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¿Qué ocurre cuando eres estudiante de psicología?

11 marzo, 2015 20:34

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Puede que el titulo parezca algo raro, ¿Qué va a ocurrir? Pues resulta que ser psicólogo conlleva una serie de cosas que no se comentan a la gente antes de empezar a estudiar, así que yo hoy os las explico con un toque de humor para que todos aquellos que vais a estudiar psicología estéis bien informados. Puede que hayáis oído alguna cosa al respecto y yo voy a aclararlo.

Os animo a añadir las que os apetezcan, estas son según mi punto de vista.

Cuando eres estudiante….

  1. Te van a decir nada más empezar que si has elegido la carrera para ayudarte a ti mismo o a los demás vas mal, que psicología no es para eso. Yo diría que eso es por lo menos un 60% falso. Ayudar a los demás les ayudarás, es básicamente la definición del trabajo de un psicólogo en sí. En cuanto a ayudarte a ti mismo, pues no… cierto es que alguna gente saca beneficio personal de la carrera pero vamos la verdad es que aquellas personas con problemas durante la carrera los suelen seguir teniendo al acabarla, pero bueno, nada tiene eso que ver con su calidad profesional posterior.
  2. Por supuesto vas a pasarte años diagnosticándote a ti mismo y a todo el que te rodea algún tipo de trastorno, o por lo menos ponerle alguna etiquetilla tipo “rasgos neuróticos”, “perfil sedentario” y cosas así…
  3. Los primeros años estarás muy animado en comentar en los bares y discotecas que eres psicólogo/a, todo orgulloso/a por supuesto. Ya por el tercer año dejarás de hacerlo… Más que nada porqué escuchar los topicazos de la gente llega a cansar mucho. Si os interesa conocer las frases que vais a oír hasta la saciedad os remito a mi artículo sobre las 17 frases que más oye y odia un psicólogo.
  4. Te vas a dar cuenta de que tus amigos van a acudir a ti para cosas como “estoy mal porque me ha dejado mi novio” (ante lo que poco hay de diferencia entre lo que vayas a decirle tú y lo que le diga otra amistad), sin embargo van a rehuirte (o no hacerte ni caso) con cosas más serias como una depresión, o un trastorno psicológico en sí.
  5. Te vas a dar cuenta de que fácil fácil la carrera no es, te encontrarás con alguno que se ha apuntado a la carrera porque no sabía qué hacer y pensó que esa sería fácil. Pues nada, cuando lleguéis a estadística, análisis de datos, uso del SPSS y psicobiología o neuropsicología ya se arrepentirán. Para el resto, prepararos para arrastrar alguna de ellas, probablemente estadística.
  6. El bar viene a ser el lugar de reunión, para hacer trabajos y para comentar la vida personal de cada uno (esto nos gusta mucho), que como no hay tapujos viene a dar igual que se entere el bar entero. El camarero de mi facultad aún pasados años se acuerda de cada uno de nosotros, no os digo más.
  7. Prepararos para encontraros con un ratio de hombres mujeres de algo así como 1 hombre por cada 15-20 mujeres (o menos). ¿Lo divertido? que con ese ratio al final todo el mundo se ha liado con todo el mundo, esas historias animaran las comidas en el bar. Y aún años acabada la carrera saldrá alguna historia que no sabías. Además los hombres aprovechan así para entrar en contacto con su yo más femenino.
  8. Los hombres que entran a psicología son raros, pero te gusta eso.
  9. En comparación con otras carreras en psicología te encuentras una mezcla de personalidades muy variada, en resumen todos con algo excéntrico o fuera de lo normal. Pero eso también te gusta.
  10. Por algún extraño motivo todas tus conversaciones van a ser raras, muy raras, y demasiado abiertas para los que no son psicólogos. Así como pasan los años se van perdiendo los tapujos, te das cuenta cuando el bar en el que estás no es el de la facultad y todo el mundo te mira… Además todas tus conversaciones van a ser sobre psicología o cosas relacionadas. Claro que por algún extraño motivo las funciones biológicas básicas también son recurrentes.
