Lo que la robótica puede aprender del comportamiento colectivo de los animales
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Todos hemos visto alguna vez uno de esos grupos de animales que viajan, pastan, y realizan ciertas actividades juntos. Bien es cierto que las personas no somos los únicos seres sociales: sólo hemos de fijarnos en las gaviotas, las abejas o las hormigas, que trabajan en común. ¿Os habéis planteado alguna vez cómo lo hacen?
Iain Couzin, que estudia a los grandes grupos de animales desde la universidad de Princeton, sí que lo ha hecho. Afirma que entenderlos tiene además implicaciones en cómo entendemos todo tipo de acción colectiva, e incluso podría proporcionarnos información sobre cómo funciona el cerebro humano a la hora de tomar decisiones en grupo.
Aprendiendo del enjambre
En 2006, el equipo de Couzin publicaba en Science que las plagas venían impulsadas por el canibalismo: todos intentan comerse a los demás a la vez que evitan ser comidos. Esto rebatía el enfoque simplista que siempre se le había dado a esta organización de animales.
Igualmente, se ha descubierto que los bancos de peces optimizan el flujo de información que cada uno de los miembros obtiene del medio, como si se tratara de una conexión de cientos de neuronas y tuvieran una inteligencia colectiva. En resumen, se consideran estos grandes grupos como seres sensoriales en lugar de individuos que siguen unas pautas fijas.
Aplicaciones en robótica
Estos descubrimientos tienen numerosas aplicaciones potenciales. En robótica se habla de la simplificación a la hora de programar redes de sensores, ya que aunque cada uno de ellos lleve a cabo labores de detección simples, podrían realizar actividades, sincronizados, mucho más complejas, tales como la identificación de fuentes de contaminación y otros problemas ambientales. También se ven utilidades en la medicina, ya que el comportamiento de las células puede asemejarse al de los enjambres.
Yendo más allá, Couzin nos explica cómo el cerebro puede llegar a comportarse como un grupo de neuronas que, mediante comportamientos simples en red, generan un comportamiento emergente complejo como es la conciencia o la memoria.
Creo que esto demuestra, una vez más, que el avance científico y tecnológico van de la mano. Y vosotros, ¿qué utilidades veis en estos nuevos hallazgos?