boeing con su 737 MAX, que usó una estrategia similar para que los pilotos no tuvieran que acudir a certificaciones del nuevo modelo, aunque seguramente en el caso del F-15EX salga mejor.