En las grandes ciudades, y sobre todo en lugares concurridos y públicos (como el metro o aeropuertos), suele ser muy común el robo de carteras y, más en estos tiempos, de teléfonos móviles. Son un objetivo muy interesante para los anteriormente conocidos como carteristas: se aseguran que tendrá grandes posibilidades de salida al mercado, son pequeños y cuestan, en algunos casos, más de 1000 euros.
Básicamente, un teléfono caro es una de las mejores presas a día de hoy ¿Para qué arriesgarse a robar una cartera si puede estar completamente vacía?
Crónica de un iPhone robado
Gracias a personas que se han dejado ‘robar’ su iPhone (entre ellos, periodistas), y junto con personas que documentan qué ha ocurrido cuando les roban el suyo, sabemos, a ciencia cierta, qué es lo que más probablemente ocurrirá cuando nos toque a nosotros, si es que algún día ocurre. Lo curioso es que muchos de los robos de iPhone coinciden, por lo que podría tratarse de mafias organizadas. La parte “buena” es que el modus operandi es el mismo, por lo que sabremos a lo que nos enfrentaremos.
Luis Herreras, por ejemplo, es uno de esos usuarios de Twitter que ha documentado su experiencia tras haber sido víctima del robo de su iPhone X en el metro de Madrid. Su caso no es especial: su iPhone acabó donde muchos otros, en Marruecos. Y tampoco corrió mejor suerte: nunca recuperó su iPhone. Pero lo interesante viene cuando nos introducimos en su historia.
Lo primero: apagan el teléfono
Una vez te roban el teléfono, lo que hacen es, inmediatamente, apagar el teléfono. Es extraño que Apple siga sin lanzar una actualización en pleno 2018 para que no se pueda apagar el iPhone sin tener que teclear la clave (los Samusng Galaxy más modernos, por ejemplo, te obligan); así, cualquier que robe nuestro teléfono podrá apagarlo, de modo que perdamos la posibilidad de localizarlo con iCloud.
Si no se pudiese apagar, y con la batería al completo, a no ser que lo desmonten y desactiven la batería, se podría tener el teléfono localizado durante días, incluso, gracias a que en el modo stand-by no consume batería de forma excesiva.
Aparece en el extranjero
Días más tarde (o incluso se ha dado casos de que ocurre meses más tarde), suele ser común que el teléfono vuelva a encenderse, aunque esta vez en otro país. Depende de la ‘mafia’ que nos haya tocado, este país puede ser Marruecos, Rumanía, o cualquier otro país, que es donde acaban estos teléfonos robados y donde posteriormente tratarán de ser robados.
Con una alta probabilidad de acierto, el teléfono aparecerá en Marruecos
Los ladrones tendrán que enfrentarse a dos bloqueos: por una parte, el bloqueo IMEI de la operadora, aunque esto se aplica solo a terreno nacional (de ahí que decidan venderlo en el extranjero); por otra parte, también tienen que enfrentarse al bloqueo de iCloud, con el que no se podrá usar el teléfono. El primero, como sabemos, está solucionado, pero ante el segundo no podrán hacer nada, o sí (lo veremos más adelante).
En el caso de Luis Herreras, como en el caso de los iPhone robados de otros cientos o miles de personas, el destino es Marruecos. Muy probablemente el teléfono pase por ferry hasta África como contrabando con otros cientos o decenas de iPhone y una vez allí pase totalmente desapercibido.
https://twitter.com/yuiso/status/952288362882322432
Con una simple búsqueda en Google (“iPhone robado Marruecos”) no nos cuesta para nada encontrar a otros usuarios que también han sido víctima de un robo de su iPhone y que ‘misteriosamente’ acaba en este país. El caso de Eva, de iPadizate, es exactamente igual:
Phishing, el último paso
Cuando lo encienda de nuevo en el país de destino, comprobarán si está bloqueado por iCloud o no. Si fuera la segunda opción, simplemente se formatea, se configura de nuevo y se vende. Si fuera la primera opción, es algo más complicado. El método más rápido es mediante un ataque de phishing. Esto es, hacer creer a la víctima que está hablando con Apple para que ceda sus datos.
https://twitter.com/yuiso/status/952646773394288640
No es literalmente, que envíe su contraseña por correo electrónico, por ejemplo, pues la efectividad de este método sería nula, prácticamente, sino que nos envían un SMS o un correo electrónico simulando ser Apple (si no eres hábil con la tecnología, pasan por reales). En ese mensaje, nos adjuntan un enlace del tipo “alert-lost.info”, “icloud.com.find-verify.me”, “site-cloud.com” o cualquier otro dominio en el que, de entrar, veremos una web clon de iCloud exactamente igual a la original.
La intención de los ladrones es que introduzcamos nuestro correo y contraseña de iCloud para que quede registrada y así posteriormente ellos puedan entrar en el iCloud de verdad y desactivar el bloqueo para poder restablecer el teléfono de fábrica. Aunque parezca lo contrario, los ataques de phishing tienen una efectividad relativamente alta, tanto que incluso Google y Facebook han caído.
No, Apple no se pondrá en contacto contigo
Si caemos en la trampa e introducimos nuestros datos, puede que aún estemos a tiempo de ir a la web de iCloud y cambiar nuestra clave antes de que desbloqueen el teléfono. Si llegamos tarde, probablemente no podamos hacer nada, y, aparte de que nunca más recuperaremos nuestro teléfono, este habrá sido o será vendido y podrá volverse a usar con normalidad.
NO hagamos caso a cualquier comunicación que diga ser Apple, pues nunca se pondrá en contacto con nosotros, y mucho menos nos enviará nuestro teléfono desde la Apple Store de Marruecos o de donde haya ido a parar, tal y como dicen algunos de los SMS o correos electrónicos. Simplemente podemos dar el teléfono por perdido.
Qué hacer si nos roban o perdemos nuestro teléfono
Si nos roban el teléfono lo que tendremos que hacer es, en primer lugar, tratar de localizar el teléfono mediante las aplicaciones correspondientes para cada sistema operativo móvil al mismo tiempo que lo bloqueamos, tanto con la aplicación anteriormente mencionada, como con el operador, además de denunciar el robo o pérdida en la policía (es importante que, aunque se haya perdido y no haya sido robado, también lo denunciemos ante la policía).
Adicionalmente podremos bloquear la tarjeta SIM para que nadie pueda usarla, aunque si esta tiene contraseña y el teléfono también es poco probable que puedan usarla. Debemos tener en cuenta, eso sí, que una vez la tarjeta SIM haya sido bloqueada, solamente podremos localizar el teléfono si se conecta a alguna red Wi-Fi.
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