  11. La facultad de psicología no es como las otras. Hay un ambiente más amigable y la gente se conoce mejor, te saludan por los pasillos y hay un buenrollismo general.
  12. Puede que te encuentres a algún profesor de la facultad al salir de marcha.
  13. Te das cuenta de que hay una mezcla entre profesores amargados (se piensan que somos todos idiotas), otros que van de colegas (con frecuentes cancelaciones de clase por “motivos personales”, ojo que este es el que seguramente te encontraste en el bar) y algunos totalmente apasionados por su trabajo (estos son los buenos).
  14. Poco a poco vas a darte cuenta (así como se acaba la carrera) que un miedo inmenso a no saber lo suficiente para ejercer se apodera de ti.
  15. Vas a hacer unas amistades increíbles, divertidas y que te enseñarán muchas cosas.
  16. Te sentirás aturdido por las versiones pro y anti DSM, pro y anti conductismo, pro y anti psiquiatría de tus profesores. Vas a tener que elegir por ti mismo. Sin saber muy bien cómo te das cuenta de que lo normal es que te lleves mal (y ellos contigo) con los estudiantes de pedagogía y educación infantil (no se sabe muy bien porqué pero esto es así).
  17. Aprenderás que no es raro que autores y artículos se contradigan. Y que todo es relativo.
  18. En la facultad se trafica con redbull, café y coca cola… A pesar de saber todos lo malo que es. El día que se hablaba de los estimulantes en clase ahí estaba media clase con su redbull.
  19. Hay cierta ambigüedad en cuanto a las drogas. Las drogas son malas, esto está claro, peeeeero….existe la concepción de su uso como aprendizaje y técnica de conocimiento. Oirás a alguno que opina que para ayudar a alguien que se droga se debe entender que como lo vive. Claro, claro.             
  20. Siempre hay uno (o dos) alumnos en clase que preguntan tonterías, o en su caso que convierten las frases afirmativas del profesor en preguntas. Nunca les ves entrar en clase (puede que vivan ahí) pero no hay día que no interrumpan la clase para preguntar algo o comentar una teoría personal poco elaborada.
  21. En los trabajos de grupo te vas a encontrar (si o si) con el típico que se cuelga y no hace nada. Además de que os enredareis hablando de otras cosas (nos gusta mucho hablar) y se avanzará muy lento. Pero los trabajos en grupo son el pan de cada día en esta carrera.
  22. Las mujeres de copistería a pesar de llevar media vida ahí todavía siguen imprimiéndote las copias mal.
  23. Te sentirás como un delincuente fotocopiando libros con derecho de autor de extranjis (porque te lo hacen leer y en la biblioteca hay dos y en clase sois 100).
  24. Te darás cuenta que mucha gente desaparece… del primer al segundo año desaparecen la mitad de tus compañeros. Mucha gente se da cuenta de que esa carrera no es para ellos.
  25. Aprendes que la psicología hay que defenderla y empiezas a odiar esas series que dan mala imagen de la figura del psicólogo. Memorizas claramente como afirmar que la psicología es una ciencia.
  26. Extrañamente sabes de psicología pero cuando te preguntan no sueles tener una buena respuesta o no es lo que la gente quiere oír.
  27. Sin saber cómo, muchas conversaciones derivan en hablar de sexo.
  28. Las clases de antes de las 9-10 de la mañana no existen. Esto lo puedo corroborar dado que era de las pocas que asistían. Claro que los apuntes luego rulaban como si fueran de oro. Todo el mundo sabe quién es la que tiene buenos apuntes.
  29. Cada vez sientes más odio por los exámenes tipo test. Contestar con certeza es algo inusual.
  30. Te darás cuenta que todo los estudios que lees están realizados en otros países. Y que debiste estudiar más inglés.
  31. Siempre hay uno o más profesores que son extrañamente atractivos.
  32. Estás totalmente harta de que te expliquen que son las habilidades sociales y como entrenarlas.

