Descubren un terrible nuevo efecto de la ketamina
Un grupo de investigadores acaba de descubrir un efecto secundario de la ketamina que produce terribles dolores a quién la consume. La causa os sorprenderá.
26 marzo, 2016 17:50Noticias relacionadas
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Los efectos secundarios que surgen cada día del consumo descontrolado de drogas no dejan de sorprendernos.
La ketamina es uno de tantos ejemplos de drogas con una segunda cara más afable; pues, además de ser consumida como alucinógeno, también se está empezando a considerar su uso terapéutico frente a trastornos mentales, como la depresión.
Sin embargo, antes de llevar a cabo este propósito, los investigadores deberían lidiar con sus efectos secundarios, especialmente con los fuertes dolores en la vejiga urinaria que recientemente se han asociado a su consumo.
¿En qué consiste este nuevo efecto secundario de la ketamina?
Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de York, ha asociado al consumo de ketamina los fuertes dolores sufridos por algunos pacientes, a muchos de los cuáles era necesario extirparles la vejiga urinaria.
Estos dolores terribles eran resultado del deterioro de la vejiga, que dejaba salir la orina hacia el resto del cuerpo, filtrándose en tejidos externos y dando lugar a la inflamación responsable del tormento.
Todo parecía asociado al consumo de ketamina, pero lo que no sabían estos investigadores es cómo se ocasionaba el daño. ¿Era la propia orina la que arrasaba con los tejidos de la vejiga o, por el contrario, la droga ocasionaba un fallo en el organismo que acababa derivando en estos síntomas?
Para comprobarlo, analizaron algunas vejigas que habían sido extirpadas a estos pacientes. Este órgano está recubierto de células epiteliales y en un extremo cuenta con un orificio denominado uraco, que no es más que un remanente del sistema urinario fetal y, cuya principal peculiaridad, es que nunca entra en contacto con la orina.
Tras analizarlas, comprobaron que todas las células epiteliales habían desaparecido, excepto aquellas que rodeaban el uraco. De aquí se puede deducir que solo se dañan las zonas por las que ha pasado la orina, algo que cobra sentido si tenemos en cuenta que ésta iba cargada de ketamina.
Por lo tanto, queda claro que no se trata de un fallo sistémico, sino de la propia ketamina contenida en la orina.
¿Cómo destruye la ketamina las células epiteliales?
Al entrar en contacto la ketamina con las mitocondrias, el orgánulo en el que se genera la energía celular, se produce una descarga masiva de toxinas. Entonces, estas células entran en apoptosis, un suicidio inducido por ellas mismas para evitar que el daño pase a otros tejidos.
De este modo, las células epiteliales de la vejiga dan su vida por evitar un mal mayor, aunque las consecuencias no dejan de ser peligrrosas.
Este nuevo descubrimiento, por un lado, es un aviso para que los investigadores que pretenden usar la ketamina como tratamiento tengan especial cuidado con estos efectos y, por el otro, también resulta un toque de atención para aquellos que la consumen por simple diversión. Quizás ahora se lo piensen dos veces.