Caminando sobre agua... y maizena
La maizena, harina de maíz, es algo que casi todos tenemos en casa. No parece que esconda ningún secreto más allá de disolverse muy bien en agua o espesar nuestras salsas, pero nada más lejos de la realidad. Si mezclamos agua y maizena en las cantidades apropiadas obtendremos una masa espesa con propiedades sorprendentes.
Cuando mezclamos estas dos sustancia tan comunes obtenemos un nuevo fluido viscoso que tiene la propiedad de volverse sólido ante la presión. Sí, eso es, si lo golpeamos con fuerza se vuelve sólido. De hecho, seguro que algunos de vosotros habéis visto por ahí vídeos como los de más abajo en los que la gente es capaz de andar sobre líquidos, por ejemplo, la mayoría están hechos con maizena y agua.
Justo encima tenéis un vídeo en el que se observan estas propiedades muy bien, pero la pregunta que nos queda a todos es: ¿Por qué se comporta así la maizena? La explicación es sencilla. Las partículas de harina de maiz que se encuentran suspendidas en el agua, tienen un tamaño mucho mayor que las moléculas de agua. Esto se traduce en un movimiento suave ante poca presión pues partículas de agua y maizena se mueven unas sobre otras sin problemas, hasta aquí todo normal.
Lo sorprendente viene cuando aplicamos mucha fuerza sobre la disolución. Entonces las partículas de agua, que son mucho más pequeñas, escapan rápidamente dejando una concentración muy alta de partículas de maizena en la zona del impacto; de forma efectiva lo que golpeamos es un sólido. El efecto es similar a lo que pasa cuando metemos la mano en un bol lleno de canicas. Si metemos la mano lentamente las canicas tiene tiempo de dejar hueco a nuestros dedos mientras que si intentamos meterla rápido podemos rompernos un dedo.
Estos fluidos cuya viscosidad y propiedades varían con la presión se llaman fluidos no newtonianos y son más comunes de lo que creemos. De hecho el ketchup es uno de ellos, solo que actúa al revés que la maizena: cuanta más presión, más líquido se vuelve. Por eso cuando lo hechamos en el plato cae fácilmente pero se queda en una montalla al contrario que otras salsas.
Como siempre os animamos a que lo probéis en casa (las proporciones van un poco a ojo, pero 3 partes de maizena por una de agua es un buen punto de partida) y nos contéis qué os parece. Así mismo, si tenéis cualquier duda dejad un comentarios y os responderemos tan rápido como nos sea posible.