Todo lo que deberías saber sobre la esquizofrenia
Os contamos todo sobre la esquizofrenia, desde sus causas biológicas, sus síntomas y su diagnóstico hasta algunas de sus apariciones en el cine.
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La esquizofrenia es uno de los trastornos mentales más difundidos y preocupantes, no sólo por lo graves que pueden llegar a ser sus síntomas, sino también por lo estigmatizados que están las personas que la padecen.
Tanto es así que a menudo se confunde esquizofrenia con psicopatía, y a su vez psicopatía con violencia, por lo que muchas veces estos enfermos tienen que presenciar cómo la gente se aparta de su lado por temor a un ataque o un arrebato de ira.
Como siempre, este miedo es causado por el desconocimiento, por lo que un aprendizaje más profundo sobre las bases de la enfermedad y las formas de tratarla puede llevar a que los esquizofrénicos sean concebidos como lo que son: personas normales que simplemente tienen que seguir un tratamiento para no desarrollar algunos síntomas que también son desagradables para ellos.
¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es un trastorno mental crónico y calificado como grave que consiste en una concepción anómala de la realidad, que lleva a una serie de conductas poco comunes, entre las que se encuentran las alucinaciones o algunos comportamientos extravagantes.
Además, estos pacientes suelen tener dificultades para crearse metas y alcanzar objetivos que pueden derivar en problemas para desenvolverse en el ambiente que les rodea y establecer relaciones sociales.
Aunque comúnmente solo se conoce la paranoide, existen muchos tipos de esquizofrenia, según los síntomas predominantes:
- Esquizofrenia paranoide: Estos esquizofrénicos no suelen tener problemas en el aprendizaje ni disfunciones afectivas, pero muestran claras ideas delirantes, que suelen ir acompañadas de alucinaciones auditivas, relacionadas con el tema de sus delirios o con cualquier otro. Como consecuencia, terminan acarreando otros síntomas; como ansiedad, ira, retraimiento o tendencia a discutir.
- Esquizofrenia desorganizada: Como su propio nombre indica, estos pacientes muestran una serie de síntomas caracterizados por lenguaje desorganizado, comportamiento desorganizado y alteraciones emocionales muy marcadas. También pueden mostrar ideas delirantes y alucinaciones, pero no suelen estar formadas en torno a un tema coherente, como en el caso de la esquizofrenia paranoide.
- Esquizofrenia catatónica: En este caso los enfermos muestran alteraciones psicomotoras. entre las que puede aparecer inmovilidad, negativismo extremo, actividad motora excesiva, mutismo o cualquier otra peculiaridad del movimiento voluntario.
- Esquizofrenia residual: Este término, menos conocido, hace referencia a aquellos pacientes que, habiendo mostrado un episodio de esquizofrenia en un momento dado, no han vuelto a mostrar ninguno de los síntomas asociados a cualquiera de los tipos explicados anteriormente.
- Esquizofrenia indiferenciada: Se califica así a cualquier diagnóstico que no muestra claramente todos los síntomas de ninguno de los subtipos conocidos.
- Esquizofrenia simple: Aunque este término ha dado lugar a mucha controversia entre profesionales, se refiere a un diagnóstico en el que predominan los síntomas relacionados con alteración de las funciones mentales y el afecto emocional, pero sin mostrar ninguno de los asociados a las alucinaciones y la psicosis.
¿A qué se debe la esquizofrenia?
Aunque se conocen más o menos los desequilibrios que dan lugar a la esquizofrenia, las causas que originan a dicho desequilibrio son prácticamente un misterio.
Básicamente, es un problema en el desarrollo de la neurotransmisión,caracterizado por niveles anormales de algunos neurotransmisores. De hecho, existen varias hipótesis en torno a la implicación de una secreción desequilibrada de sustancias como la serotonina, la dopamina o el glutamato, que podría deberse a mutaciones en sus receptores.
Por otro lado, muchos estudios científicos basados en el diagnóstico por neuroimagen han establecido cuáles serían los rasgos cerebrales que darían lugar a los síntomas de esquizofrenia. Así, a través de pruebas como la resonancia magnética funcional y nuclear y la tomografía de positrones, se han encontrado anormalidades en el desarrollo de ciertas áreas, especialmente en el hipocampo, los lóbulos frontales y temporales y la amígdala. Estas zonas se relacionan con procesos como el control de las emociones, el lenguaje, el aprendizaje o la memoria, todos ellos alterados de un modo u otro en pacientes esquizofrénicos, por lo que sirven para explicar los síntomas.
El secreto biológico y genético de la esquizofrenia
¿Pero por qué se producen estos daños? Como os decía, las causas no se conocen totalmente, aunque algunos estudios han dado respuestas que podrían dar una explicación definitiva.
