TUE, el método con el que los atletas pueden doparse
Últimamente los TUE se están convirtiendo en uno de los temas más candentes del candelero. Hoy os contamos en qué consiste esta forma de dopaje legal.
18 septiembre, 2016 21:03Noticias relacionadas
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Últimamente nos ha llegado todo tipo de información sobre un escándalo de dopaje legal destapado por Anonymous, que ha sacado a la luz algunos casos de deportistas que se han medicado durante los últimos Juegos Olímpicos.
La información provenía de la propia Agencia Mundial Antidopaje, cuyo objetivo precisamente es evitar que esto pase, pero lo cierto es que no se ha tomado ningún tipo de iniciativa legal contra ellos, debido a que todos estos casos de dopaje se escondían bajo los TUE, una forma de dopaje legal que últimamente aparece en todas partes, quizás sin demasiado explicación al respecto.
En realidad se trata de algo tan simple como una prescripción médica: el consumo de la droga en cuestión es necesario para la salud del deportista, que por algún tipo de trastorno no puede vivir sin ella, y si de rebote también actúa positivamente sobre su rendimiento físico; pues, oye, ¿qué se le va a hacer? Daños colaterales…
¿En qué consisten los TUE?
Las Autorizaciones de Uso Terapéutico (TUE por sus siglas en inglés) son una serie de salvoconductos que permiten a quién las porta participar en todo tipo de competiciones deportivas bajo los efectos de drogas que, si bien en condiciones normales serían consideradas motivo de dopaje, en su caso están prescritas por un médico para el tratamiento de alguna dolencia crónica que le impediría estar a la altura de sus compañeros si no se mantuviese a raya.
¿Pero dónde se establece cuándo es estrictamente necesario su consumo? Apenas se conocen casos de estos en la antigüedad, más allá del famoso caso de Miguel Indurain y el Ventolín, pero hoy en día el término se está haciendo cada vez más conocido, independientemente de los nuevos casos destapados.
Esto lleva a pensar que cada vez sea más fácil obtener uno de estos TUE, alegando enfermedades de diagnóstico dudoso, por ejemplo, pero veamos exactamente cuáles son los requisitos.
¿Cómo obtener una autorización de dopaje legal?
Según la Agencia Española para la Protección de la Salud en el Deporte (AEPSD), tanto la normativa nacional como la internacional autorizan a un deportista el consumo de las sustancias prohibidas por dopaje siempre que se disponga de estos TUE, que acreditan que su uso es estrictamente necesario.
Para ello el deportista deberá emitir una solicitud que será evaluada por un comité de expertos, bien de la federación internacional correspondiente o bien de la propia AEPSD.
Sea cuál sea, sólo aceptará la solicitud si considera que cumple tres requisitos concretos:
- Se producirían daños graves en la salud del deportista si no tomara la sustancia en cuestión
- Dicha droga no actuaría significativamente sobre el rendimiento del solicitante
- No existe otra alterativa terapéutica razonable al uso de esta sustancia
Como veis, no se trata de una lista inmensa de requisitos, por lo que no tiene por qué se especialmente complicado pasar la prueba, así que el siguiente paso sería saber a qué enfermedades y fármacos puede aplicarse.
Algunas enfermedades y drogas contempladas en los TUE
Si debe tomarse como condición que no haya otro alternativa razonable a la droga en sí, queda claro que no todas pueden contemplarse dentro del marco del dopaje legal
De hecho, suelen ser siempre las mismas patologías y drogas las que más atraen la necesidad de estos salvoconducto, pero veamos cuáles son algunas de ellas.
Afecciones respiratorias: el asma
El asma es la enfermedad estrella de los deportistas que acuden a la solicitud de TUEs. Antes os ponía como ejemplo el caso de Indurain; que en mayo de 1994, después de que ganara su cuarto tour consecutivo y mientras se preparaba para tratar de superar el récord de distancia recorrida en una hora en un velódromo, fue acusado de haber competido después de dar positivo por salbutamol, una sustancia considerada como dopaje.
