El microbio de la semana: Tersicoccus phoenicis
Hoy, nuestro microbio de la semana es una bacteria que se ha ganado a pulso el honor de formar parte de la sección, pues es tan chula que ha sido capaz de aparecer en uno de los sitios con mayor esterilidad que existen, las zonas de ensamblaje de naves espaciales. Y la cosa no queda ahí, pues no es que hayan colonizado las estaciones espaciales desde otras zonas conocidas; es que, de momento, sólo se han localizado ahí, concretamente en el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida, y en el Centro Espacial Europeo de Kourou, en la Guayana Francesa. En ningún otro lugar. No me digáis que no se merece un huequecito en la sección. Por eso, hoy os presentamos a Tersicoccus phoenicis.
Características de Tersicoccus phoenicis
Se trata de una bacteria Gram +, no formadora de esporas, inmóvil y aeróbica. Su tamaño es de aproximadamente 1micrómetro de diámetro y su forma, como la de todos los cocos, es esférica.
Es capaz de sobrevivir en situaciones muy extremas, con pocos nutrientes y, además, es resistente a los métodos de esterilización que normalmente se usan para desinfectar las salas limpias de las Estaciones Espaciales.
¿Por qué es tan especial esta bacteria?
Esta bacteria no es la única que ha sido capaz de burlar los métodos de limpieza de las salas limpias. Todas las que lo han conseguido han sido aisladas para comprobar su resistencia a los viajes espaciales, simulando las condiciones extremas que padecerían en esta situación. Para ello, las someten a secado, limpieza química, radiación ultravioleta, estrés nutricional y otras muchas torturas dignas de la mismísima “Inquisición de las bacterias”. Muy pocas resisten todo esto; pero, como os decía, nuestra bacteria de hoy no es la única que lo hace. Entonces, ¿por qué es tan especial? Lo es porque, además de sobrevivir a todo esto, como os conté anteriormente, puede sobrevivir con muy pocos nutrientes. De hecho, se cree que su hábitat natural podría ser en cuevas o desiertos, dónde la disponibilidad de “alimento” es muy limitada. De todos modos esto es sólo una suposición, porque ya os dije que no ha sido localizada en ningún otro lugar.
Por eso, esta súper bacteria, puede tener un montón de aplicaciones, especialmente relacionadas con los viajes espaciales, aunque de momento es necesario investigarla más a fondo. Que haya aparecido sólo en dos estaciones espaciales, a 4000 kilómetros de distancia no puede ser casualidad. Seguro que hay muchísimo futuro detrás de esta bacteria. Quedaremos a la espera de novedades.