¿Por qué noto que mi móvil vibra y no lo hace?
¿Alguna vez habéis sentido que vuestro móvil sonaba cuando no lo había hecho? Según un estudio reciente,estas vibraciones fantasma se debe a la inseguridad.
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Seguro que todos habéis experimentado las “vibraciones fantasma” en alguna ocasión.
Vas por la calle con el móvil en el bolsillo y, de repente, sientes una vibración pegada a tu pierna. Inmediatamente sacas el aparato esperando ver en la pantalla el aviso del mensaje que acabas de recibir; pero, curiosamente, no hay absolutamente nada en ella.
Esta situación tan habitual está muy extendida desde que los teléfonos móviles se convirtieron en una extensión de nuestro brazo, pero las causas parecen ser desconocidas. Hay quién lo achaca a algún problema electrónico; pero no parece demasiado plausible que un dispositivo capaz de guiarnos cuando nos perdemos, buscarnos el restaurante más cercano, predecir qué tiempo hará toda la semana y, si apuramos, hasta decirnos qué camisa nos queda mejor, cometa errores tan básicos. Por eso, es mucho más lógica la teoría que argumenta que, en realidad, todo está en nuestra cabeza.
¿Cuándo comenzó a hablarse de “vibraciones fantasma”?
El término de las “vibraciones fantasma” se acuñó por primera vez en 1996, tras aparecer en una tira del dibujante Dilbert. Una década después, cuando el uso de dispositivos móviles era mucho más común, apareció de nuevo en la tesis doctoral del psicólogo David Laramie, que llevó a cabo una investigación sobre el uso del teléfono móvil y el comportamiento.
Desde entonces han sido muchos los estudios llevados a cabo con voluntarios de diferentes edades, sexos y ocupaciones, de los cuáles la mayoría tenían una sola cosa en común: la obsesión por el teléfono móvil. Y es que ahora nos parece una locura recordar cómo hace años podíamos salir a la calle sin ningún medio para comunicarnos en el bolsillo. ¿Qué pasaba si teníamos una urgencia y no llevábamos suelto para una cabina? ¡Menuda aberración!
Por eso, en la actualidad la devoción por los smartphones se ha convertido obsesión, llegando al punto que en ocasiones estamos más pendientes de ellos que de nuestra rutina diaria.
¿En qué consisten los estudios sobre las “vibraciones fantasma”?
Uno de los primeros estudios llevados a cabo tuvo lugar en 2012. En él participaron 290 universitarios, de los cuáles resultó que el 89% solían sentir este tipo de vibraciones con una frecuencia aproximada de una vez cada dos semanas. ¿Es entonces cosa de chicos jóvenes obsesionados con las nuevas tecnologías y las redes sociales?
Para comprobarlo se compararon los resultados con los de otro estudio de 2010 en el que participaron 176 trabajadores miembros de un mismo hospital. En este caso, el 68% solía experimentar esta situación, por lo que quedaba demostrado que no era sólo cosa de estudiantes. De hecho, el personal sanitario suele estar muy pendiente de este tipo de dispositivos; por lo que, más bien, parecía estar asociado a la ansiedad creada cuando una persona tiene miedo a recibir una llamada y no darse cuenta.
¿Y quién tiene la culpa de todo esto? Según los resultados de estos estudios las vibraciones fantasma no parecen ser más que una simple alucinación sensorial que nos hace creer que el teléfono vibra y, en algunos casos, incluso que suena. ¿Y quién es el culpable de que alucinemos? Exactamente, nuestro cerebro.
Según algunos investigadores, la causa puede residir en la corteza frontal; debido a que, al recibir tantísima información de golpe, nuestro cerebro debe filtrar todos los estímulos sensoriales, guiándolos según una serie de patrones establecidos. Por eso, si está esperando una llamada por la causa que sea, interpretará mal otros estímulos, como la presión de la ropa sobre la piel o las contracciones musculares, haciéndonos creer que lo que hemos sentido era claramente la vibración de nuestro teléfono.
¿En qué casos nos hace nuestro cerebro sentir estas “vibraciones fantasma”?
Como os decía, esta interpretación errónea se debe a que nuestro cerebro está esperando una llamada. ¿Ocurre esto continuamente o sólo en algunos casos? Según un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Michigan estas situaciones se dan, por norma general, en personas muy inseguras.
Imaginad por ejemplo a alguien inseguro en las relaciones sentimentales o en el trabajo. Posiblemente, pase la mayor parte del tiempo pensando en que su pareja o su jefe pueden llamarle en cualquier momento y que, si no contesta, las consecuencias pueden ser devastadoras. Por eso, su cerebro está continuamente en guardia esperando la llamada.
Aunque según este mismo estudio estas vibraciones no suelen preocupar demasiado a quién las siente, en algunos casos pueden llegar a ser molestas, por lo que se recomienda sacar el teléfono del bolsillo o cambiarlo de lugar para disminuir la ansiedad que provoca.
Sin embargo, hay otro consejo mucho más importante. En la vida hay demasiadas cosas por las que preocuparse como para hacerlo también por el teléfono móvil y si os llaman para algo importante y no contestáis, podéis tener por seguro que os volverán a llamar. ¿Para qué obsesionarse entonces?