¿Es posible morir por sobredosis de paracetamol?
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Hay determinados medicamentos de uso tan común que, por desgracia, existen individuos que creen que es factible tomarlos a modo de caramelos, pues están tan acostumbrados a echar mano de ellos que les pierden el miedo o piensan que sus efectos no pueden ser tan potentes como creían el primer día. Uno de estos medicamentos es el famoso paracetamol, un analgésico común (aunque no antiinflamatorio, una confusión bastante común también) que se suele usar para los dolores leves, de la misma forma que se suele usar el ibuprofeno. Sin embargo, aunque este último, el ibuprofeno, es conocido por poder provocar daños gastrointestinales como todos los antiinflamatorios, el paracetamol no suele hacerlo porque no lo es, pero sí afecta a otro órgano vital: El hígado. Pero la pregunta de hoy es, ¿la sobredosis de paracetamol puede ser letal?, o más bien, ¿existe un “limite” de sobredosis? Pues sí, claro que existe, y por desgracia más de un paciente ha acabado en urgencias (o peor) por pasarse.
La historia de Rebecca y la sobredosis de paracetamol
Para contaros un poco como funciona, os ilustrare con una historia real de Reino Unido que he podido leer en el Daily Mail. Se trata de la historia de Rebecca, una mujer de 31 años que, tras haber tenido más de un susto con el paracetamol, finalmente se acabo pasando con la dosis.
Lo primero que debemos saber es que, para todos los fármacos, existe una “dosis tóxica” y una “dosis letal“. La primera, la dosis tóxica, indica que si la sobrepasamos podemos tener problemas de exceso de dosis, pero sin llegar a ser letal (normalmente). La segunda, se suele denominar “dosis letal 50“, pues nos indica que en los estudios llevados a cabo, el 50% de las personas que llegarían a dicha dosis tendrían elevadísimas probabilidades de morir. En el caso del paracetamol, la dosis tóxica son 10 g (o 10 comprimidos para adultos); y, en el grave caso de Rebecca, ella tomó hasta 20 comprimidos en apenas 20 horas por un dolor crónico de oído, lo que vendría a ser el doble del limite recomendado.
Posteriormente a esto, Rebecca estuvo ingresada durante cinco días, pero a los dos días de haber sido dada de alta, falleció en su domicilio por un daño grave en los pulmones a consecuencia de esta sobredosis.
Cabe añadir, por otra parte, que Rebecca era propensa a automedicarse, pues ya tomaba un fármaco para dormir llamado zopliclona, en una cantidad de entre 30 y 50 comprimidos diarios. Además, tenía historial de haber abusado anteriormente tanto del paracetamol como del ibuprofeno, llegando a ser ingresada por sobredosis de paracetamol un año antes de su fallecimiento. Con esto quiero decir que el paracetamol no parece haber sido el único culpable de su muerte, pues también hay que añadir la diversa medicación que ya tomaba.
Los problemas de abuso y sobredosis de medicamentos
Para finalizar me gustaría añadir que, como he recordado al principio, tenemos cierta tendencia a creer que mostraremos tolerancia rápida a los medicamentos que solemos tomar para todo. Los claros ejemplos son el ibuprofeno y el paracetamol, los cuales he visto consumidos a modo de golosinas por mucha gente, pensando que pueden calmarles el dolor y sin más, pero también puede ser peor el remedio que la enfermedad (sobre todo si se toman otros medicamentos a parte, los cuales pueden interaccionar con estos otros tan comunes).
Además, está el caso de la automedicación y abuso de medicamentos varios, donde a parte de los analgésicos, destaca el grave abuso de automedicación con antibióticos.
Volvamos a recalcar algunos puntos clave de esta época invernal: La gripe y el resfriado común son causadas por VIRUS, por lo tanto los antibióticos NO SIRVEN, y normalmente NO HACE FALTA TRATAR, más allá del malestar general, donde sí se suelen usar analgésicos y descongestionantes nasales (siempre a las dosis recomendadas). Recalco la importancia de evitar la automedicación, sobre todo y muy importante, en los antibióticos, pues las resistencias de las bacterias son cada vez más graves, y es posible que llegue el día donde no sepamos como luchar contra ellas.