El misterioso río verde de Francia
Esta semana el país vecino ha aparecido rodeado de algo raro: El río verde de Francia. Te contamos cómo se ha producido este color tan llamativo.
29 abril, 2016 09:00Noticias relacionadas
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Esta semana muchos transeúntes franceses se han encontrado algo extraño: Un río verde surcaba el país de los croissants.
Bueno, más bien “ríos”, porque las ciudades de toda Francia despertaron con sus aguas teñidas de un brillante verde fluorescente el pasado lunes 25 de abril. Y no, no es que alguien se haya equivocado y esté celebrando el día de San Patricio más tarde de lo que debería, ni ha explotado ninguna central radiactiva en el país de la Torre Eiffel.
No, la explicación es otra. Una buena razón a mi parecer, pues la iniciativa del río verde francés parte de un grupo ecologista llamado les Agents Environnement, los cuales han usado este método tan llamativo para demostrar algo que ya sabíamos, pero que no parece afectarnos si no nos lo ponen delante de los ojos: la contaminación de las aguas llega a todas partes.
El Río Verde de Francia, una llamativa iniciativa ecologista
Según comenta Yannick Pognart, inspector de medio ambiente y activista ecologista, el llamativo Río Verde de Francia se logró usando un colorante llamado fluoresceina con el fin de hacer ver la ruta de la contaminación del agua. Hoy en día los conceptos nos entran por los ojos (no hay más que fijarse en Internet, lleno de vídeos, gifs o fotos). Por ello, este grupo ecologista pensó que la mejor forma de llamar la atención sobre la contaminación es enseñar cómo se desplaza por el agua.
Y vaya si lo han conseguido, pues el flujo del agua de hasta 12 ciudades francesas se tiñó este lunes de un verde fluoscente que recuerda a la central nuclear de los Simpsons. Y gracias a este color otorgado por la fluoresceína se ha llamado la atención sobre la contaminación y la falta de fondos y recursos para los servicios públicos que hacen frente a los problemas medioambientales.
Fluoresceína, la responsable del Río Verde de Francia
La fluoresceína no es un colorante alimenticio, sino más bien un colorante biomédico. Es inofensivo para los peces que surcan las aguas francesas estos días, y también para los humanos. De hecho, su uso en medicina esta a la orden del día. Gracias a la fluoresceína podemos ver lesiones en los ojos o estudiar los mismos vasos sanguíneos de los globos oculares (previamente inyectado en la sangre). También se usa en los problemas de las glándulas responsables de las lágrimas.
Por otro lado, la fluoresceína también se usa en técnicas de laboratorio más complejas con anticuerpos, los cuales suelen usarse para ver muestras en microscopio y usando esta sustancia a modo de marcador (su brillo es inconfundible).