La droga en cuestión forma parte del famoso Ventolin; que como sabéis, es un fármaco inhalado que se prescribe a los asmáticos para su consumo durante las crisis respiratorias. Con el caso de Indurain la sangre no llegó al río, pues se demostró a tiempo que disponía de la prescripción médica pertinente, pero sin duda supuso el pistoletazo de salida para un gran número de nuevos casos, con un abanico de niveles de gravedad bastante variado.
De hecho, en los Juegos Olímpicos de ese mismo año hasta un 70% de los deportistas participantes alegaron padecer esta dolencia respiratoria con el fin de poder consumir libremente esta sustancia, cuya dosis aceptada por el TUE alcanza una cantidad equivalente a 15 inhalaciones, mucho más de lo que se recomienda por lo general a un paciente asmático.
Esta dolencia respiratoria en países como el nuestro afecta a un 5% de la población, aproximadamente, por lo que un 70% supone una diferencia inmensa que da muchos cabos para atar, así que podéis sacar vuestras propias conclusiones del asunto.
Trastornos de la hormona tiroides
Algunos de los fármacos consumidos para el tratamiento de los trastornos de la hormona tiroidea son magníficos dopantes, pues ayudan a perder peso, a la vez que actúan como estimulantes.En muchos casos pasan desapercibidos, pero a veces su uso acaba saliendo a la luz.
Y algo así es lo que ocurrió con el ciclista Roman Kreuziger, que recientemente ha sido acusado de resultados anómalos en unas analíticas de 2.011. En ese momento no disponía de ningún tipo de TUE, aunque se ha valido de un reciente diagnóstico de hipotiroidismo para tratar de convertir su posible desliz en una forma de dopaje legal. Este tipo de salvoconductos sólo se consideran de carácter retroactivo en casos muy concretos, pero aún así ahora mismo es su principal baza frente a tales acusaciones.
Eso sí, posiblemente el año que viene deje de tener este problema, pues parece ser que la Agencia Mundial Antidopaje ha eliminado estos fármacos de la lista de sustancias consideradas como dopantes. ¡Un alivio para muchos!
Trastorno por Déficit de Atención (TDAH)
El caso del TDAH ha sido uno de los que se han destapado recientemente, pues es la enfermedad que le ha valido su TUE a la gimnasta Simone Biles, premiada con cuatro medallas de oro y una de bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Este trastorno, que afecta a un 6% de la población infantil, se caracteriza por problemas de atención e hiperactividad y se trata con drogas que mejoran el rendimiento intelectual de los pacientes y, por ende, también el deportivo.
Esto, junto a que es una enfermedad que se considera sobre diagnosticada, hace que se haya puesto en tela de juicio si realmente Simone cumplía las premisas necesarias para el TUE o si, por el contrario, necesitaba tomar estos fármacos por el bien de la competición y no por el de su salud.
¿Se está haciendo entonces de forma descontrolada el dopaje legal?
Nosotros no somos quiénes para responder a esta pregunta sin tener más pruebas de las que disponemos, por lo que sólo os hemos dado información suficiente para que vosotros mismos juzguéis.
A un lado queda el dilema moral acerca de la conveniencia de que una persona con problemas que le impidan practicar deporte está preparada para ello y si en caso afirmativo es justo que su rendimiento sea mejor que el del resto. Independientemente de estos, la mayor pregunta en torno al dopaje legal es si se realizan correctamente estos diagnósticos.
Los diagnósticos psicológicos a menudo son bastante subjetivos y dan cabida a interpretaciones inadecuadas, pero se considera que, en lo que al resto se refiere, un médico debe seguir un protocolo que siempre dará diagnósticos exactos.
Sin embargo, esto no siempre es así, y no sólo se pueden cometer errores involuntarios, sino que también puede haberlos voluntarios. Si los deportistas se corrompen nadie asegura que no puedan hacerlo también algunos médicos; pero, sea como sea, no podemos descartar que muchos de estos TUEs hayan sido concedidos correctamente, quedando manchados por los pocos (o no tan pocos) que lo hayan hecho por disfrazar el dopaje de enfermedad. ¿Quedará algún sector de la sociedad al que aún no haya llegado la corrupción?