¿Problemas para dormir? Esto es lo que debes tomar
¿Soléis tomar sustancias para dormir mejor? En este artículo os contamos todo lo que debéis saber sobre tres de las más habituales.
21 marzo, 2016 20:07Noticias relacionadas
Con la cantidad de preocupaciones que tenemos en la cabeza, cada vez se hace más frecuente padecer insomnio por las noches.
Nuestros problemas diarios se agolpan en nuestra cabeza, provocando inquietud e impidiéndonos conciliar el sueño, por lo que pasamos las noches dando vueltas en la cama, con los ojos como platos.
Esto ha llevado a un aumento del consumo de sustancias naturales y suplementos alimenticios con efectos relajantes, que en muchas ocasiones no son más que un simple placebo, pero en otras muchas poseen una base científica que respalda su uso. Existe un abanico amplísimo entre el que podéis elegir, pero hoy os vamos a hablar sólo de tres de estas sustancias para dormir mejor.
Valeriana, la planta que te ayuda a dormir
Valeriana officinalis, más comúnmente llamada valeriana, sin más, es una planta herbácea con grandes propiedades medicinales, pues los extractos obtenidos de sus órganos susbterráneos (raíces, rizomas y estolones) se han utilizado como sedantes desde hace siglos.
Esto se debe a su capacidad para equilibrar el sistema nervioso, algo que también la convierte en un magnífico ansiolítico y anticonvulsivo.
Es común su consumo en forma de infusión, pero su mal olor hace que no resulte muy apetecible y que muchas personas opten por tomarla en forma de pastillas.
Efectos secundarios de la valeriana
Como ocurre con otras sustancias similares, debe evitar mezclarse con otras sustancias como el alcohol y otros fármacos sedantes, pues aumentos los efectos de somnolencia, que pueden llegar a convertirse en un problema. Por esto, si vamos a conducir o realizar cualquier otro esfuerzo mental debemos evitarla o consultar a un especialista si interferirá con la tarea en sí.
Por otro lado, aunque es muy raro que se presenten efectos secundarios, se han reportado algunos casos de dolores de cabeza o estomacales tras tratamientos muy largos, razón por la que es recomendable no prolongar su toma durante mucho tiempo.
Melatonina, la hormona de los que no necesitan contar ovejas
La melatonina es una hormona, sintetizada en la glándula pineal, que se libera a la sangre en grandes cantidades durante la noche, indicándole al cerebro que ha llegado el momento de dormir.
Es uno de los factores que influyen en el correcto funcionamiento de los ciclos circadianos, por lo que si por algún motivo no se segrega correctamente éstos se alterarán y no podremos descansar correctamente.
Por eso, existen los suplementos de melatonina en forma de pastillas, que se suelen colocar debajo de la lengua antes de dormir, favoreciendo la conciliación de un sueño reparador.
Además, también se puede usar para tratar otros trastornos, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), las migrañas o el síndrome de fatiga crónica, entre otros.
Efectos secundarios de la melatonina
Según un estudio publicado este verano en la revista Metabolism, estos suplementos, aparentemente inofensivos, pueden aumentar la probabilidad de sufrir diabetes tipo II.
Esto se debe a que el metabolismo de los carbohidratos se reduce durante la noche, por lo que tomar una hormona inductora del sueño favorecerá que se acumulen, pudiendo provocar este tipo de trastornos.
Sin embargo, sí que es cierto que este efecto negativo puede solucionarse tomando la melatonina a partir de dos horas y media después de cenar, cuando la digestión haya finalizado.
Por otro lado, aunque sea producida por nuestro cuerpo y se venda como una sustancia natural, no deja de ser importante tener mucho cuidado con la dosis. Como os decía al comienzo, está implicada en el correcto funcionamiento de los ciclos circadianos, por lo que no puede tomarse en cualquier cantidad ni en cualquier momento.
Por eso, normalmente es necesario consumirla bajo control médico, para evitar efectos indeseados, como somnolencia durante el día, dolores de cabeza o lentitud en el tiempo de respuesta.
normalmente es necesario consumirla bajo control médico, para evitar efectos indeseados
Además, se debe prestar especial atención en el caso de embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, niños pequeños o pacientes con alergias o problemas inmunológicos.
Magnesio, el mineral que controla tu reloj interno
El magnesio es un mineral indispensable para nuestra salud. Su consumo es esencial para un correcto funcionamiento de nuestros músculos, por lo que se recomienda suc onsumo especialmente a deportistas y pacientes con dolores o espasmos musculares. También relaja las paredes de los vasos sanguíneos, disminuyendo la tensión arterial, y tiene un efecto muy beneficioso sobre los huesos.
Además, al igual que la melatonina, actúa como regulador de los ciclos circadianos; hecho que, unido a su función en el descanso y la relajación de los músculos, hace que favorezca el sueño.
Aunque se puede consumir directamente en la dieta, a través de alimentos como los aguacates, las nueces, las almendras y casi todos los vegetales de hojas verdes; a veces es difícil compaginar la rutina diaria con la vida sana, por lo que también se encuentra presente en mucho suplementos alimenticios
Efectos secundarios del magnesio
Como ocurre con tantas otras sustancias, el magnesio es indispensable para nuestro organismo, pero a unas dosis diarias concretas, que suelen estar en torno a 320mg en mujeres mayores de treinta años y 420 mg en hombres de la misma edad.
Si la dosis resultante de sumar lo que consumimos en los alimentos y los suplementos está por encima de esas cantidades puede ocasionar problemas renales, confusión, diarrea o aumento del pulso; entre otros síntomas. Por eso, a veces es aconsejable consultar a un nutricionista antes de comenzar este tipo de tratamientos por cuenta propia.
No está de más ayudarnos de los muchísimos suplementos de los que disponemos para dormir mejor, pero a veces viene bien probar otros métodos, como la meditación, especialmente si nuestros problemas para dormir provienen del estrés.
Ya sabéis: mente sana, cuerpo sano.