Sobreentrenamiento: ¿Qué es y por qué deberías evitarlo?
El Síndrome de Sobreentrenamiento (SSE) está caracterizado por un descenso en el rendimiento del deportista, provocado por factores estresantes que son consecuencia del entrenamiento excesivo y la ausencia de recuperación adecuada. Otros estresores por ejemplo nutricionales o laborales también favorecen la aparición de este síndrome.
Es importante no confundir la fatiga aguda con el Síndrome de Sobrentrenamiento, el segundo presenta también síntomas psicológicos como pueden ser la apatía o la depresión.
Principales síntomas físicos del sobreentrenamiento
La manifestación mas común del sobreentrenamiento es la disminución en el rendimiento deportivo el cual no se recupera con periodos cortos de descanso. La persona se encuentra muy cansado y sin ánimo. Y usualmente aumenta la cantidad de entrenamiento o no lo interrumpe con la creencia de que así mejorará su rendimiento, y eso es totalmente erroneo. Esto acaba llevando a un círculo vicioso de más deterioro y lesiones deportivas.
1. Disminución en el rendimiento: como hemos comentado anteriormente ésta es la manifestación más común y la primera que nos hace pensar que algo no va bien.
2. Cansancio excesivo durante el día, falta de interés en tareas cotidianas: tareas que antes provocaban ilusión pasan a costar mucho, todo cuesta el doble.
3. Dificultad en relajarse: incapacidad para conseguir un estado de relajación por uno mismo.
4. Aumento del pulso en descanso: en situaciones de descanso incapacidad para reducir pulsaciones.
5. Músculos doloridos: Dolor en los músculos similar a haber realizado mucho ejercicio, cuando en la mayoría de casos no se ha realizado apenas.
6. Lesiones: que son usualmente el resultado de la sobrecarga de trabajo y que no mejoran con la terapia física
7. Susceptibilidad a infecciones: especialmente infecciones respiratorias
Principales síntomas psicológicos de Sobreentrenamiento:
1. Alteración del estado de ánimo: Sentimiento mantenido de tristeza o de estado de ánimo exaltado.
2. Ansiedad: Gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad.
3. Irritabilidad: Tendencia a irritarse por cualquier cosa, incluso cosas que jamás habían irritado a la persona.
4. Letargo: Estado de cansancio y somnolencia profunda.
5. Falta de concentración: Incapacidad para concentrarse en tareas cotidianas.
6. Baja tolerancia a la frustración: Baja capacidad para aceptar la realidad cuando las cosas no salen tal y como se esperan.
7. Pérdida de la libido: Perdida de apetito sexual.
8. Trastornos del sueño: Incapacidad para conciliar el sueño, para mantener un sueño continuado.
9. Sensación de agotamiento: Sensación constante de agotamiento físico y emocional, cansancio inexplicable.
10. Baja autoestima y falta de confianza: Incapacidad para sentirse bien con uno mismo.
¿Cómo se puede abordar a nivel psicológico el sobreentrenamiento?
Con el tiempo, los expertos se han dado cuenta de que los mejores indicadores para este síndrome son los de tipo psicológico o psicofisiológico. Una herramienta muy útil y muy utilizada en el mundo del deporte y del entrenamiento físico es el “Profile of Mood States (POMS)”.
Un cuestionario que evalúa los estados emocionales siguientes: tensión, depresión, ira, vigor, fatiga y confusión. La población normal suele puntuar más bajo en las emociones negativas (confusión, fatiga, etc,) y más alto en la positiva (vigor). Esto se conoce como “perfil iceberg”. Por el contrario, las personas con SSE puntúan de forma inversa.
El aspecto psicológico del sobre entrenamiento es el más difícil de abordar. En la mayor parte de los casos se trata de reprogramar psicológicamente al atleta cambiando ciertos aspectos de su entrenamiento, como podrían ser los ejercicios o las rutinas que realiza. Esta re-programación del atleta debe considerar los siguientes aspectos: Considerar un tiempo de descanso del entrenamiento, incluso durante la temporada competitiva. Permitir al atleta tomar ciertas decisiones. Aprovechar los descansos del entrenamiento físico para realizar ejercicios de fortalecimiento psicológico. Desarrollar una estrategia para manejar de una manera efectiva el estrés de la competición.
Cuidado con la actitud: en muchas ocasiones éste es el origen de la fatiga. No es bueno quedarse atrás en la motivación, ni pasarse con ella. Un exceso de predisposición hacia la práctica deportiva puede hacer que no veas el límite de tu propio cuerpo y solamente veas el riesgo de lesión cuando ya se tiene. Superación sí, pero siempre con cabeza. Hay que cuidar la actitud que disponemos hacia la practica deportiva, ni un exceso de motivación es bueno ni el contrario.