¿Qué pasa ahora con los Nokia que no son Windows Phone?

El futuro de Nokia como tal es del todo incierto desde que Microsoft compró la compañía finlandesa con la intención de reforzar su sistema operativo para móviles, Windows Phone. Mientras todos esos smartphones de Nokia bajo el nombre de Lumia y de la mano de Microsoft siguen saliendo al mercado, sigue quedando un futuro bastante incierto para los teléfonos que no entran en ese grupo.

Sí, estamos hablando de esos teléfonos que dieron la fama a Nokia que tiene: teléfonos que, aunque tengan pocas funciones además de poder llamar, son tremendamente baratos y su construcción es genial. El caso es que el futuro de estos teléfonos es desconocido a día de hoy, y nadie sabe lo que puede pasar con ellos.

Esta pregunta nos viene a la cabeza cuando nos llega de la mano de Engadget las ventas de Nokia: la empresa esta sufriendo bajones año tras año, y esto se nota en los balances cuando la caída esta siendo consecutiva. Por el momento Nokia ha vendido 600.000 Lumia menos que en el cuarto de año pasado, algo que levanta dos preguntas: ¿que va a hacer Microsoft una vez tenga el control absoluto de Nokia con los Lumia, y que va a ser de todos esos teléfonos que no entran dentro de los Lumia?

Para los que no veáis ahora mismo ningún Nokia que no sea Lumia, existe vida más allá de Windows Phone: la gama de teléfonos Asha es una buena muestra de ello, por ejemplo. Y, respecto a la segunda pregunta, Nokia reiteró que la división que daba cobijo a esos teléfonos no se iba a ninguna parte al tener una base de usuarios sólida y un alcance global considerable. Pero ahora mismo eso es lo mismo que hablar de mercados emergentes como China e India, donde la competencia en los teléfonos baratos es brutal. Y cuanto más fuerte sea, más dura será la caída para Nokia.

Para que os hagáis una idea, teléfonos como los Asha se venden alrededor de los 50-70€, pero tenemos en la competencia teléfonos como el Samsung Galaxy Pocket (Android) o el ZTE Open (Firefox OS) alrededor de los 60€. En otras palabras, una oleada de teléfonos baratos con Android y Firefox OS ha inundado el mercado, y esto hace imposible para Nokia el seguir siendo relevante en los mercados emergentes. ¿Quien va a querer un teléfono básico pudiendo tener un Smartphone por el mismo precio, en un mercado donde una diferencia de 10€ si puede ser decisiva?

Por un lado, a Microsoft le interesa más potenciar su plataforma de la mano de smartphones como el Lumia 520, el cual ha conseguido un éxito arrollador llevando Windows Phone a los bolsillos más modestos. Pero, por otro lado, es una verdadera pena ver morir a una parte de Nokia de esta manera, y puede que con algo de innovación y desarrollo estos teléfonos asequibles tengan un hueco en el mercado. Sólo el tiempo nos podrá decir cual es la decisión que Microsoft toma, y forma el futuro de Nokia.