Cuando ya ejerces de psicólogo…

  1. El mundo laboral no es lo que pensabas. Hay poco trabajo y tienes que pelearte por el. Te das cuenta que todo lo que se te ocurre ya se le ha ocurrido a alguien antes.
  2. Te das cuenta de que sin máster no vas a ningún lado y te lo sacas. Una vez lo tienes poco cambia la cosa.
  3. Te das cuenta del gran peso de la política en tu profesión. La falta de plazas en la sanidad pública, los beneficios que sacan de las farmacéuticas (motivo por el cual tu profesión no crece tan rápido como debiera) y que se financia lo que interesa y da buena imagen pública.
  4. Te das cuenta de que hay superpoblación de psicólogos. Estamos hasta debajo de las piedras.
  5. Todos te decían a ver cuándo acababas la carrera que ibas a tener mucho trabajo en el pueblo y que a ver si les hacías terapia gratis. Mentira cochina.
  6. Los problemas de los demás cada vez te afectan (e interesan) menos. Lógico, uno tiene que adaptarse.
  7. Te das cuenta de que vas a necesitar más paciencia de la que creías, la gente que te rodea tiene problemas pero no quiere solucionarlos. Debes vivir con ello.
  8. Te das cuenta de que ya no puedes hacer según que cosas. No puedes pintarte el pelo de azul, llevar piercings por la cara, vestir como te da la gana o llamar la atención en sitios públicos. Tu imagen es muy importante en el trabajo.
  9. Temes encontrarte a un paciente de marcha o por la calle y cuando lo haces es incómodo. Temes que te llame un paciente en un momento totalmente inapropiado. Temes que un paciente te vea bebido/a o con tu pareja.
  10. Te vas a cansar de explicarle a cada paciente escéptico que un psicólogo no es solo para locos ni solo para hablar.
  11. Te das cuenta de que es caro ser psicólogo… Punto muy importante, la mayoría vamos a ser autónomos, añádele colegiación obligatoria, seguro de responsabilidad civil, material de evaluación, alquiler del despacho, y por último y no menos importante todo curso que lleve la palabra o esté relacionado con psicología te va a costar un ojo de la cara.
  12. Continuamente vas a tener la sensación de estar demostrándoles a los demás algo.
  13. Tus tarjetas van contigo allá donde vayas, ¡que rulen! (por supuesto tienes trescientas más, una de cada compañero de clase).
  14. Si puedes evitas decir a que te dedicas para no tener que escuchar los problemas de los demás. No es que no te importen pero te pasas el día con eso y llega a cansar.
  15. Ves potenciales pacientes allá donde vas pero claro… Queda muy poco educado decirle a la gente que está mal y darles una tarjeta.
  16. Si eres hombre, ganas muchos puntos por ser psicólogo. Si eres mujer, depende de tu edad, joven te ven como divertida, experimentada, misteriosa, ganas puntos también, ya de más mayor se vuelve más un miedo a que analices todo, a que no dejes pasar las cosas o que intentes controlarles.
  17. Te preguntas como puede haber gente que gane más que tú sabiendo la mitad (o menos). Te preocupa constantemente la incompetencia de los demás.
  18. El intrusismo laboral te enciende.
  19. Prolifera un enchufismo importante (bueno, como en todo).
  20. Primero odiarás a los psicólogos que hacen mala publicidad y venden basura en la televisión o en la radio, hablando sin saber, poco a poco te iras planteando que ese dinero no te vendría mal.
  21. Los puntos medios se vuelven un ideal.
  22. Ya ni te molestas en contestar a los topicazos… sonríes y decides ahorrarte el tiempo y el esfuerzo (y con suerte el cabreo). Total el otro va a seguir pensando lo mismo.
  23. Aunque el PIR ni se mentaba en la carrera ahora no dejas de oír hablar de él.
  24. Añoras mucho la facultad, los profesores y la vida que llevabas antes.
  25. Te das cuenta que aún recurres a algún profesor para alguna cosa, aunque sea una recomendación.

hombres_no_escuchan

Consejos….

Para ser psicólogo y sobrevivir hay que tener vocación.

Por lo general la mayoría cobran menos de lo que debería, si buscas una carrera que te de dinero esta no es la tuya.

Vas a tener que hablar inglés, todos los artículos son en inglés.

Si vas a hacer un máster elígelo bien.

Aunque se predomine la clínica en la carrera en realidad esa es la opción con menor salida laboral.

Haz contactos en la carrera pues te van a ser muy útiles.

Si puedes ser alumno colaborador hazlo.

La psicología es muy bonita pero no es fácil.

Imagen: Wikipedia.