El coronavirus no solo tiene consecuencias sociales, también económicas; especialmente al haberse originado en China, la "fábrica del mundo". Incontables sectores dependen de la producción en el país asiático, pero ninguno como el tecnológico.
Cualquier marca tecnológica que se precie tiene presencia en China, y muchas dependen en exclusiva de sus fábricas; pero la expansión del coronavirus más allá de Wuhan ha obligado a cerrar fábricas y a que los trabajadores permanezcan en sus casas por precaución.
La situación pronto puede complicarse aún más, conforme el stock baje y los nuevos lanzamientos se vean retrasados; de hecho, es posible que algunos de los nuevos dispositivos que se esperaban para este mes, como el iPhone 9, no sean presentados aún.
Xiaomi pide a China que trabaje
Pero las grandes afectadas son las empresas chinas, por supuesto. Como por ejemplo, Xiaomi, que hoy ha presentado el nuevo Mi 10 junto con otros productos muy esperados como un router compatible con WiFi 6.
Una presentación que tendría que haber sido toda una fiesta; no en vano, el Mi 10 será la joya de la corona de Xiaomi durante este 2020, el móvil que representa todo lo que es capaz, compatible con nuevas tecnologías como el 5G. Pero no, no fue una fiesta.
La presentación sufrió bajo la sombra de la cancelación del MWC de Barcelona, oficialmente por el riesgo de contagio del coronavirus; Xiaomi fue una de las pocas grandes empresas que aún mantuvieron su presencia en el evento, incluso cuando todo el mundo estaba cancelando.
Con este contexto, el CEO de Xiaomi, Lei Jun, no podía pasar por alto los últimos eventos; pero tal vez para sorpresa de muchos, su postura fue combativa y luchadora. Según Lei Jun, lejos de parar por el coronavirus, lo que debe hacer China es seguir trabajando.
Jun aclaró que sus sentimientos por la zona de Wuhan son grandes, ya que pasó cuatro años en su universidad; pero también por eso cree que sus gentes, "valientes y optimistas", pueden luchar contra el virus.
Es también por eso que el CEO de Xiaomi cree que China debe "volver al trabajo lo antes posible", pese a que la amenaza del coronavirus no se haya eliminado aún ni mucho menos. Son comentarios que pueden atraer la polémica, al considerar que los empleados deberían trabajar incluso si se pone en peligro su salud; de hecho, el propio Lei Jun salió en la presentación con una mascarilla, en teoría para mostrar su apoyo a la lucha contra el virus.
Foxconn niega que vaya a reabrir fábricas
El efecto que el coronavirus tendrá sobre la economía china y mundial ya parece evidente; según informa Reuters, analistas esperan que la producción de smartphones caiga en un 40% en el primer trimestre respecto al año anterior.
La presión para reabrir las fábricas es grande, y tentadora. Foxconn, uno de los principales suministradores de dispositivos electrónicos y fabricante del iPhone, ha tenido que negar hoy mismo que vaya a abrir dos de las fábricas que fueron cerradas por el coronavirus.
A principios de semana fuentes de Reuters afirmaron que Foxconn tenía como objetivo reabrir dos grandes fábricas, pese a que sólo el 10% del personal había vuelto el pasado lunes. El plan de Foxconn era volver al menos a la mitad de su producción habitual para finales de mes. Sin embargo, ahora la empresa ha respondido que eso no es del todo cierto, aunque no ha llegado a explicar cuál es su plan real.
Sea cual sea, lo que es seguro es que todo el mundo tecnológico está mirando.