La miniaturización de los componentes tecnológicos y la inventiva de las empresas al servicio de las agencias de inteligencia de todo el mundo da como resultado dispositivos inimaginables. Espías de todo el mundo necesitan de aparatos cada vez más rocambolescos para llevar a cabo sus labores de inteligencia y sortear a las posibles medidas de contraingeligencia.
Las cámaras y micrófonos camuflados son las estrellas de cualquier labor de recopilación de información. Una tarea antaño delicadísima pero que las nuevas tecnologías han conseguido simplificar a golpe de los dispositivos menos sospechosos de equipar cualquier formato de transmisión.
Desde las clásicas cámaras diminutas hasta el camuflaje perfecto en una lápida pasando por el siempre socorrido sensor de luminosidad de las farolas de la calle. Estos son solo algunos de los sitios donde las empresas de espionaje esconden sus artilugios.
Las lapidas con cámara y otros métodos de espionaje inesperados
La premisa más importante de un espía es pasar desapercibido. Seguro que implementar una cámara de vídeo y micrófonos en una lápida es uno de los mejores métodos para conseguirlo. La comercialmente denominada Tomstone Cam es uno de los productos ofertados por la compañía estadounidense Special Services Group en su catálogo Black Book de 2018 (página 93), según recoge Vice.
La lápida se oferta como un mero soporte de ocultación o como un sistema integrado todo en uno. En la primera modalidad, tendremos el hueco disponible para instalar nosotros nuestros dispositivos y en la segunda será la empresa la que proporcione todo lo necesario.
Según informan, el sistema todo incluido tiene una autonomía de dos días completos e integra un sistema de vídeo con audio opcional. También indican que es fácilmente transportable pudiéndose instalar en cualquier lugar.
El siguiente ingenio tecnológico espía que ha llamado nuestra atención es un reloj despertador. Un dispositivo que se encuentra en millones de mesillas de todo el mundo con especial mención a los hoteles. La descripción del FLY Alarm Clock apunta a que el aparato es capaz de capturar vídeo y audio para enviarlo en tiempo real mediante una red WiFi encriptada.
La retransmisión multimedia puede ser seguida hasta por 10 dispositivos al mismo tiempo en plataformas como smartphones o portátiles. Todo lo que grabe será guardado en una tarjeta de memoria SD. La única pega es que los espías tienen que estar cerca si quieren seguir en directo la retransmisión debido a la cobertura de la red WiFi.
No nos movemos del hogar para conocer al siguiente producto en discordia: una aspiradora. El Shop Vac es la forma perfecta de esconder una cámara de vídeo y de audio en un electrodoméstico. Incluye un batería para trabajos que no requieran de una autonomía prolongada y un modo para enchufarlo a la red eléctrica.
Entre sus cualidades a destacar tenemos una cámara con 20 aumentos ópticos y la posibilidad de funcionar con muy poca luminosidad. Al igual que el despertador, cuenta con soporte para retransmitir en directo a través de datos móviles o mediante la creación de una red WiFi segura.
El último emplazamiento extraño es el que simula un tronco de árbol o unas rocas. Según podemos leer en el catálogo, el camuflaje está creado con siliconas especiales impermeables para instalar algunos de los equipos que oferta la empresa.
Cuidado con tu coche
En la gama de kits para el despliegue rápido en vehículos (Rapid Vehicle Deployment Kits) de la misma compañía encontramos una sillita para bebés con cámara y micrófono ocultos. Se describe como una manera muy rápida de monitorizar un coche a través de su cámara capaz de captar vídeo en 360 grados y retransmitirlo en tiempo real de forma remota.
En la misma sección se encuentra el Flashing Amber Beacon, un rotativo naranja como el que podemos encontrar en el camión de la basura o en cualquier grúa portacoches. Cuenta con una cámara 360 grados y se puede instalar mediante una ventosa, un imán o un kit que la ancla a la carrocería del vehículo.
En el documento podemos encontrar más material de espionaje mucho menos original. Por ejemplo, lentes de telefoto, cámaras tan grandes como un auricular, cámaras especiales para condiciones de baja luminosidad o kits para montar en el coche.
Según el portal del Sistema Federal de Adquisiciones de Estados Unidos (FPDS), el Servicio Secreto gastó en el año 2014 la nada desdeñable cifra de 802.000 dólares en Special Services Group. La partida monetaria no está detallada pero sí sabemos que se gastó en sistemas móviles de vídeo.