El Samsung Galaxy Gear VR es realidad virtual para todos... si tienes un Galaxy Note 4
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La realidad virtual ha conseguido recuperar el entusiasmo de los entusiastas de la tecnología, en buena parte gracias a los esfuerzos de Oculus y su Rift. A diferencia de otros intentos en las últimas décadas, parece que la industria ha madurado lo suficiente como para abrazar el concepto de la realidad virtual y aprovecharla para todo tipo de experiencias. Así que Samsung no podía aliarse con nadie mejor que con Oculus para la creación de su propio “sistema de realidad virtual” que ya fue adelantado en su momento. Las comillas están ahí porque en realidad el Galaxy Gear VR por si solo no hace nada y no es mas que un soporte con lentes; el verdadero trabajo lo hace el dispositivo que podemos meter dentro.
Una buena idea… la ejecución no tanto
La idea de partida es buena; no, yo diría incluso mas, que la idea probablemente sea una de las mejores que hayan salido de este sector en los últimos años. La realidad virtual es cara, no hay otra manera de decirlo. Al crear un diseño modular es posible comprar un soporte base e ir mejorando el hardware conforme la tecnología avance sin un aumento desmesurado de los costes; y como el dispositivo es un smartphone, es un coste de actualización que de todas formas íbamos a hacer si vamos a la última en tecnología. Todo eso en teoría, por supuesto. En la práctica, y como ocurre en demasiadas ocasiones con Samsung, todo se viene abajo en la implementación.
El principal problema es que el dispositivo compatible en cuestión es el nuevo Galaxy Note 4, y sólo ese. Ningún otro modelo es compatible con el Gear VR, en lo que debe ser la decisión mas extraña (por no llamarla de otra manera) que ha podido tomar Samsung. Sería comprensible (aunque también criticable) que la compañía hubiese decidido cerrar el sistema para su uso exclusivo con modelos fabricados por ella, pero es que ni siquiera el comprador de un flamante Galaxy S5 podrá disfrutar de esta experiencia, aunque debería poder hacerlo.
Es cierto que el Galaxy Note 4 es un modelo a la altura para semejante tarea, principalmente gracias a su espectacular pantalla de 5.7 pulgadas y una resolución de 2560 x 1440 que da la talla; aquellos que la han probado hablan de colores brillantes, sin problemas en los movimientos bruscos para ofrecer una experiencia muy buena si no queremos comprar un dispositivo dedicado como el Oculus Rift; pero da la sensación de que es mas un prototipo que un producto diseñado para el usuario final, con detalles mejorables como la manera en la que el dispositivo se conecta con la base. Los propios representantes de Samsung parecen admitirlo con frases de primero de marketing como “edición innovadora” y “diseñado para entusiastas”.
Solo estos usuarios, los entusiastas, se permitirán comprar un adaptador que solo funciona con un modelo. La historia parece repetirse, ya que recuerda mucho a cuando la misma compañía presentó el smartwatch Galaxy Gear con gran fanfarria, solo para decepcionar al momento cuando se descubrió que solo era compatible con el Galaxy Note 3. Por lo tanto, el Samsung Galaxy Gear VR se queda mas como una curiosidad que como la revolución que podría haber sido, lo que significa que el Oculus Rift sigue siendo la gran esperanza para los que esperamos mucho de la realidad virtual. El precio y la disponibilidad del Gear VR aún no se han anunciado.
Fuente | Samsung