Científicos le ponen un GPS a una cigüeña, y les llega una factura de 2.300 euros por la SIM
Una ONG le pone un GPS a una cigüeña, y meses más tarde alguien lo roba y hace llamadas con él. La factura asciende a los 2.300 euros.
4 julio, 2018 11:13Noticias relacionadas
- Cámaras y accesorios de 13.000 dólares por 100 dólares, el costoso error de Amazon en el Prime Day
- Este hotel japonés ha instalado un simulador de vuelo gigante en una de sus habitaciones
- Un reloj con 8 pantallas desplegables, la nueva idea loca de IBM
- Cómo una babosa paró todos los trenes de alta velocidad de Japón
Es bastante común que científicos anillen pájaros y otros animales (como tiburones, ballenas, delfines o cualquier otra especie) para aprender de sus comportamientos y movimientos. Por ejemplo, hace unas semanas se conoció que un lince soltado en Portugal apareció en Cataluña, después de que muchos años atrás desapareciese por completo; llevaba un GPS para rastrear sus movimientos y así aprender de él (en este caso, dejó de funcionar, probablemente por la batería).
Pero lo que ha ocurrido estos días es bastante inusual, de ahí que se haya convertido en viral: alguien ha sustraído la tarjeta SIM del GPS de una cigüeña que participaba en uno de estos programas y lo ha usado para realizar llamadas internacionales. La factura de EkoLogiczna, la ONG que lo organizaba asciende hasta los 2300 euros. De la cigüeña no se sabe nada, y probablemente no haya tenido muy buena suerte.
La cigüeña nunca volvió a enviar señal, y meses más tarde llegó la factura
Concretamente, la ONG quería estudiar la migración desde Polonia, donde está su sede, a Sudán. Una vez en el país africano, alguien debió sustraer la tarjeta SIM (y probablemente comerse a la cigüeña llamada Kajtek) para realizar llamadas propias. Tal y como explicaron en una publicación de finales de abril de este año, de repente se perdió la señal y no se supo más de la cigüeña, por lo que se presupone que fue entonces cuando fue capturada.
El 7 de junio, llegó la factura y el asunto se esclareció: alguien había usado la tarjeta
«El pájaro partió de regreso el 1 de febrero y después de 10 días llegó al valle del Nilo Azul, en Sudán. Allí, por razones desconocidas, Kajtek se quedó hasta el 26 de abril de este año, moviéndose en diferentes direcciones durante el día. Ese día recibimos la última señal», como podemos ver en Público antes de que la publicación fuese eliminada.
Las llamadas, desconocidas al público (pero, probablemente no para la ONG), tuvieron una duración total de 20 horas, lo que supuso la factura de esos 2300 euros. La cuestión es, ¿cómo puedo alguien usar la tarjeta SIM? Lo más probable a esta respuesta, lejos de que se trate de un ávido hacker, es que simplemente no tuviese ningún tipo de seguridad (a veces, la respuesta más obvia es la correcta).
Recordamos que la cigüeña blanca, la misma especie a la que pertenece Kajtek, está en peligro de extinción por varios motivos, entre los que se encuentrala destrucción de su hábitat natural, así como por los accidentes con líneas eléctricas., por lo que es muy importante su conservación y, sobre todo, este tipo de pruebas científicas.