Las prótesis robóticas de manos son muy antinaturales: algunas de ellas funcionan incluso con sensores colocados en los pies. Son, en definitiva, poco intuitivas para controlar. Es decir, que pocas veces harán justamente lo que estemos deseando. Aún así, son obviamente de gran utilidad para quien necesita usarlas.
Aún no ha llegado el día en el que las prótesis estén conectadas nuestro sistema nervioso, pero al menos se ha realizado un avance muy importante: tres investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, en Estados Unidos, han conseguido diseñar una prótesis que es capaz de detectar e interpretar el movimiento de los músculos de antebrazo y convertirlos en movimientos de la prótesis.
Es decir, que una persona podría indicarle a su cerebro que quiere mover un dedo (como si aún lo tuviera) y que por lo tanto este envíe la información a los respectivos músculos, reflejándose en pequeños movimientos en los músculos del antebrazo que aún le quedan, pues, al mover un dedo, también estás ejecutando músculos del antebrazo.
La mano protésica de ‘Luke Skywalker’
Esos movimientos son tan minúsculos que ni siquiera un electromiograma es capaz de detectarlos, o no al menos con tanto grado de profundidad. Por ello, usan ultrasonidos para elaborar un mapa mucho más detallado y dinámico de lo que se podría realizar con uno de estos dispositivos capaces de detectar las corrientes eléctricas que se forman en los nervios y músculos al producirse contracciones.
Con esto, y mediante Inteligencia Artificial, han sido capaces de aprender a identificar y correlacionar patrones de ultrasonido con movimientos específicos con una fidelidad realmente alta. Esta técnica ya se había usado con anterioridad, pero nunca antes junto con la Inteligencia Artificial.
Por sus similitudes con la mano de la película, la han llamado ‘la mano de Luke Skywalker’
Y ahí radica la diferencia del éxito de este proyecto: al usar Inteligencia Artificial, la prótesis es capaz de identificar qué movimiento quiere realizar el paciente. Esta misma prótesis, sin el factor ‘inteligente’, sería completamente distinta, pues tendría que obligar a la persona que la lleva a prender una serie de órdenes a modo de diccionario. El algoritmo determina qué dedo quiere mover y lo mueve.
Jason Barnes, músico que hace 5 años perdió su mano derecha, perdió también la posibilidad de volver a tocar cualquier instrumento con normalidad. Ahora, con esta prótesis, ha podido volver a tocar el piano. Como vemos en el vídeo, al probar la prótesis declaró que «es completamente alucinante».
Gil Weinberg, uno de los investigadores que ha dirigido el proyecto, afirma incluso que en un futuro se podría usar para las personas que ni siquiera la necesiten para mover extremidades robóticas tan solo moviendo los dedos.
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