Descubren una inimaginable nueva fuente de gases de efecto invernadero
Una forma de obtener energía limpia se puede convertir en una gran fuente de emisión de gases de efecto invernadero. Hoy os contamos por qué.
30 septiembre, 2016 11:15Noticias relacionadas
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Una de las principales causas de los avances del cambio climático es la emisión de gases de efecto invernadero.
Se conoce que son muchas las formas en que el propio ser humano está contribuyendo a la producción de estos gases, que absorben la radiación térmica y la devuelven en todas direcciones, aumentando notablemente la temperatura terrestre, pero aún así el descubrimiento de nuevas fuentes de emisión resulta inimaginable en muchos casos.
Y eso es precisamente lo que ocurre con un nuevo hallazgo, realizado por investigadores estadounidenses, que en un estudio que se publicará en BioScience han puesto de manifiesto la gran relación entres las presas de producción de energía hidroeléctrica y la emisión de este tipo de gases. La que se supone una de las formas más extendidas de obtención de energía limpia podría estar haciendo avanzar el cambio climático a pasos agigantados. Esto se nos va de las manos.
Gases de efecto invernadero, una gran amenaza para la Tierra
En realidad, los gases de efecto invernadero son sustancias totalmente cotidianas; aunque su emisión descontrolada pueda dar lugar a consecuencias perjudiciales para el planeta.
De hecho, los más importantes son el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, el óxido de nitrógeno, el ozono y los clorofluorocarbonados, utilizados en dispositivos de refrigeración y aerosoles.
Estos últimos sí que son resultantes de muchos procesos de industrialización, pero los otros son productos de fenómenos que tienen lugar continuamente en la naturaleza, por lo que resulta curioso que puedan ser perjudiciales.
Sin embargo, la naturaleza es sabia, y si no se intercede sobre ella no los emitirá de forma desmedida, pero la mano del hombre desestabiliza totalmente su equilibrio, dando lugar a consecuencias como la que vamos a ver hoy.
Una fuente de emisión de gases de efecto invernadero utilizada para producir energía limpia. ¿En serio?
Para llegar a las conclusiones del estudio estos investigadores analizaron un total de 267 presas y embalses de todo el mundo, comprobando que las emisiones de metano en estas áreas son un 25% superiores a lo que se pensaba.
¿Pero cómo puede una simple presa favorecer que se produzca este gas? La respuesta está en la cantidad de terreno salvaje que debe inundarse para la producción de estas presas.
Estas zonas originalmente estaban cubiertas de materia orgánica, como hierba y hojas, que después de la inundación se quedarán sin oxígeno, dejando paso a la proliferación de microorganismos anaerobios, que respiran CO2 a la vez que producen metano. Para colmo, las presas a menudo se alimentan con agua procedente de ríos, que viene cargada de más materia orgánica que seguirá alimentando a estos microbios, amplificando aún más la emisión de gases de efecto invernadero.
De todos modos, los investigadores advierten que esto no quiere decir que se deban eliminar todas las presas del mundo, sino simplemente que se debe controlar la cantidad de áreas que se inundan así, de forma explosiva; pues, si no se hace, en base a estos resultados, las consecuencias podrían ser nefastas para nuestro planeta.