SpaceX ha conseguido reutilizar una cápsula en un nuevo lanzamiento, la primera vez que una compañía privada hace algo semejante.
Decir que viajar al espacio es caro, es quedarse corto; el único motivo por el que ahora mismo no estamos colonizando otros planetas es por lo terriblemente costoso que es. Uno de los motivos de estos altos costes es que casi todo está diseñado para ser usado una sola vez.
SpaceX, la compañía de Elon Musk, quiere cambiar eso; su plan es simple: si en vez de descartar un cohete después de ser usado, podemos traerlo de vuelta a tierra de manera segura y volver a usarlo en otra misión, nos ahorraremos dinero.
SpaceX consigue reutilizar una cápsula en un nuevo lanzamiento
Once aterrizajes exitosos después, parece claro que SpaceX ha dado con la tecla; ayer otro cohete Falcon 9 aterrizó sin problemas en Cabo Cañaveral, en la zona de aterrizaje propiedad de la compañía. Fue la quinta ocasión en la que un cohete aterrizaba en tierra sin problemas, siendo las seis veces restantes en una plataforma en el mar.
Sin embargo, en este caso todas las miradas no estaban puestas en el cohete en si; sino en lo que llevaba al espacio: una cápsula Dragon que ya había sido usada anteriormente.
La cápsula lleva más de 2700 kilogramos de materiales y suministros para la Estación Espacial Internacional, y por lo tanto no está tripulada; al menos si no contamos a los ratones de laboratorio que van en su interior para hacer experimentos en gravedad cero.
Esta no es la primera vez que esta cápsula en concreto ha llegado al espacio; en septiembre de 2014, también fue usada para otra misión de reabastecimiento de la ISS. Se quedó un mes orbitando la Tierra, unida a la estación; hasta que finalmente fue soltada y volvió a la Tierra, estrellándose en el Pacífico. SpaceX consiguió recuperar la cápsula, repararla y reacondicionarla para su nueva misión.
Por qué este lanzamiento ha sido histórico
La idea de reutilizar una nave espacial no es nueva; agencias como la NASA lo hacían constantemente con sus transbordadores espaciales. Lo novedoso es que esta es la primera vez que una compañía privada reutiliza una nave espacial.
Además, los transbordadores estaban diseñados especialmente para volver a tierra y aterrizar como un avión, mientras que la Dragon es una cápsula diseñada para estrellarse contra el suelo o el agua después de frenar con paracaídas y pequeños cohetes.
Este es un paso de gigante para el futuro imaginado por Musk, en el que el coste de un viaje espacial sea más asequible para las agencias y empresas.
Noticias relacionadas
- India lanza la misión que le puede convertir en el cuarto país en llegar a la Luna
- Airbus presenta un avión con las alas de un ave de presa, ¿el futuro de la aviación?
- Tu nuevo fondo de pantalla ha sido posible gracias a una vela solar
- Duro como una piedra o blando como la gelatina: este material dinámico cambia con la iluminación