Los defectos en el semen podrían estar asociados a una menor esperanza de vida

Un estudio publicado el pasado 16 de mayo revela que los hombres que presentan defectos en el esperma son propensos a morir a edades más tempranas que hombres que poseen un esperma normal.

Si ser estéril ya era un impedimento de por sí, conocer que esto está ligado a nuestra esperanza de vida es una dura noticia. Como nos comenta el autor principal del estudio, el Dr. Michael Eisenberg, profesor asistente de urología y director médico de reproducción masculina y cirugía de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford:

“La primera medida a ser tomada, es la de hacer conocer a los que padecen de esta deficiencia sobre su nueva situación, y acomodar su ritmo de vida con el fin de aumentar su supervivencia”

Nos desplazamos hacía un nuevo panorama, conocer esta relación realza la importancia de realizar un tratamiento de fertilidad eficaz, en vez de pasar directamente a la reproducción asistida.

El estudio se llevó a cabo en 12.000 hombres de entre 20 y 50 años de edad

Se llevo a cabo en hombres que habían acudido a la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford o al Baylor College of Medicine, para hacerse un análisis de fertilidad. Se recogió la calidad del semen, su volumen, el número de espermatozoides, y su movimiento y forma, con el fin de poder compararlo con semen de un individuo sano y encontrar la anomalía que lo relaciona con la esperanza de vida.

A partir de los datos tomados, se observó que los individuos que poseían un volumen bajo de esperma, de su concentración, o pocos espermatozoides activos, compartían este problema, sin embargo, anomalías en la forma de los espermatozoides no parecían estar asociadas con esta deficiencia. El estudio llegó a la conclusión de que los individuos con dos o más defectos en el esperma eran 2,3 veces más propensos a vivir menos que los individuos sanos.

¿Cual es la razón de que los que presentan esta anomalía vivan menos?

Existen numerosas teorías que intentan explicar esta relación. Eisenberg afirma que ya que sobre un 10-15% del genoma del hombre se encarga de la actividad reproductora; es fácil de entender que si no se puede producir esperma, probablemente haya otras cosas que el cuerpo tampoco pueda hacer bien. También asocia estás anomalías a bajos niveles de testosterona, hormona de la que se ha encontrado relación con la longevidad.

Dejando a un lado estas teorías, y centrándonos en factores de carácter social, nos encontramos con que los hombres que tienen hijos, suelen llevar una vida más plena y experimentan una mortalidad menor.

Todo cobra mucho más sentido si le intentamos encontrar una razón práctica. Partimos del punto en el que si un individuo no presenta las características adecuadas para que perdure su especie, este individuo tampoco lo estará para llevar a cabo una vida plena, por ello sus mecanismos funcionales serán más propensos a padecer errores y por ello presentará una mortalidad a más temprana edad.

En definitiva, tal como hemos comentado antes, debemos de centrarnos en cuidar nuestra fertilidad antes de que sea demasiado tarde, y por ello debemos de cuidar nuestra alimentación, evitar el consumo de marihuana y alcohol, no exponernos a mucho estrés,y como curiosa alternativa, comer nueces.

Fuente | WebMD