Por un lado, se han detectado genes, llamados BDNF y DTNBP1, cuya expresión anómala se asocia con la esquizofrenia. Ambos dan lugar a las anormalidades cerebrales mencionadas anteriormente, por lo que podrían ser los responsables de la transmisión de la enfermedad.
Por otro lado, otro gen, conocido como C4, ha aportado la que hasta el momento parece la explicación más probable a la aparición de la esquizofrenia. Este gen pertenece al sistema inmunológico y, como suele pasar cuando sus componentes no funcionan como deberían, lo que normalmente está en nuestro organismos para protegernos de posibles adversidades, se puede convertir en nuestro mayor enemigo, eliminando componentes esenciales para nuestra salud como si de virus se trataran.
De este modo, se ha relacionado el gen C4 con una poda sináptica descontrolada. Esta poda es un proceso cerebral basado en la eliminación de conexiones neuronales que no se usan. Suele ocurrir de forma natural durante la adolescencia, pero en caso de descontrolarse eliminaría demasiadas conexiones, dando lugar a todas las consecuencias de las que hemos hablado.
Síntomas de la esquizofrenia
Como os decía, los síntomas de la esquizofrenia pueden variar según el subtipo al que nos refiramos, pero en general se pueden dividir en síntomas positivos, negativos y cognitivos.
Los positivos son los que incluyen alucinaciones, ideas delirantes, y lenguaje y comportamiento desorganizados. Por el contrario, los negativos se refieren al aplanamiento afectivo y la disminución de la fluidez y del pensamiento.
Por último, los cognitivos, como su propio nombre indica, son aquellos asociados a problemas en el aprendizaje, la concentración y la memoria. Además, estas dificultades a veces complican su capacidad de comprender que están enfermos, por lo que es importante que sean las personas que les rodean quiénes detecten la posible enfermedad.
¿A qué se deben las alucinaciones auditivas?
Aunque ya os digo que hay otros muchos síntomas, lo que más se conoce son las alucinaciones auditivas.
Según un estudio publicado en Science en 2014, las “voces” de la esquizofrenia son la consecuencia de la alteración de un grupo de genes asociados al control del flujo existente entre las dos estructuras cerebrales, situadas en el tálamo, que se encargan del procesamiento de la información auditiva.
Diagnóstico de la esquizofrenia
Uno de los hechos que respaldan la hipótesis de la poda sináptica, es la edad a la que normalmente se diagnostica la enfermedad, pues suele hacerse durante la adolescencia o los primeros años posteriores a ella.
En ese momento, los familiares y otras personas del entorno del paciente pueden comenzar a observar comportamientos extraños que imposibiliten el desarrollo normal de su rutina.
Si se da el caso, se derivará a esta persona a un psiquiatra, que evaluará si los síntomas se corresponden con la enfermedad y hará un seguimiento para comprobar si se mantienen en el tiempo, ya que normalmente se considera esquizofrenia si persisten estos signos durante seis meses, de los cuales al menos un mes debe incluir síntomas característicos.
Dicho profesional prestará especial atención a signos como delirios, alucinaciones auditivas, movimientos desorganizados, arrebatos de ira, creencias inusuales, falta o disminución de la respuesta emocional, disminución del habla y falta de motivación.
En caso de darse dos de ellos o más, se continuará con la evaluación.
Además de todo esto, los avances de la ciencia han permitido el diseño de algoritmos, como uno desarrollado en 2015, que demostró ser capaz de diagnosticar la enfermedad con un 100% de efectividad, simplemente analizando los diálogos de los pacientes y buscando posibles signos discordantes.
Tratamiento de la esquizofrenia
Aunque la enfermedad no tiene una cura definitiva, sí que existen diferentes tratamientos muy efectivos que pueden mantener a raya los síntomas si el paciente los toma adecuadamente.
Estos tratamientos constan principalmente de una parte farmacológica, consistente en la toma regular de antipsicóticos o benzodiazepinas, y otra basada en psicoterapia, tanto individualizada como colectiva.
Los fármacos deberán ser escogidos por el médico, que los seleccionará según los síntomas predominantes, pudiendo cambiarlos después si les efectos no son los deseados.
Por otro lado, actualmente se investigan otras opciones, como la estimulación eléctrica transcraneal, que en un estudios llevado a cabo por científicos de la Universidad Johns Hopkins demostró aportar muy buenos resultados en un grupo reducido de pacientes, ya que se estimulan las regiones cerebrales que se encuentran dañadas.
¿Son los esquizofrénicos unos psicópatas?
Esta es una creencia muy extendida entre la población, que lleva a que los pacientes de esta enfermedad se conviertan en “apestados” temidos por todo el mundo. Sin embargo, antes de hacer una afirmación de esa índole, es importante tener en cuenta en qué consiste cada una de esas condiciones; ya que, además, ni todos los psicópatas ni todos los esquizofrénicos son violentos.
