La búsqueda de alternativas a los combustibles tradicionales tiene ahora mismo dos frentes: las baterías eléctricas, y el hidrógeno. Cada una tiene sus puntos fuertes y débiles, y se adapta mejor a unas funciones que a otras.
Por ejemplo, en el sector automovilístico, es evidente que las baterías han ganado, al menos de momento. Ya ofrecen una autonomía suficiente para la mayoría de usuarios y cumplen su función perfectamente.
Pero en otras industrias la historia es diferente; el peso de las baterías y su autonomía son dos aspectos que simplemente no están a la altura, por ejemplo, en un barco. Es por eso que, aunque ya hay proyectos de barcos eléctricos, el hidrógeno puede ser el ganador.
El yate de hidrógeno
El Sinot Aqua es un buen ejemplo de cómo se pueden aplicar las ventajas del hidrógeno a la navegación. Se trata de un "superyate", diseñado para disfrutar de la experiencia más lujosa posible; la gran diferencia respecto a su competencia es que no emite contaminante alguno.
Este se trata del primer yate de su categoría basado en pila de combustible, y como tal al funcionar sólo produce agua (de ahí el apropiado nombre). El hidrógeno está almacenado en dos gigantescos tanques de hidrógeno líquido, en el centro del barco para ayudar con el reparto de pesos; estos están conectados a las pilas de combustible de 4 MW, y a su vez con dos motores eléctricos de 1 MW cada uno.
Como resultado, el Aqua es capaz de alcanzar una velocidad de 17 nudos (31 km/h); no es mucho, pero recordemos que este es un barco para las vacaciones y la tranquilidad, no para batir ningún récord. En todo caso, donde destaca es en la autonomía, de más de 6.000 kilómetros; suficiente para viajes transatlánticos.
El Aqua se vende como una alternativa ecológica para un mercado muy contaminante, hasta el punto de que intenta evitar todas las emisiones habituales en un barco como este. Por ejemplo, en vez de usar carbón para las estufas de exterior, estas están basadas en un gel.
Sin embargo, Sinot también es consciente de que el hidrógeno aún está en sus inicios, y que puede haber problemas; por eso, el Aqua tiene sitio para un motor diésel, que debería usarse sólo en casos de emergencia.
Todo un superyate
Aunque la botadura del primer Aqua no se espera hasta el 2024, ya tiene un comprador muy famoso: Bill Gates. Puede que el fundador de Microsoft ya sea "sólo" el segundo hombre más rico del mundo, pero tiene dinero de sobra para pagar los 588 millones de euros que costará este superyate; un elevado precio no solo por la tecnología que usa, sino por su tamaño y el lujo que ofrece. ACTUALIZADO: Sinot ha negado la venta; más información más adelante.
AQUA MYS2019 from Sinot on Vimeo.
Estará preparado para acoger a 14 invitados y 31 miembros de la tripulación; contará con todo tipo de lujos, incluyendo un gimnasio, su propio helipuerto y una serie de plataformas que nos permitirá nadar a nivel del mar de manera segura y controlada. Y es que lo ecológico también puede ser lujoso.
ACTUALIZADO - Bill Gates no es el comprador
Sinot ha actualizado su página web con un mensaje en el que niega tener ninguna relación con Bill Gates. De hecho, va más allá, afirmando que el Aqua no es más que un "concepto" en desarrollo y que no ha sido vendido aún.
El primer medio que se hizo eco de esta supuesta venta es The Sunday Telegraph, aunque su artículo pudo haber sido fruto de una confusión; Bill Gates habría contratado la construcción de un nuevo yate basado en los planes del Aqua, pero no está claro si eso implica que el Aqua se hará realidad, o si será un proyecto completamente diferente.