Este chip Wi-Fi de la NASA usa 100 veces menos energía que los actuales
La NASA ha creado un chip Wi-Fi de baja energía que consume 100 veces menos energía que los actuales.
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Con este chip Wi-Fi de baja energía podremos ver una verdadera mejora en la vida de nuestras baterías.
Ha sido desarrollado por la NASA y la Universidad de California en Los Ángeles, y permite usar 100 veces menos energía que los chips actuales.
Normalmente en una comunicación inalámbrica Wi-Fi tanto el emisor (el router, por ejemplo) como el receptor (el móvil) tienen que gastar energía para comunicarse entre sí, ya que cada uno genera sus propias señales y el receptor tiene que responder a las que ha recibido. Tiene sentido, ¿verdad? Pues el sistema creado por la NASA ignora eso y utiliza su propio método.
Un chip Wi-Fi de baja energía que aprovecha las señales reflejadas
En vez de eso, este chip Wi-Fi de baja energía aprovecha la señal que ha recibido para modificarla y volver a enviarla de vuelta sin tener que gastar tanta energía como la necesaria para generar una señal propia.
Lo hace reflejando la señal enviada por un router especial, e “imprimiendo” en ella los datos que quiere enviar de vuelta antes de devolverla; el concepto en el que se basa esta tecnología es que modificar la señal de esta manera no necesita energía.
El reflejo de las señales Wi-Fi es bien conocido, y ocurre constantemente a nuestro alrededor (fijáos que la intensidad de la señal Wi-Fi aumenta cerca de las paredes en la fotografía).
Pero aprovecharlo para comunicarse es toda una innovación, sobre todo porque para conseguirlo han tenido que resolver el desafío de aislar la señal reflejada por el dispositivo del resto de señales reflejadas por las paredes, por ejemplo.
Lo interesante es que los investigadores han conseguido que la señal resultante no sea tan débil como para que el router no pueda escucharla de vuelta. Para demostrarlo, en pruebas con un wearable, consiguieron velocidades de 330 Mb/s (unos 40 MB/s).
Los creadores de esta tecnología y la NASA ya están negociando la posibilidad de que llegue al mercado, aunque para la agencia espacial será más interesante para ahorrar energía en el espacio.