En Omicrono hemos hablado de productos muy, muy raros; de esas cosas que te sorprende que se le haya ocurrido a alguien. Pero la verdad es que, si algo existe, es porque tiene demanda, aunque sea mínima; y en muchas ocasiones nos damos cuenta de que siempre quisimos un producto como ese pero no lo sabíamos. Es lo que algunos están descubriendo con el bidé portátil que está siendo financiado usando crowdfunding.
Se llama Sonny, y sí, habéis leído bien, es un bidé que podemos llevar allá donde lo necesitemos. Parece una broma, el típico producto falso que aparece en el día de los Inocentes o el April Fool’s Day, pero es muy real, y nace con un objetivo muy claro: reducir el uso de papel higiénico, el método más popular para la limpieza personal en el excusado. Que el papel higiénico sea la opción por defecto en tantas casas y locales del mundo es todo un desastre medioambiental en si mismo; se calcula que más de 36 millones de rollos de papel higiénico son usados cada año. El problema no es sólo el papel en sí mismo y la tala de 41.000 árboles, sino también el método de fabricación, que precisa miles de millones de litros de agua y un aumento constante en las emisiones contaminantes.
Un bidé portátil, ¿la solución que esperábamos para la higiene personal?
La solución, según los creadores de Sonny, es que empecemos a usar el bidé. Por supuesto, el bidé es muy popular en muchos aseos de todo el mundo, y no es un invento precisamente nuevo; es sólo que se ha vuelto a poner de moda gracias en parte a los movimientos de protección del medio ambiente. Sin embargo, si nuestra casa no lo tiene es necesaria una costosa instalación; y es posible que no lo encontremos en hoteles o habitaciones alquiladas si viajamos mucho.
Un bidé portátil como el Sonny puede ser lo que necesitamos. Se trata de un dispositivo con una boquilla extraíble e intercambiable, con dos modos: normal y fuerte. Debido a lo pequeño que es, podemos llevarlo en la maleta o incluso el bolso, y usarlo en la intimidad cuando lo necesitemos; o simplemente, podemos dejarlo en su base de carga en casa si siempre hemos querido un bidé. No necesita instalación alguna y todo lo necesario viene en el paquete.
Financiado por crowdfunding
Su funcionamiento es sencillo, sólo tenemos que rellenar el contenedor de agua e insertarlo en el dispositivio; cada contenedor permite entre 25 y 40 segundos de espray de agua presurizada. Por último, sólo tenemos que secarnos con dos o tres porciones de papel higiénico o un pañuelo. La boquilla está recubierta de un material antibacteriano, y se puede retirar para lavarla con jabón o detergente.
Se trata de un dispositivo original, eso sin dudarlo, pero sobre todo puede ser lo que mucha gente esperaba y no se atrevía a pedir en voz alta. El Sonny ya se ha financiado con gran éxito en Indiegogo, pero aún es posible reservarlo durante los próximos 30 días. Está disponible a partir de 79 € en dos colores: plata y champán.
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