La psicopatía es un trastorno antisocial de la personalidad caracterizado por ausencia de sentimiento de culpa y dificultad para empatizar con los sentimientos de los demás.
Todo esto desemboca en una serie de síntomas, como la ausencia de autocontrol, la arrogancia, la promiscuidad sexual o la ausencia de metas y objetivos, pero no necesariamente tiene que ir acompañado de violencia.
Como todo en la vida, depende en parte de aspectos sociales, derivados del entorno del paciente. Para que me entendáis, si una persona impulsiva incapaz de sentir culpa crece en un ambiente conflictivo, rodeado de personas violentas, es posible que se acabe convirtiendo también en alguien violento; pero si, por el contrario, crece en un ambiente estable en el que se le enseñen valores, no tendrá por qué mostrar ese tipo de comportamientos.
Es más, la personalidad psicópata puede llegar a ser beneficiosa en algunos ámbitos, como el empresarial, en el que estos rasgos hacen mucho más fácil ascender y comportarse como un líder.
Entonces, ¿los esquizofrénicos son psicópatas o no? Como habéis visto, ambos trastornos poseen algunos síntomas en común y, además, se ha comprobado que en algunos casos tienen dañadas las mismas regiones del cerebro. Sin embargo, eso no tiene por qué significar que una condición vaya implícita con la otra ni que en caso de que sí sea así, se trate de personas peligrosas.
Estudios sobre la esquizofrenia
Como hemos visto, ni las causas de la enfermedad están claras al cien por cien, ni existe un tratamiento único totalmente efectivo. Por eso, sigue habiendo muchos grupos de investigación que tratan de encontrar respuestas para los problemas que aún no se han podido responder, localizando asociaciones con otros trastornos o buscando hábitos y alimentos que puedan reducir los síntomas.
Algunas de ellas no son más que especulaciones, como el estudio que relaciona la esquizofrenia y el autismo con la carencia de vitamina B12, mientras que otros parecen más claros, como los que asocian el consumo de tabaco y marihuana con la aparición de la enfermedad o con el aumento de sus síntomas.
Personajes importantes de la historia que padecieron esquizofrenia
Un buen ejemplo de cómo un esquizofrénico puede llevar una vida normal es el gran número de casos de personajes famosos, tanto históricos como actuales, que han desarrollado carreras brillantes a pesar de padecer la enfermedad.
En el caso de los personajes históricos, lógicamente no existe un diagnóstico claro, pero algunos rasgos conocidos de su comportamiento han sido analizados por psicólogos y psiquiatras que han aprobado la posibilidad de que fuesen esquizofrénicos. Entre estos casos, nos encontramos con Vincet van Gogh, Friedrich Nietzche, Robert Shumann o Juana de Arco. En el caso de los tres primeros, los síntomas de la enfermedad pudieron ser indispensables para la genialidad de sus obras, mientras que en el caso de la cuarta le pudieron infundir la valentía necesaria para emprender la hazaña que llevó a cabo. Además, el trastorno también podría explicar por qué le hablaba Dios tan a menudo.
Más actuales son los casos de Picasso, Albert Einstein e incluso la actriz Megan Fox. Todos ellos fueron diagnosticados con la enfermedad y, sin embargo, han podido llevar a cabo una vida totalmente normal.
Esquizofrenia en el cine
Si pensamos en esquizofrenia y cine lo primero que nos viene a la cabeza es la película “Una mente Maravillosa”, un filme protagonizado por Russel Crowe que cuenta la vida real de John Nash, un famoso matemático, afectado de esquizofrenia paranoide, cuya carrera fue tan brillante que le llevó a obtener el Nobel de Economía en 1994.
Otro ejemplo es el de “El Cisne Negro”, otra película en la que Natalie Portman interpreta a una bailarina de Ballet cuya obsesión enfermiza por avanzar en su trabajo va mucho más allá de los límites de la ambición convencional.
Asociaciones sobre la esquizofrenia
Si conocéis algún caso de esquizofrenia o simplemente queréis aprender más sobre el tema podéis acudir a algunas de las asociaciones existentes sobre el tema. Os dejamos aquí tres de ellas:
Asociación de familiares con enfermos de esquizofrenia (afenes)
Asociación madrileña de amigos y familiares de personas con esquizofrenia (amafe)
Asociación para el desarrollo e integración de personas con esquizofrenia (adipe)
Espero que con este artículo hayáis aprendido más sobre esta enfermedad y, sobre todo, que hayáis comprendido que, con el tratamiento adecuado, los esquizofrénicos pueden tener vidas totalmente normales, siempre que los demás dejemos de ponerles más trabas de las que desgraciadamente ya tienen.