Invernaderos bajo el mar para dar de comer al planeta en el futuro

En Italia se ha iniciado un proyecto para crear invernaderos bajo el mar que pueden ser la solución al hambre en el mundo.

No siempre es fácil conseguir las condiciones necesarias para que las plantas comestibles crezcan, incluso con la ayuda de un invernadero.

Por eso es posible que para cultivar la comida necesaria para las próximas generaciones tengamos que ir más allá de la superficie y meternos debajo del agua. Esa es la idea del proyecto Nemo’s Garden, un buen nombre ya que probablemente es algo que se le ocurriría al buen capitán.

Invernaderos bajo el mar para huir de las condiciones de la superficie

invernaderos mar 1

Estas “bioesferas” son invernaderos debajo del mar, en concreto a una profundidad de unos seis metros; de esta forma en el interior de estas burbujas se vive el paraíso para ciertos tipos de plantas, con una temperatura de unos 26 ºC y una humedad del 83%.

¿Por qué molestarse en meter una estructura semejante, cuando es mucho más barato montarla en tierra? Por varias ventajas, entre ellas que la temperatura se mantiene estable y no se ve tan influenciada por la, a veces impredecible, meteorología.

invernaderos mar 2

Además, la forma de la cúpula ha sido estudiada para que el agua se evapore y vuelva a regar a las plantas en un ciclo constante, y las altas cantidades de dióxido de carbono ayudan a las plantas a crecer.

Este es un experimento de Ocean Reef Group, una empresa de submarinismo cuyo presidente tuvo la “loca idea” de cultivar plantas bajo el mar mientras estaba de vacaciones; el proyecto ha crecido hasta cinco bioesferas en las que se cultivan desde fresas hasta lechugas, albahaca y alubias. Podemos ver un streaming en directo de esta plantación experimental en UStream.

Por el momento la compañía ya ha patentado el sistema, pero hay que tener en cuenta que no es un proyecto pequeño y que para montar las cinco bioesferas han necesitado dos años en los que han sufrido más de un contratiempo; y evidentemente la cantidad recolectada no ha sido muy grande, aunque ha dado para algunas comidas privadas.

Pero si este método de cultivo puede mejorarse es posible que estemos ante el futuro de la agricultura.